Del reportaje a Simona Levi, activista catalana por la cultura libre, publicado en el “Ñ” de la otra semana, seleccionamos algunos de los párrafos más interesantes de sus argumentos.
(Internet es un derecho) como la vivienda o el bienestar físico. Igual que lo es la movilidad de la gente y por eso el transporte también debería ser gratuito.
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(La red neutral) es una red no intervenida, no dirigida como la grilla de televisión. Las empresas, la propiedad, los gobiernos, no deben juzgar quien se conecta, a qué velocidad o qué puede visitar y qué no. Y deben tener la misma fuerza y capacidades una multinacional que la tienda de un señor de a pie.
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Se están formando en la red un montón de alternativas para rentabilizar las propias capacidades. Requieren esfuerzo, pero también lo requería antes que alguien te publicara un disco y la radio te pasara los temas.
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...un portal americano que se llama Kickstarter, que se basa en el crowd-funding. Es una plataforma on-line que hace de intermediaria entre artistas y la multitud. En el portal se cuelgan proyectos de todo tipo: películas, estudios, obras… Con todos los detalles de planificación y las necesidades económicas o de recursos. Así la gente juzga las posibilidades de una obra y decide si quiere invertir en alguna y con qué cantidad, convirtiéndose en accionista de aquella obra. Me gusta porque combina muchos niveles, pueden invertir los ciudadanos de a pie pero también las grandes productoras.
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La ventaja es que con Kickstarter puedes ir probando, mientras que con los discos los editabas y tenías que esperarte para saber si tendría buena acogida. Hay proyectos que enseguida consiguen el dinero y otros que no reciben nada. En estos casos hay que plantearse mejorar el proyecto o incluso dedicarse a otra cosa. Lo que no tenía sentido era lo de antes, que te endeudaras a gran escala para producir una obra que luego no se sabía si vendería o no. Es anticuado e insensato esto de tener que suicidarse antes de empezar. Internet, en cambio, permite probar si tu música o tu literatura funcionan, recibir comentarios, comparar, sin que te cueste tanto. Es mucho más sano esto que vender tu alma a un tipo que se hipoteca por ti, es una cadena de desgracias en la que sólo unos pocos se salvan.
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A partir de ahora el negocio estará en los contenidos 'live' [en vivo] y los que circulen rápido. Lo que más gusta ahora son las cosas en directo, en persona. Hasta el negocio editorial, que era el que menos innovaba, se empiezan a plantear las lecturas-charla, las conferencias… Y además de lo 'live', el negocio pronto también estará en la circulación por Internet: Streaming, descargas…
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Al fin y al cabo, cuesta un tiempo y un esfuerzo descargarse las cosas, así que si no tienes tiempo pues lo delegas o lo compras a un precio razonable, a un euro o dos. También me gusta porque es un medio justo: Madonna no se arruinará por vender un poquito más barato y los alternativos, que nos cuesta más encontrar sus canciones para descargárnoslas, podrán vender un poco más. No te importa pagar dos euros por una música que acabas de descubrir, que te sorprende; pero si te piden 25 euros, ¡pues claro que te lo pensarás! En general las descargas han estimulado al sector, se ve más cine, se escucha más música. Las películas del festival Sundance están en descarga, pero la gente también se las compra.
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Es que el tema no es vivir sin derechos de autor. Justamente los que los defienden tanto, esconden que estos derechos se usaban para precarizar el talento de la gente. En especial en los contratos para televisión y editoriales. Los guionistas, por ejemplo, no cobran por las decenas de guiones que escriben sino sólo por los pocos que llegan a emitirse. Hay experiencias alternativas que han funcionado. La librería cooperativa Traficantes de Sueños, por ejemplo. Funciona, hay gente viviendo de los libros que venden. Según explican, la clave es volver a los nichos de mercado, a los grupos de interés. La tendencia es volver a lo micro, a lo especializado, a una medida más humana, en vez de las grandes superficies donde está todo junto. Una novela es muy difícil pasarla a life, porque su placer es leerla en la cama o tumbada al sol. El 'live' de los libros es lo que haces con ellos.
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...antes, sin Internet, ¿qué hubieras hecho? Hubieras ido puerta por puerta, intentando vender tu reportaje a la prensa o a los editores de estos libros de fotos tan bonitos. A veces te lo compraban y a veces no. Ahora realmente es lo mismo, sólo que tienes la opción de colgarlo y que se te conozca.
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Soy muy crítica con la comunidad artística, esta idea que teníamos de los artistas como vanguardia del pensamiento… Los artistas también se han vendido a los reyes, al poder, a la propaganda… Ha habido toda una tropa de servidores y es una de las cosas para las que se utiliza el arte. El arte ha servido para transformar cosas, pero también ha servido para vestir el poder vigente en cada momento. Y hoy, como siempre, es difícil encontrar artistas que se planteen su función transformadora.
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Se ha enfatizado demasiado la parte de expresar el propio yo, contar los propios sentimientos. De hecho es lo que mayoritariamente se enseña en las academias. Tanto que en la mayoría de cosas que vemos como espectadores, salimos pensando para qué nos han hecho venir a oír su vida y sus cosas. Se ha eliminado, ya no se enseña, el deber artístico de comunicar. No vale sólo expresar algo, tiene que llegar, emocionar, aportar algo al interlocutor. Así me lo enseñó mi maestro, Lecoq. No vale llegar, abrirse y si se me entiende bien y si no, también.
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Yo no dejaré de hacer lo que hago por miedo a que me retiren las subvenciones, pero buscaré dinero donde lo haya. No cogeré dinero del tráfico de armas, porque no me va fomentarlo, pero el dinero público en teoría es para todos y nos lo hemos sudado entre todos, o sea que es el dinero menos sucio que hay. Vengo de ambientes antisistema muy puristas, en Italia, pero con el tiempo he aprendido que si se vive mal no se puede hacer nada trasformador. En la sociedad actual necesitas un mínimo de dinero para vivir, si no, te aplastan con pleitos y no puedes pagar ninguna obra. No tengo hijos, así que necesito que el mundo mejore en vida mía, no puedo consolarme pensando que lo verán mis descendientes.
Reportaje de MERITXELL M. PAUNE a SIMONA LEVI
“Simona Levi: 'El arte sirve para transformar, pero también para vestir al poder vigente'”
(“ñ”, 17/01/11)