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En 2020 se inauguró el espacio público Las Pioneras, ubicado en el barrio Aguada sobre Avenida Agraciada, con el objetivo de brindar un lugar abierto a la comunidad que planea un homenaje para recordar y valorizar la huella que han dejado en Montevideo las primeras uruguayas que lucharon por los derechos de la mujer.
La adjudicación del anteproyecto y la ejecución de obra, a cargo del estudio de arquitectura WO, se resolvió por llamado público por parte de la Intendencia de Montevideo con el auspicio de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay y la Facultad de Arquitectura de Udelar.
El concurso se enmarcó dentro de los lineamientos estratégicos del Plan Montevideo, planteado por la IM para concretar acciones en el marco de nuevos espacios públicos integradores para la ciudad. Este plan define en su elaboración, la redacción de varios planes especiales y sectoriales a partir de la Planificación Derivada. Entre estos se encuentra el Plan Sectorial de Espacios Públicos, en el que se destacan dentro del marco general las siguientes consignas:
_Calificar y activar el espacio público como ámbito de la interacción social, integrando y desarrollando el sistema de movilidad, las redes de equipamientos e infraestructuras, favoreciendo la accesibilidad del conjunto de la población a los recursos de la ciudad y el territorio.
_Desarrollar estrategias de recuperación y mejoramiento del espacio público en áreas del suelo consolidado.
_Posibilitar la apropiación, uso, accesibilidad y disfrute universal del espacio público.
_Promover la inclusión y convivencia de la población en los espacios públicos asegurando las debidas particularizaciones referidas a franjas de edad y género.
Mientras se cumplen cuatro años de inaugurado el espacio público Las Pioneras, Ministerio de Diseño conversó con la arquitecta y artista visual Valentina Cardellino, quien colaboró de forma independiente con el Estudio WO en el diseño y desarrollo del proyecto. Ganadora de destacados premios como el Paul Cezanne 2018, segundo lugar en el 60 Premio Nacional de Artes Visuales 2022 y el Premio Nacional de Urbanismo de Uruguay 2021, la arquitecta repasa las particularidades del proceso de principio a fin.
¿Cómo nace el proyecto Las pioneras?
La Intendencia de Montevideo, con el auspicio de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay y de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República, convocó a concurso de Anteproyecto y Ejecución de Obra del espacio público Las Pioneras, en el predio ubicado en Av. Agraciada entre General Luna y Aguilar, en 2018. Yo trabajaba con el estudio de arquitectura WO, con quienes decidimos presentarnos, y para eso convocamos un equipo de trabajo y conseguimos a una empresa constructora que pudiera presentar el anteproyecto con un presupuesto determinado, ya que así lo exigían las bases del concurso.
¿Quiénes intervinieron el equipo en cuanto a disciplinas y especialidades?
En la etapa del anteproyecto estuvimos Rodrigo Méndez (Arq.), Valentina Cardellino (Arq.), Paola Monzillo (Arq.) y Rodrigo Zagarzazú(Arq.). Para la etapa de proyecto ejecutivo y dirección de obra se sumaron Juan Andrés Púrpura (Arq.), Analía Aispuru (Arq.) y Andrés Arizaga (diseñador industrial). Contamos también con asesores técnicos como Alicia López (botánica) para el tema de especies vegetales, con José Cornes (representante técnico de Hydro / Technal en Uruguay) en el desarrollo de un sistema colgante para la superficie espejada.
¿Cómo fue la interacción con el gobierno municipal en cuanto al proceso de proyecto y ejecución?
La IM supervisó el proyecto ejecutivo realizado por el estudio y luego la ejecución de la obra, realizada por la empresa constructora Ciemsa. Por el formato del concurso, el contrato de realización del proyecto se realizaba entre la empresa constructora y la IM, dejando al estudio de arquitectura como contratado por la empresa constructora. Esto nos llevó a vivir un proceso muy complicado y poco feliz en cuanto a las diferencias de intereses de la empresa constructora con respecto al estudio.
¿Qué premisas se dieron para el diseño?
El concurso proponía que se trabajara con una mirada feminista sobre el espacio público, así como también convertir ese espacio en un punto de referencia para el movimiento. Citando las bases, la propuesta se plantea como un homenaje para recordar y valorizar la huella que han dejado en Montevideo las primeras uruguayas que lucharon por los derechos de las mujeres. El programa era libre, se podía proponer cualquier tipo de actividad, lo único que exigían eran servicios higiénicos.
