Hubo un tiempo en el que el deporte femenino atraía tanto como el masculino. Eran las décadas de los años veinte y treinta. Mujeres que se ganaban un sueldo siendo deportistas profesionales. Era la misma época en la que el todopoderoso balompié aún no dominaba todo el panorama deportivo español. Las mujeres destacaban en deportes como el tenis o el “frontenis”. Eran muchos los frontones los que había por España, y los había incluso únicos para aquellas jóvenes raquetistas. Un ejemplo, el Frontón Sierpes de Sevilla, uno de los más importantes del panorama nacional.
Raquetistas, años 30
Este frontón hispalense se ubicaba en el número 11 de la calle Sierpes, en pleno corazón de la ciudad. Se inauguró en 1935 y sus dimensiones eran de 25,45 metros de largo por 7,80 metros de ancho. El frontis tenía una altura de 8 metros. Los noticiarios de la época y los propios asistentes llamaban la atención por su belleza interior.
Aquella pista se construyó para que la disputa de partidos de frontón a raqueta o frontenis, una disciplina que era principalmente practicada por mujeres. La popularidad de este deporte era enorme, habiendo niñas que decían incluso “de mayor quiero ser raquetista”. Hay quienes dicen que esta fama no era tan positiva pues se les tildaba de “mal habladas” o “de indecencia por estar rodeada y mirada por tantos hombres”. Habría de todo en aquella sociedad tan polarizada y politizada.
Las 381 localidades del Frontón Sierpes se llenaban con frecuencia. El primer motivo era el propio espectáculo deportivo. La segunda razón era el gran y verdadero negocio, las quinielas. Los asistentes podían apostar no sólo a ganador o perdedor, sino a una amplia variante de combinaciones. Había ocasiones en las que la entrada al recinto era libre como enganche para nuevos apostadores. Pero había un tercer atractivo, las propias jugadoras. En aquella España recatada ver a jóvenes chicas guapas practicando deporte, era todo un espectáculo “erótico” para los hombres. La propia prensa hacía referencia a las deportistas como “las bellas raquetistas” o “las lindas pelotaris”.
La fama de este frontón sevillano hizo que las mejores raquetistas del panorama nacional viniesen a jugar a Sevilla. El ambiente que las rodeaba decía también mucho, con partidos frecuentados por famosos toreros, futbolistas, etc.
Con la Guerra Civil los espectáculos deportivos no cesaron en el Frontón Sierpes. Junto a las raquetistas (para las que se había construido el frontón), la empresa también contrató a algunos manistas para diversificar la oferta. Pero la guerra se hacía notar. Los encuentros se iniciaban escuchando el himno del bando “nacional” brazo en alto.
Calle Sierpes, década de los 30.
La pobreza de la posguerra influyó notablemente en la decadencia de este tipo de espectáculos. A partir de 1945 se empezó a usar el frontón como el cancha de baloncesto. Poco después cerró.El Frontón Sierpes es sólo un ejemplo de aquella cultura polideportiva que existió, no sólo en Sevilla, sino en toda España hasta la década de los cincuenta, sobretodo. Igualmente es un buen recuerdo de aquellas mujeres pioneras del deporte profesional femenino
Hoy en día siguen existiendo raquetistas. IberoAmérica, Francia y España son los principales practicantes de este deporte. Entre todos, pero sobretodo desde las instituciones, debemos apoyar y fomentar la práctica de los deportes minoritarios (el fútbol se alimenta sólo). Sólo así conseguiremos tener, o recuperar, una cultura deportiva diversa, que, a fin de cuentas, también es cultura.
Autor de esta entrada: Dani Antón . Gestor cultural, documentalista histórico y bloguero. Twitter: @DaniAnton // Linkedin
Fuentes:
- http://pelotamanoremonte.blogspot.com.es/2014/04/historiasde-la-pelota-la-vida-y.html
- http://etdm2014.org/tag/fronton-sierpes/
- http://museodeljuego.org/wp-content/uploads/LAS-RAQUETISTAS.pdf
- http://hemeroteca.abcdesevilla.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1937/09/19/018.html
- http://www.manista.com/wp-content/uploads/2012/06/PB2012A.pdf
- http://bizkaikoa.bizkaia.eus/fitxategiak/irudiak/23_10_2013__10_13_51_Katalogoa-Cat%C3%A1logo.pdf