'Las ranas también se enamoran' de Megan Maxwell

Es nochevieja. El 2010 acaba de empezar. Marta, Patricia y Adrián, se preguntan que les deparará el nuevo año. Los tres trabajan en el taller de trajes de flamenca de la conocida sevillana Lola Herrera y además de compañeros de trabajo, son buenos amigos, de esos con los que puedes contar en todo momento.
Marta, la protagonista de esta historia, no ha tenido una vida fácil. De bebé fue abandonada y criada en un orfanato de Valencia. Tuvo dos familias de acogida y las dos le salieron "rana" (nunca mejor dicho...).
La primera, porque cuando la mujer murió, el hombre no quiso hacerse cargo de ella.
Cuando el padre de la segunda familia intento propasarse con ella, escapó, viviendo entre los once y los quince años, con un grupo de chicos de la calle.
Para rematar esos tiempos tan duros, se enamoró de Gabriel y la mala fortuna hizo que quedara embarazada. Este hecho supuso su tercera gran decepción con los hombres porque el padre de su hija se desentendió por completo del tema y desapareció como por arte de magia, al enterarse de su estado de buena esperanza.
Al principio su idea pasaba por darla en adopción, pero cuando la tuvo en sus brazos, ya no la pudo soltar. Unas monjas las acogieron a las dos, cuidando de su hija Vanesa mientras ella limpiaba portales y casas. Y ¡¡lo que es la vida!! En uno de esos portales conoció a Lola, la famosa diseñadora de trajes de flamenca, que se apiadó de ella y la contrató de interna en su hogar.
A los 19 años le ofreció un empleo en su taller como aprendiza y poco a poco Marta fue ascendiendo en la empresa, "aquella muchacha le demostró que valía para todo lo que se propusiera. Su decisión y su fortaleza fue algo que a Lola siempre le admiró". Pero ella no era una jefa, era la madre que nunca tuvo y que además adoraba a Vanesa.
En los primeros capítulos, Patricia le propone jugar a "la rana": 
--"¿Cual es el juego de la rana?
-- Como el de la oca. Pero esta vez se dice: de rana en rana y busco otra porque me da la gana.
-- Ah... pensé que era de rana en rana y me tiro otra porque me da la gana.
-- Mujer... pretendía ser más fisna y elegante"
Y entonces  Marta conoce a Philip. Empieza el juego con "su rana", disfrazada de rubio guiri trajeado.  Entonces no podía ni tan siquiera imaginar que, entrando al trapo, se podría estar tirando piedras sobre su propio tejado.
Sus primeros encuentros son más bien encontronazos, ambos tienen bastante genio y hacen gala con demasiada frecuencia de comentarios irónicos, dando la sensación de que nunca van a conseguir entenderse, de que se caen fatal.
Sólo coinciden en una cosa: ninguno de los dos quiere un compromiso serio, una relación duradera, ni nada más allá de pasar un buen rato, un poco de compañía, un poco de calor... Y es por eso que firman un trato que ninguno debe incumplir:--"Pero que quede claro que esto es sólo sexo. Algo sin importancia entre tú y yo. Nada de relación. Nada de exclusividad ni reproches. Ambos somos personas adultas y libres para hacer lo que queramos ¿hay trato?
Aquello era el mejor ofrecimiento que le habían hecho nunca. Dispuesto a disfrutar de lo que tenía entre sus brazos asintió besándola.
--Trato hecho, honey".
Pero como ya se sabe, los designios del amor son inescrutables y los polos opuestos se atraen, ¿quién sabe adónde les llevará tanta discusión? ¿Incumplirán su trato o dejarán escapar ese tren que sólo pasa una vez en la vida?
Mi opinión personal
El libro tiene una preciosa cubierta roja, muy roja, con una rana que sostiene un corazón. Ya conocía este libro por haber leído varias reseñas, en otros blogs, y aunque la novela romántica no es especialmente mi género preferido, en cuanto que la tuve entre mis manos, ya no pude despegarme de ella.
Una curiosidad: al abrirlo para hojearlo, me sorprendió el hecho de que cada capítulo, dé comienzo con una ranita negra (a veces dos) en distintas posturas, posiciones
Me ha parecido muy atinada la forma que tiene de describir la relación tan compleja entre madre-hija, únicamente por estar Vanesa en esa edad tan difícil de llevar que son los 16 años, tanto para ella misma como para todos los que la rodean, porque lejos de esa complejidad, ambas sienten adoración la una por la otra.
He pasado muy buenos ratos con esta lectura, me han encantado los cuatro personajes importantes de la historia: Lola, Marta (la protagonista), Patricia y Adrián (sus compis, a la par que amigos del taller), además del guiri, por supuesto.
Adrián, es sin duda el que más me ha hecho reír con esas salidas suyas y ese tonito de gay con acento andaluz, tan carismático él...
Megan Maxwell nos narra una complicada historia de amor (o varias), con sentimientos, muchas escenas de sexo tórrido y diálogos divertidísimos con mucho mucho humor. Te sorprenderás a ti mismo/a, riéndote solo/a con el libro en la mano, algo que a mí particularmente me parece bastante cómico.
"Las ranas también se enamoran" es un libro ideal si vas buscando, evasión, una lectura fresca, divertida, que no te haga pensar demasiado y que te desconecte del mundo exterior.
Algo sobre la autora
Esta escritora conocida sobre todo por sus novelas románticas, nació en Alemania, pero vive en Madrid, ciudad a la que adora según nos cuenta en su página web.
De pequeña ya sentía pasión por la escritura. Empezó su andadura literaria con novelas de géneros muy variados, pero fue con la romántica con la que consiguió editar en 2009.
Le han concedido varios premios: en noviembre de 2010 con "Fue un beso tonto", ganó el Premio Dama de Clubromantica.com en la categoría de mejor chick lit, y meses después el Premio Rosas de la Revista Romántica´s al mejor romance actual chick-lit . En ese mismo año ganó el premio internacional de novela romántica Seseña 2010 con su obra "Niyomismalose", que salió al mercado en abril de 2011. Y respecto al libro que hoy nos concierne, éste también le dio la satisfacción de ser ganadora del Premio Dama 2011 en la categoría de mejor Chick Lit.
Por si alguien no tiene muy claro de que va lo de "Chick lit", os remito al blog Papel en blanco , donde Eva Paris nos lo explica de forma pormenorizada. Pero de forma breve os contaré que es un subgénero de la novela romántica, con unos personajes estereotipados: mujeres, especialmente jóvenes, que trabajan, entre los veinte y los treinta años, independientes, que intentan conjugar su vida laboral con la personal y que está muy en auge últimamente. Una obra que se toma como referente, es  el archiconocido “Diario de Bridget Jones”
Otra curiosidad: su nombre verdadero es Carmen, pero eligió como pseudónimo para firmar sus obras el nombre de la protagonista de su primera novela “Megan”
Sus novelas publicadas:

