Las piscinas naturales más bonitas de Europa

Nuestro planeta está lleno de rincones maravillosos, y lo son porque están escondidos, porque no es fácil llegar a ellos y porque, por tanto, la mano del hombre no puede ir a destruirlo como bien hemos hecho con otros lugares.

Pero ese es otro tema. El asunto aquí es que Europa tiene lugares increíbles donde merece la pena estar al menos una vez en la vida, y en este caso estamos hablando de las piscinas naturales más bonitas de nuestro continente.

Son calas, playas escondidas, arroyos, grietas desconocidas donde corre el agua más cristalina que jamás verás y que te hace sentir en contacto directo con la naturaleza, con nuestra madre patria verdadera, común a todos los seres humanos; lugares que han pasado a denominarse piscinas naturales y que aquí te vamos a descubrir.

No todos, pero sí algunos imperdibles para el ojo de cualquier persona con sensibilidad por la naturaleza. ¿Quieres conocer las cinco piscinas naturales más bonitas de Europa?

• Ensenada En-Vau, Francia: en el centro de una pared de roca gigantesca situada en el Mediterráneo se esconde esta ensenada caracterizada por sus aguas turquesas que incluso en verano llegan a estar heladas. Sin embargo, la vista es impresionante y merece la pena ir a descubrirla.

Fotografías: Ensenada En-Vau, Francia

• Villasimius, Cerdeña (Italia): una gran vasta cantidad de agua azulada puebla esta amplia costa alargada que crea una de las piscinas naturales más impresionantes de Europa.

Fotografía: Villasimius, Cerdeña (Italia)

• Porto Moniz, Isla de Madeira (Portugal): no muy lejos de las Islas Canarias se encuentra la Isla de Madeira, donde puedes encontrar un promontorio de rocas que hacen de contención al agua que llega del mar y que crean un reflejo perfecto de las aguas que contiene tornándolas en un maravilloso espejo.

Fotografías: Porto Moniz, Isla de Madeira (Portugal)

• Playa de Ses Illetes, Formentera: se trata de una línea extensa de tierra situada en medio de un mar turquesa. Si el viento sopla en uno de los lados, creando oleaje, el otro será en el que se convierta en una de las piscinas naturales más increíbles de nuestro país.

Fotografías: Playa de Ses Illetes, Formentera

• Río Verzasca, Suiza: se trata de un río de montaña de unos 30 kilómetros en el que se crean piscinas naturales de hasta 10 metros y donde predominan las aguas claras y turquesas. Eso sí, el agua está muy fría y a menudo se crean peligrosas corrientes.

Fotografías: Río Verzasca, Suiza

Maravillosas piscinas naturales, ¿verdad? Sin duda, lugares imprescindibles donde ir a perderse al menos una vez en la vida y nadar en sus magníficas aguas. Pero siempre  puedes planificar un viaje, para los que nos conformamos con menos, podemos solicitar la construcción de una piscina en el jardín de casa, o incluso piscina interior, hasta en terrazas descubiertas.

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