Esto que decía este famoso antropólogo ha generado bastante debate cuando se ha intentado trasladar al ámbito de las Redes Sociales. Y más que a las Redes sociales en general, nos referimos a las 2 Redes Sociales que encabezan el virtual “ranking de importancia” en cuanto al número de usuarios y el uso que hacen éstos de las mismas: Twitter y Facebook.El número de Dunbar es, según el antropólogo Robin Dunbar, la cantidad de individuos que pueden desarrollarse plenamente en un sistema determinado. Dunbar teoriza que este valor, aproximadamente 150 individuos, está relacionado con el tamaño del neocórtex cerebral y su capacidad de proceso.
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Cuando se crea un perfil en alguna de estas dos redes se hace encuadrándolo en uno de los dos tipos principales (aunque pueda luego cada uno de ellos pueda desglosarse en otros subtipos): Perfil personal y perfil corporativo (o marca)
PERFIL PERSONAL
Si hablamos de perfil personal, hay que diferenciar si es un perfil de Twitter o un perfil de Facebook.
Si es un perfil de Facebook la idea primigenia y la que suele mantenerse en el tiempo es la de establecer contacto con personas con las que se tiene un grado de contacto personal elevado, de tal forma que sólo se acepta y se interactúa con ese pequeño número con el que te encuentras realmente a gusto. Además, se trata de interactuar y mantener un contacto por medio de conversaciones en un tono con el grado de intimidad que se emplea con las personas allegadas – sean muchas o pocas – aprovechando los mecanismos que nos ofrece Facebook para decidir a quién dejamos entrar en nuestra conversación y a quién no. Atendiendo a esta situación es realmente complicado que ese tipo de contactos con los que se tiene esa relación más allá del simple conocimiento supere unas pocas decenas. Por lo tanto, dando a Facebook este uso y buscando un espacio virtual de ocio y contacto más personal, creo que el número de Dunbar es perfecto como límite para sentirse absolutamente cómodo.
Si es un perfil de Twitter la cosa cambia. Lo primero que hay que tener en cuenta es que en Twitter no podemos decidir quién nos lee y quién no, excepto que protejamos nuestras actualizaciones con el famosos candado. Aunque para eso es mejor que no estés en Twitter y traslades el cien por cien de tu actividad a Facebook. Pero esto es otra historia que formaría parte de otro post.
Inicialmente – según cuentan los más “ancianos” del lugar – Twitter fue concebido como un medio de comunicación entre usuarios basado en el concepto del SMS. Entonces hablaban de un sistema en el que compartir pensamientos o lo que fuera con personas, afines o no, de tal forma que cualquiera podía leer lo que estabas hablando con otros. Es verdad que, por comodidad y atendiendo al mismo criterio que hemos comentado sobre Facebook, el número de contactos ideal para no crearte un estado de ansiedad ante tanto mensaje, debería ser reducido. Lo que ocurre es que, una vez ha evolucionado Twitter y ha ido incrementando su número de usuarios, todos nos hemos dado cuenta de que sirve para mucho más que para “hablar” con tus amigos. Hemos visto con el tiempo, que es la mayor fuente de información y de Inteligencia colectiva que ha existido hasta el momento, en tiempo real y con una velocidad de propagación impensable hace apenas unos años. Así que, si tienes un perfil personal y no quieres sacarle el verdadero jugo a Twitter, sigue en contacto con tu puñado de amigos y no superes el número de Dunbar como fórmula para sentirte a gusto, desahogado y cómodo. Pero si lo que quieres es aprovechar lo que Twitter puede darte, entonces olvídate del famoso número y prueba a seguir a más de – por ejemplo – 1.000 usuarios. Verás que con un poco de práctica, lo dominarás perfectamente en unas pocas semanas.
PERFIL CORPORATIVO
En el caso de un perfil corporativo (marca) no vamos a diferenciar entre Twitter y Facebook, porque a efectos de seguidores y seguidos el criterio es muy similar. Otra cosa es que la estrategia a desarrollar en cada una de las dos redes sea diferente. En el caso de una marca sólo podemos tirar por tierra el número de Dunbar extrapolado a los contactos en Redes Sociales. Lo he pensado y he llegado a la conclusión de que, hoy por hoy, limitar el número de referencias (usuarios) que una marca sigue en Redes Sociales es auto – mutilar las posibilidades de crecimiento que tiene esa marca en ese entorno. De hecho, la gran mayoría de las marcas sigue a cuantos usuarios vea que pueden reportarle algún beneficio, sea del tipo que sea (conocimiento, duda, sugerencia,crítica, aplauso,…,económico) y este número de usuarios no tiene establecido el límite. Sería estúpido y una auténtica pérdida de tiempo para una marca estar desarrollando un trabajo constante en Redes Sociales y limitar su expansión a un número irrisorio de integrantes de su audiencia.
Por supuesto habría que hacer una subdivisión en el perfil personal y comentar sobre los que son “marcas personales” que se representan a si mismos. En este caso, el efecto sería el mismo que una marca corporativa, con el añadido de que, al ser una persona identificada como tal, las posibilidades de contacto aumentan en cuanto a seguidores y, por consiguiente, a seguidos.
Después de todo este análisis sólo queda concluir con algo que ya debería estar más que asumido por todos. Al fin y al cabo, detrás de una marca hay una persona (o varias), por lo que la división en dos grandes tipos de perfiles sólo es válida a la hora de explicar estrategias, y no a la hora de determinar la capacidad de síntesis, análisis o seguimiento de cada uno de ellos, puesto que ambos son lo mismo: Personas.
Nuestra conclusión, por tanto, es que la única razón de aplicar la teoría del número de Dunbar a nuestra actividad en Redes sociales está basada en la búsqueda de la comodidad y el desahogo y en la huída de la ansiedad o el posible estrés que puede generar el querer abarcar cada vez más. Pero lo que, al menos nosotros, tenemos muy claro es que en redes sociales es perfectamente posible superar el número de contactos que Dunbar nos propone en su teoría y hacerlo, además, con garantía de eficiencia y éxito.
La imágen aparece en un post del blog de Enrique Dans que habla sobre Redes Sociales y el número de Dunbar