• Te lo dije (2009)
• Fue un beso tonto (2010)
• Niyomismalosé (2011)
• Te esperaré toda mi vida (2011)
• Las ranas también se enamoran (2011)
• Olvidé olvidarte" (Enero 2012) 

Os dejo una entrevista a la autora en la web “Literaturas.com”. y el  Booktrailer:

En la Semana Simof en Sevilla, los profesionales del sector flamenco se reúnen para enseñar las nuevas creaciones. El comercio de Lola tiene allí un stand y todos pasan unos días desconectados de la
rutina diaria.
En el evento conocen a Antonio el futuro marido secreto de Lola, un cliente exportador de sus trajes al extranjero. Hace tiempo que llevan su relación en secreto y ya están planeando su boda, que será en Londres.
Antonio tiene un hijo, Philip, un guiri estirado y trajeado, que Marta no soporta, porque cada vez que se encuentran, se pelean.
Después llega la Feria de Abril de Sevilla y allí, para desagrado de ambos se vuelven a encontrar. Marta le cuenta a Adrián que son tan opuestos que "con vernos se nos erizan los pelos..."
Después de varios tropiezos, plantones y peleas, los dos se empiezan a arrepentirse del pacto y Marta ya no quiere que sea su "rana", no quiere compartirlo con nadie, le quiere sólo para ella.
Y aunque hay momentos en los que se vislumbra la imposibilidad de que estos dos cabezotas acaben juntos, como buena novela romántica que es, ¡¡¡vivieron felices y comieron perdices...!!!