Revista Sociedad

Las reivindicaciones y las críticas en el cuarto día

Publicado el 21 mayo 2011 por Emilienko
Las reivindicaciones y las críticas en el cuarto día
Hasta aquel cuarto día, muchos habían criticado que la finalidad de nuestra concentración era desconocida. Y en cierto modo tenían razón, porque hasta aquel momento no pedíamos nada concreto. Esa ausencia de finalidad los primeros días era lógica porque, ¿cómo saber hacia dónde dirigirnos si ni siquiera antes sabíamos quiénes éramos?
Personalmente, temía el momento en el que se redactasen los objetivos de la concentración. Cuando se trata de luchar por valores positivos (democracia, igualdad, sostenibilidad) todo el mundo está de acuerdo. Es cuando se discute cómo llegar a esos valores cuando aparecen las discrepancias.
En la mañana del viernes llegaron desde Madrid los objetivos a la mayoría de los asistentes de Sevilla. Eran numerosos, pero yo destaco los siguientes:
1. Reforma de la Ley Electoral y sustitución del método d'Hondt por otro más justo en el que los partidos minoritarios no resulten penalizados por el voto en blanco de terceros. Desde el colegio, cuando me enseñaron a hacer lo que en la E.G.B. llamaban "repartos directamente proporcionales" no entendí por qué hoy en día seguía vigente el método d'Hondt. Sea como sea, los manifestantes no parecíamos estar muy de acuerdo con su existencia. También se piden listas abiertas, de modo que se elijan personas, no listas cerradas de candidaturas.
2. Separación de Iglesia y Estado. ¿Ah, pero no estaban separados en la Constitución del 78? Me pongo a consultar el texto y encuentro en el artículo 16.3 dice: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones". Yo respeto el credo de cada uno del mismo modo que exijo que se respete el mío propio, pero un artículo así en pleno siglo XXI lo veo como mezclar tocino y velocidad.
3. Lo de las hipotecas. Ya sabéis. No sé si es una ley o un tratado o qué, pero es una injusticia de las grandes. Eso de que si dejas de pagar la hipoteca, tu casa se la lleva el banco, al que le tienes que seguir pagando la hipoteca. Que se lleven la casa son las reglas del juego, pero ¿seguirles pagando si se quedan con la propiedad? Yo lo veo una injusticia terrible, sobre todo teniendo en cuenta que la hipoteca es el único medio de muchos para poder optar a una vivienda.
4. Sueldos justos para los políticos, que no estén libres de impuestos y que, por supuesto, no sean vitalicios; sobre todo cuando muchos tememos no tener una pensión digna cuando llegue nuestra jubilación.
5. Otras muchas reivindicaciones que pueden ser encontradas y explicadas en Internet mucho mejor que en este blog y que incluyen la reforma de las leyes Sinde, Extranjería y antitabaco, trabajos y sueldos dignos y adecuados a la formación, la lucha por una economía más sostenible, la existencia de medios de comunicación no tendenciosos, la no privatización de la Universidad pública,...
Aquel mismo cuarto día no sólo los manifestantes tenían claro por qué estaban allí, sino que muchos de los que no apoyaban el movimiento también sabían por qué quedarse en casa.
En este sentido, los manifestantes pronto nos dimos cuenta de lo importante que era mantener la imagen dentro de la plaza: se trataba de que el movimiento fuera ejemplar en todos sus aspectos y de no proporcionar motivos para la crítica. Por eso, critiqué enérgicamente que algunas consignas de la manifestación fueran gritos como "PSOE y PP la misma mierda es" o como "Si esto no se arregla, guerra, guerra y guerra". Contra la primera, exijo respeto para cualquier grupo político y contra la segunda, jamás defenderé la guerra como forma de solucionar problemas. Ya sé que estas frases son en realidad exaltadas pero, repito, opino que la imagen de la concentración no debe verse empañada por nada, y esto podría causarlo.
La amenaza de dispersión del movimiento con motivo de la jornada de reflexión electoral pronto fue disipada cuando desde los sindicatos policiales se señaló la poca pertinencia de disolver un encuentro como el de la puerta del Sol y cuando el Gobierno se pronunció y dijo que respetaría las concentraciones mientras fueran pacíficas. Así que la multitud se comenzó a preparar para su reflexión electoral, de ese modo pacífico que el Gobierno había pedido, bajo la noche de Sevilla.
Foto: El buzón número tres, donde se recogen propuestas fiscales populares para arreglar el país.

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