¿Playa o montaña? ¿La suave brisa marina o respirar aire puro en las alturas? Estas son las preguntas más comunes al planificar las vacaciones de verano. Tanto para indecisos como para los que son de ideas fijas, te proponemos una selección de alojamientos para disfrutar con ambos parajes de una manera diferente.
Relax en un entorno natural norteño
En el corazón del Courel (Lugo), declarado como Zona de Especial Protección de los Valores Naturales, se encuentra Aldea do Mazo, un alojamiento rural que cuida con mimo cada servicio. El turista podrá relajarse y disfrutar de una rica enogastronomía pero, sobre todo, podrá vivir una experiencia de lujo en su piscina climatizada con vistas a la verde naturaleza.
Al calor de la costa andaluza
A medio camino entre el centro cultural de Málaga y la tranquilidad del campo podrás encontrar el Cortijo Doña Carmen, una típica construcción andaluza decorada con un estilo rústico. Situada a 600 metros de la playa, también cuenta entre sus instalaciones con una piscina de agua salada abierta todo el año, ideal para tomar el sol o leer un buen libro. Sus grandes terrazas y su patio al puro estilo andaluz, idóneo para disfrutar de un gran desayuno, son de obligada mención.
Descanso en la serranía de Córdoba
Siguiendo con el estilo andaluz, el Cortijo el Masegal se sitúa en Carabuey (Córdoba), en las Sierras Subbéticas, a pocos kilómetros de los pueblos con encanto Priego, Cabra o Zuheros. La casa se encuentra encerrada entre un pequeño bosque de árboles frutales con unas impresionantes vistas al pueblo y a su castillo. Además, cuenta con una piscina exterior perfecta para darse un chapuzón tras una jornada de senderismo.
Alicante no es solo sol y playa
La Casa Rural El Pao propone a sus huéspedes actividades en total respeto con la naturaleza, sin dejar de lado la relajación, la intimidad y el bienestar. Para que la experiencia del viajero sea inolvidable, los propietarios ponen a su disposición documentación sobre la región y organizan excursiones guiadas a pie, en bicicleta de montaña y a caballo por la zona, y a la vuelta, un spa con jacuzzi y sauna finlandesa les estará esperando.
La estancia más mediterránea
Muy cerca de la gran playa de Sant Pere Pescador, una de las últimas playas vírgenes del litoral catalán, se encuentra L’Hort de Sant Cebrià, un alojamiento ideal para visitar los atractivos de la Costa Brava. La casa, construida en piedra a principios del siglo pasado, debe su singular arquitectura a que funcionó como cuartel de la Guardia Civil. Su categoría de cuatro espigas adelanta una escapada en un ambiente refinado, relajante y tranquilo.
Una costa verde y de acantilados
Zearreta Barri es perfecta para quien quiera disfrutar de la playa y romper con los tópicos del turismo masivo de costa. En Barrika (Vizcaya) se enclava este alojamiento de seis habitaciones, todas ellas con terraza para disfrutar de hermosas puestas de sol y de las vistas panorámicas de Castro Urdiales, Laredo o Isla.
(Fuente: Escapadarural.com)
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