El verano está avanzado y el calor y la humedad son buenos compañeros para que insectos de todo tipo proliferen a nuestro alrededor. Hoy vamos a desvelar los "secretos" para que este verano evitemos las picaduras molestas y mantengamos a los insectos alejados. Recetas fáciles con plantas conocidas, que vamos a utilizar tal y como nos lo han transmitido nuestros mayores.
Los plaguicidas comerciales que utilizamos para ahuyentar a los parásitos son con frecuencia más dañinos que los propios parásitos. La naturaleza ha resuelto de forma eficaz la defensa de ataques por plagas a determinadas plantas, utilizando como repelente la fuerza de otras especies. El saúco, el espliego o el romero son algunas de estas especies cuyas propiedades podemos emplear para ahuyentar de forma natural a los insectos.
Es aconsejable manipular las plantas teniendo conocimiento de sus propiedades y sabiendo que la potencia de cada una puede ser muy variable frente a los insectos, ya que algunas especies producen venenos que pueden ser mortales para las personas.
Espliego y romero.
Métodos para repeler a los insectos.
Nuestros antepasados conocían muchas de estas propiedades, consiguiendo los remedios de las plantas que crecían cerca de los lugares donde habitaban. En la edad media, muchas de estas especies de olor picante eran extendidas por el suelo para repeler a las moscas. El tanaceto es un buen repelente y se utilizaba para frotar la carne, evitando que las moscas se acercasen.
Contra
los mosquitos,
hay plantas que son potentes insecticidas que los paralizan. Para
evitar las molestas picaduras cuando estamos al aire libre, nos
podemos frotar brazos, piernas y cuello con hojas
frescas desaúco, que
encontramos a los lados de los caminos o en bosques cercanos. el
efecto durará 20 minutos aproximadamente. Otro buen repelente lo
conseguiremos con una infusión de cabezas de flor de manzanilla,
hojas de saúco y ajenjo. Una vez frío nos lo aplicaremos sobre la
piel y se evitan las picaduras de insectos. Podemos llevar la
infusión en un frasco, una pequeña cantidad para poder volver a aplicarlo
con frecuencia.
Hojas de nogal