Las princesas también dan el pecho

Nos guste o no, las personas famosas se convierten, directa o indirectamente en iconos de tendencias y modas más o menos prosaicas. Y, nos guste o no, influyen en las decisiones del pueblo llano. A lo largo de los siglos las mujeres de la aristocracia y la realeza, delegaban la tarea de amamantar a sus hijos en nodrizas. Estas eran escogidas con sumo cuidado y llegaban incluso a ser inmortalizadas junto a los reales bebés. Esa "moda" convirtió la lactancia materna en algo relacionado con mujeres pobres o de clases sociales bajas. Cada vez son más las voces que se levantan a favor de la lactancia materna y el hecho de que las reinas y princesas decidan dar el pecho es un pequeño granito de arena que es de agradecer. En los últimos días hemos visto a Kate Middleton salir espléndida de la clínica con su bebé en brazos al que ha decidido dar el pecho. Igual hicieron otras princesas como Mary de Dinamarca con sus cuatro hijos, los dos últimos gemelos, o Letizicia, con las pequeñas Leonor y Sofia. Otros nombres reales como la reina de Inglaterra, su nuera Lady Di, Margarita de Dinamarca, Rania de Jordania o Gracia de Mónaco se unen a esta lista de "lactancia materna real". Si viajamos atrás en el tiempo, la lista se reduce a algunos nombres sueltos y espaciados en el tiempo. María Eugenia de Battemberg, en el siglo pasado, Juana I de Castilla en el XVI o Berenguela La Grande en el remoto siglo XII. Estas mujeres no son mejores ni peores que el resto de madres del mundo pero a su manera han reaccionado contra sus propias tradiciones. Con su gesto han colaborado en la defensa de una de las opciones más beneficiosas para los bebés, la lactancia materna.