“Let it Go, Let it Go…”
Todos hemos escuchado el popular coro de la película de Disney Frozen, y es que con su personaje, Elsa, Disney retomó la popularidad entre grandes y chicos de todo el mundo. Hoy es la película animada que más dinero recaudó en la historia del cine.
Con tanta euforia entorno a las películas de Disney muchos padres e investigadores han mostrado su preocupación en torno al posible efecto que pueden tener sus personajes (en especial las princesas) sobre la autoestima, imagen corporal y el fomento de estereotipos en los más chicos.
Una investigación entrevistó cerca de 200 niños estadounidenses de casi 5 años de edad y a sus padres, para evaluar si realmente las princesas de Disney tenían un efecto negativo en el aprendizaje y desarrollo de los niños.
En concreto, el estudio evaluó qué juguetes preferían los niños y niñas de la investigación y con cuánta frecuencia veían algún programa o pelìcula de Disney que giraba entorno a una princesa. También se pidió a los padres que completarán un reporte de conducta de sus hijos.
Estereotipos y autoestima
Los resultados mostraron que el 96% de las niñas y el 87% de los niños había visto alguna de las películas o series de Disney. A diferencia de los varones, las niñas eran más propensas a adoptar las narrativas de las películas durante los momentos de juego.
Al comparar los resultados, después de un año de seguimiento, se encontró que la frecuente exposición a los juegos y películas de princesas de Disney, se relacionaba con fuertes conductas estereotipadas de género en las niñas. Aquellas niñas evitaban todas las experiencias que no se consideraban como femeninas, por ejemplo: jugar con otros tipos de juguetes o ensuciarse mientras jugaban, porque esa no era la manera en que las princesas se comportaban. Estas niñas eran más propensas a expresar creencias de que las niñas deben tener diferentes oportunidades y objetivos en la vida.
También se exploró si había relación entre la autoestima de las niñas y el uso de los productos y películas de princesas de Disney, y el estudio no encontró que afectara la autoestima y autoimagen de las niñas. Sin embargo, los investigadores explican que quizás, se podría encontrar efectos en la autoestima con un seguimiento más prolongado (recuerden que este estudio sólo hizo un seguimiento de un año). No obstante, esta es una hipótesis que se debe comprobar.
Otro dato que es importante resaltar es que los padres jugaron un rol importante en el aprendizaje de las conductas estereotipadas. Según los hallazgos, los padres reforzaban la cultura de las princesas de Disney, lo cual podría también tener serias consecuencias a largo plazo en el desarrollo de las niñas. Aquellas que han sido criadas como “princesitas consentidas” son más propensas a darse por vencido ante las situaciones difíciles de la vida, se esfuerzan menos y generalmente se concentran cualidades superficiales, como la belleza.
Un efecto positivo en los varones
Uno de los hallazgos que más interés generó fue que los niños varones que jugaban y veían películas semanales relacionadas con las princesas de Disney tenían mejor autoestima y eran más atentos con los otros. Este hallazgo fue bastante pequeño, pero valdría la pena explorarlo aún más.
No podemos terminar el artículo sin antes aclarar que este estudio es correlacional y por tanto no podemos atribuir ninguna responsabilidad causal a los personajes de Disney. Hay una relación importante que necesita más atención por parte de los investigadores. Para los padres es un llamado de atención, hay que ser cuidadosos con los tipos de crianza que se refuerzan en nuestros hijos. Es bonito ver a una hija vestida de princesa, pero lo más importante debe ser poder enseñarle a desenvolverse en distintos roles, que pueda explorar el mundo, esforzarse y no esperar nada regalado por el simple hecho de ser bonita.
La investigación está disponible en la revista Child Development y fue desarrollada por investigadores del Brigham Young University.
Fuente: Quartz