El presidente de Valencia, Ximo Puig, rompe la disciplina fiscal del sanchismo y baja los impuestos. Algunos ven en ese gesto un intento de apartarse de Pedro Sánchez, que es tan rechazado por los españoles que lleva a los socialistas a perder elecciones. Ante la estruendosa derrota del sanchismo que ya anuncian las encuestas, cada día con más contundencia, muchas ratas que eran sanchistas empiezan a abandonar el barco para poder tener sitio en el PSOE del futuro, que sin duda será (o simulará ser) furiosamente antisanchista. El responsable del socialismo andaluz, Juan Espadas, ha sido el primer dirigente socialista que ha plantado cara al sanchismo en bancarrota negándose a firmar la petición de indulto que prepara el gobierno para el condenado por corrupto José Antonio Griñan. Y lo más cruel es que se ha negado apelando al Código Ético de los socialistas, un documento mil veces violado en la etapa sanchista. —-
Los presidentes socialistas de Extremadura, Valencia, Aragón y Castilla la Mancha tienen que tomar una decisión crucial: o se enfrentan ahora a Pedro Sánchez para tener sitio en el socialismo antisanchista del futuro o mueren con el sátrapa en las próximas elecciones.
Muchos cuadros y militantes socialistas con ambición están nerviosos y cavilando ante la duda de seguir al lado del sanchismo, hasta hundirse junto al denostado líder, o abandonar la nave que zozobra en busca de un sitio en el futuro.
Lo más prudente es huir porque el desastre socialista que reflejan las encuestas no es coyuntura sino tendencia firme porque millones de españoles ya han asumido que con Sánchez uno se muere más, se empobrece, pierde derechos y libertados, paga más impuestos y se siente mucho asco ante la arrogancia, la codicia, la inutilidad y la corrupción de los que mandan.
Sánchez es ya un dirigente amortizado y quemado que estorba a todos, incluso a los suyos porque resta votos. Hasta a la Unión Europe le parece ya un obstáculo. Hoy llega a España el comisario europeo de Justicia, cuya opinión conocida es que Sánchez impide que la Justicia española se despolitice porque el sanchismo es insaciable en su tiranía y quiere controlarlo todo.
Francisco Rubiales