¿Cómo encontraron el edificio y cuáles fueron las exigencias en cuanto a preservación del mismo?
Se trataba de un predio donde había funcionado la antigua estación de tranvías La Transatlántica. El predio estaba mayoritariamente en desuso. No había exigencia en cuanto a preservación. Por un tema conceptual, nosotros decidimos dejar la estructura principal que conformaba las cerchas de los galpones y utilizar las chapas del techo como revestimiento de las paredes medianeras.
¿Cuál fue el mayor desafío a nivel de proyecto y durante la ejecución?
A nivel de proyecto, el desafío fue pensar cómo plasmar y materializar ciertas ideas que teníamos sobre el espacio, el cuerpo, la arquitectura y la mirada feminista en un proyecto concreto. El desafío durante su ejecución fue que, en la vorágine de la obra, no se pasaran por alto cosas que para el proyecto eran muy relevantes conceptualmente.
¿Qué se pretende desde el gobierno municipal con esa movida?
Los objetivos particulares del espacio público “Las Pioneras” son, en primer lugar, contribuir con las estrategias y acciones que se vienen desarrollando desde el gobierno departamental y los municipios, vinculadas a promover el fortalecimiento de la inclusión socioterritorial y la convivencia, mediante acciones en el territorio que generen condiciones para profundizar la dignidad y el autoestima, el intercambio democrático y aseguren las debidas particularizaciones por franjas de edad y género. También se busca propiciar el desarrollo de actividades culturales y recreativas, promoviendo la igualdad de género y combatiendo la discriminación; así como coadyuvar a un cambio cultural de la ciudadanía para que esta se empodere de su derecho a vivir en un ambiente sustentable y se haga cargo de sus obligaciones ambientales, posibilitando la accesibilidad universal a los espacios de la plaza, la circulación peatonal y el uso de birrodados, a través de soluciones seguras. Por último, creo que otro objetivo importante es aportar a la recuperación de la memoria histórica, convocando a que se inscriba en este espacio público la trayectoria colectiva de las mujeres pioneras en la lucha por la igualdad.
¿Qué rol entienden cumple un espacio de este tipo en la zona en particular y en la ciudad en general?
Creo que Montevideo tiene un debe en cuanto a la cantidad y calidad de espacios públicos que demandan sus habitantes; sin embargo, en estos últimos años, ha avanzado mucho y lo sigue haciendo. En esa zona particular hacía falta un espacio de reunión y de disfrute que, a su vez, por las características del proyecto, fuera un espacio que pueda convocar a personas que viven en otros barrios a moverse en la ciudad.
¿Hay otro diseño de espacio público de gran escala previsto a futuro cercano?
Hace poco se inauguró el Espacio Modelo que es un proyecto de espacio público muy bueno y bastante poco común, ya que se trata de un gran espacio techado. A su vez, en este momento estoy trabajando junto a Diego Tosar en el proyecto de una intervención en la Plaza John Lennon que llevará a cabo Desarrollo Social y Secretaría de Discapacidad de la IM. Será el primer espacio público concebido desde una mirada neurodivergente, donde se plantea la accesibilidad a personas dentro del espectro autista.
¿Qué entendés debe tener un espacio público para tener éxito en términos de que locales y visitantes lo disfruten y quieran volver?
Está bueno que las intervenciones en la ciudad se realicen con la mayor participación posible de sus habitantes cercanos, o de los colectivos o comunidades para quienes estén diseñados esos espacios. Creo que generar ámbitos de autogestión de espacios, como sucedió en Las Pioneras con las casas destinadas a diversos colectivos feministas, es una muy buena forma de generar apropiación y cuidado de los espacios. También fue importante en este caso, ya que es un espacio que se mantiene abierto las 24 horas con cuidado de guardaparques.
¿Cómo ha sido la respuesta del público?
Creo que muy buena. Es un espacio querido por las personas que lo usan. Al ser un espacio versátil se ha utilizado para muchas cosas, desde conciertos, festivales de circos, asambleas, etcétera. Tiene un uso cotidiano vinculado al patinaje y el skate, ya que el piso es propicio para eso y se utiliza en la noche porque está iluminado. El hecho de que no tuviese equipamiento fijo como bancos de hormigón, al principio llamaba la atención, pero hay un equipamiento móvil de sillas y mesas que se disponen en el espacio durante el día y se guardan a la noche, y los usuarios se acostumbraron rápidamente y funciona muy bien.
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