El ejemplar de La Razón anuncia a bombo y platillo un paro del 14.9% y un PIB del 3.2% para el 2019
as carcajadas de don Juan Carlos y Florentino en el decisivo contra Borussia, pintan de optimismo la portada de Marhuenda. En los balcones de la fachada, los pronósticos del paro y el PIB para dentro de seis años, visten de fantasía el primer día de mayo, más negro de la democracia. Con más de seis millones de parados arrojados por la EPA. El ejemplar nº 5249 de La Razón anuncia a bombo y platillo un paro del 14.9% y un PIB del 3.2 para el 2019. Es precisamente, la búsqueda de una aguja para tejer, con suposiciones y premoniciones, las vergüenzas de su partido, la que mancha de rubor la profesión del periodista por la praxis de los otros.
En los zócalos de la portada, los discípulos de la Caverna tapan con sus rodillos las grietas de la Derecha. La línea del Supremo en cuanto a "la invalidez de las fotocopias como prueba judicial" es vendida con alegría por la casa de Marhuenda. La satisfacción por destacar en la fachada: un titular que deja en buen lugar al ex-tesorero de las gaviotas, sirve al director de La Razón para ponerse la medalla en el circo de los suyos. Gracias a que son fotocopias "los papeles de Bárcenas", podemos dormir tranquilos.
Sobre las cabezas de Pérez y el Monarca lucen como rótulos futboleros las frases extraídas de las entrevistas mantenidas con el presidente de la CEOE y el líder de Comisiones.Para alegría de los jóvenes, Rosell: "está seguro de que todos los jóvenes desempleados dirían que sí a un "minijobs" – o dicho de otro modo: a un trabajo basura de 40 horas a la semana y unos 400 euros al mes -". Para Toxo – con la que está cayendo en las angustias civiles – no "especula" con otra huelga general.
En los zócalos de la portada, los discípulos de la Caverna tapan con sus rodillos las grietas de la Derecha
La portada comentada en los párrafos de arriba ilustra con creces la antítesis a la "democracia de audiencia" reivindicada hace una semana en las páginas del Rincón. La búsqueda de un titular alejado de la realidad – a seis años vista – contrasta con un primero de mayo, marcado por la indignación de un país que: "quiere y no puede" trabajar. La imagen del Rey pletórico y sonriente alejado de la Zarzuela, distorsiona la realidad de una Corona deteriorada por sus grietas. Las frases entrecomilladas de Fernández y Rosell muestran la desesperación de un Director por maquillar la verdad con el propósito de agradar a sus fieles ideológicos. Desde la Crítica solamente nos queda denunciar ante la intelectualidad: los discursos que se cuecen en las cloacas de La derecha. Cierto.
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