La arqueoacústica es una de las formas más fascinantes de urgar en el pasado. Con dicha disciplina se busca comprender el papel que ha jugado el sonido en cada cultura utilizando sus artefactos. Aunque al principio no se tomó muy en serio, las innovaciones están conformando un campo fascinante capaz de llegar a cada vez más usuarios gracias a las redes sociales. Estas conexiones han propiciado la difusión de varios casos de éxito que son en sí mismos ejemplos vivos del pasado. La Universidad de Cambridge, por ejemplo, ha logrado reconstruir la lengua babilonia hablada para, así, poder recitar su poesía.
Ahora bien, la utilidad de Facebook para la educación es un tema que aun es materia de discusión. En opinión de Scott McLeod, profesor de Educación en la Universidad de Iowa, afirma lo siguiente: “Los adolescentes sólo utilizan el e-mail cuando se ven obligados porque necesitan comunicarse con nosotros, los viejos”. Sin embargo, el resto de interacciones las realizan a través de mensajes directos, ya sea en el muro de Facebook o mediante mensajería instantánea.
En principio, las redes sociales no serán capaces por sí solas de acercar la historia y la cultura a una generación que no ha sido educada para valorarlas.
Sin embargo, con las medidas oportunas, los jóvenes pueden ser “acorralados” con más frecuencia por un contenido educativo, organizado de una forma que comprenden y por unos canales que controlan. Es decir, esta forma de educar puede tener una presentación más atractiva que el viaje a un museo.
Una idea española presentada es Mi Rincón, la red social creada por el equipo de Rincón del Vago para que los escolares compartan sus contenidos y coordinen opiniones al respecto.
Probablemente estos pasos se encuentren con insinuaciones iniciales y con detractores que opinen que este sistema digital de aprendizaje está desnaturalizado. Sin embargo, si la educación es compartir conocimientos, renunciar a las herramientas sociales más populares seria, en nuestra opinión, en un grave error.
Via dangerouslyirrelevant