La desnudez está demasiado mal vista en nuestra sociedad, pero solo en cierta manera. Hay todo tipo de morbo y atrocidades que están más aceptados que una persona exponiéndose sin tapujos. Pero hay ciertos niveles de exhibicionismo que se nos han vuelto naturales, como imágenes de revistas u otros en los que acostumbramos a ver cuerpos al descubierto, con la condición de que sean nada más que espectacular. Tal y como dice Lauren Martin, la contradicción es que este es nuestro estado es más natural, y le tenemos miedo. No aceptamos nuestro cuerpo como es, porque no tenemos conexión profunda con él.