Revista Tecnología

Las primeras bolas de billar eran explosivas (literalmente)

Publicado el 21 mayo 2015 por Jorge Luis Barrios Mejia @BlueScire

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El billar es de esos deportes que ya tienen muchos años entre nosotros, tiene múltiples variaciones y parece nunca cansar. Presente en salones de juegos y bares alrededor del mundo, el Billar o pool tiene una mecánica simple: En una mesa con un palo denominado taco, se golpea una bola hacia otra buscando que esta ultima entre en cualquier agujero o tronera dispuesto en la mesa. Sin embargo no parece ser muy extremo que se diga, pero hubo una época en la que jugar billar probablemente te dejaría con quemaduras y heridas.

Originalmente las bolas de billar eran hechas de Marfil, material obtenido de los colmillos de elefantes, el problema principal de este producto era que era muy difícil de obtener y escaseaba demasiado. La solución mas simple era buscar un material que lo sustituyera, sin embargo difícilmente un material podía asemejar lo suficientemente bien las características que el marfil le brindaba a las bolas.

Fue en el año de 1862 que Alan Parkes patento por primera vez un plástico creado por el hombre, al que denomino Parkesina. Pronto este material se empezó a utilizar  para reemplazar el marfil de múltiples objetos de lujo, como peines, cuchillos y accesorios. Unos años después, un componente parecido a la parkesina, formado por nitrocelulosa, se empezó a comercializar como el sustituto perfecto del marfil.

En esa época, el billar era el deporte de interiores de moda, y la demanda de bolas de billar era tan alta que empezó a existir un problema de abastecimiento al no haber suficiente marfil, esto llevo a “Phelan and Collender”, una compañía que elaboraba dichas bolas a ofrecer una recompensa de 10,000 dolares (una gran cantidad en esa época) a quien pudiera crear un substituto viable del marfil para sus bolas.

Dicho anuncio provoco que John Wesley Hyatt creara el celuloide, un plástico basado en la nitrocelulosa que estaba recubierto con piroxilina diluida en Éter y alcohol. Como te podrás imaginar al escuchar esta combinación. Dicho material resulto ser muy inflamable. Sin embargo fue en las bolas de billar que dicha alteración se manifestaba mas. Al ser constantemente golpeadas entre si, las bolas se prendían en fuego, y algunas veces, como que si de una película de Michael Bay se tratara, explotaban. Así que si te topas con una juego de billar antiguo, piensa dos veces antes de jugar.


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