El virus que llega a provocar esta enfermedad conocida como la tuberculosis es el Mycobacterium tuberculosis, mismo que llega a afectar determinados órganos pero principalmente, a los pulmones. Las madres que están en etapa de gestación pueden llegar a contagiar al feto con esta enfermedad, algo que se da al tragar el líquido amniótico infectado con el virus.
Incluso se habla de una infección luego del nacimiento, algo que podría darse de diferentes maneras pero principalmente cuando el recién nacido respira microgotas infectadas con el virus de la tuberculosis; la mayoría de los niños nacidos de madres infectadas por este virus pueden llegar a desarrollar la enfermedad en el primer año de vida si no se les ha otorgado un tratamiento con antibióticos. La enfermedad tuvo una gran afección en el siglo pasado y en la época conocida como Revolución Industrial, algo que se provocó por el desplazamiento de una gran cantidad de personas hacia las ciudades, lugares en donde se llegó a vivir en precarias condiciones higiénicas.
Síntomas y prevención de la tuberculosis
A pesar de que la mayor incidencia de contagio de la tuberculosis se produce en medio del aire (con microgotas infectadas por el virus), también puede darse por la ingesta de una leche no pasteurizada. Una persona que llegue a padecer de esta enfermedad puede mostrar los siguientes síntomas:
- Intenso cansancio.
- Sudoración en exceso.
- Malestar general.
- Pérdida de peso.
- Presencia de sangre en los esputos.
- Tos seca persistente.
- Temperatura corporal de 37 37.5 °C.
Para evitar la infección de la tuberculosis se requiere de una detección precoz de esta enfermedad; la OMS menciona como actividad urgente a la vacunación con BCG en recién nacidos que puedan tener una alta incidencia de tuberculosis, algo que puede contemplarse también dentro del calendario estudiantil infantil. Sólo se la debe administrar por una vez, ya que la revacunación no aprobado efectividad. Esta vacuna está contraindicada en casos de personas con sida sin importar su edad; una persona que viaje hacia alguna región en donde la incidencia de la tuberculosis sea alta, no debe beber leche o cualquier otro producto lácteo de la misma sin que previamente, haya sido pasteurizada.