Las resistencias en psicoterapia gestáltica

Por Davidsaparicio @Psyciencia

En la sección de terapias te presentamos una serie de artículos preparados por expertos en la que nos explican los detalles de las principales corrientes y técnicas terapéuticas más importantes de la psicología. 


Según los postulados de la psicoterapia gestáltica, el individuo crece y cubre sus necesidades fruto de la desregulación, cada vez que el sujeto posee una necesidad no cubierta, esta emerge para activar el ciclo de satisfacción de necesidades, lo que le permite poner en marcha las conductas efectivas para cubrir dicha necesidad. Esta capacidad es innata en casi todos los organismos biológicos, y aunque el ser humano posee una capacidad lingüística que, en ocasiones, le aleja de su propia realidad (al poder comparar escenarios hipotéticos con su vivencia en el aquí y el ahora), la psicoterapia gestáltica reconecta al individuo con su potencial perdido a través de ser capaz de integrar dicho ciclo de satisfacción de necesidades.

Los individuos, enferman cuando sus deseos están separados de su realidad, que son su cuerpo y sus propias emociones, que, como una brújula, marcan las necesidades reales del individuo para obtener aquello que las satisfaga. Los sueños y las ilusiones son abstracciones y conjeturas mentales, las necesidades son una realidad fisiológica.

Por otro lado, la expresión y aprobación de las necesidades propias (es decir, hasta qué punto nos permitimos reconocer y aceptar lo que necesitamos y queremos realmente) viene muy mediada por la influencia cultural, la educación, el medio social, los prejuicios, la religión… Estas realidades ajenas, nos inculcan deseos, pero no necesidades, y pueden tornar algunas de nuestras necesidades en amenazantes, perversas o incorrectas, lo que puede llevar a autocensuras en nuestro darnos cuenta o en Resistencias en nuestro ciclo de satisfacción de las necesidades.

Muchas de las resistencias de los individuos, cuando tienen un componente perjudicial, que impide integrar aspectos de uno mismo o satisfacer necesidades propias, suelen provenir de los denominados Introyectos. Un introyecto es una pauta que modela algún tipo de conducta, que marca el “tienen que ser las cosas”, normalmente desde algún tipo de marco moral o ideológica, lo que nos impide desarrollarnos como individuos al tener miedo a reconocer nuestra propia realidad, ya que choca con este prototipo introyectado son de muy distintos tipos y formas, y aunque en general en los textos académicos se explica que cada resistencia se corresponde con una fase del ciclo, esto no es exactamente así, sino que es una abstracción analítica que permite comprender más fácilmente el funcionamiento de las resistencias.

También hay que entender, que las resistencias, no son malas per se, sino que a veces funcionan como un regulador de la satisfacción de las necesidades. Para que sean sanas, deben realizarse desde la congruencia con lo que el individuo decide libremente y desde la aceptación incondicional hacia sí mismo, y no desde deseos “importados” por el medio social. Son perjudiciales cuando son reiterativas e impiden integrar aspectos de mi personalidad, es decir, cuando el individuo es incapaz de no actuar la resistencia y siempre funciona desde ella, impidiendo cubrir la necesidad y experienciarse en ella.

Las resistencias en función de cada etapa del ciclo de necesidades

Sensación Desensibilización “cortar” la percepción de la emoción

Esto se suele hacer mediante una modulación de la respiración. La concentración, sería el ejemplo de desensibilización positiva. Así, cuando un artificiero está desactivando un explosivo, puede centrarse en el componente técnico de su labor para disminuir la sensación de miedo.

Toma de Conciencia Introyección

Consiste en asumir tal cual, aspectos del mundo exterior, sin tomar consciencia de mi posición ante ellos. Se trata de la resistencia que evita saber que ocurre en el aquí y el ahora, y cómo me posiciono yo ante ello. Cuando alguien dice “así son las cosas…” está asumiendo lo que ocurre sin pararse a conectar con sus sentimientos hacia ello, así no tendrá que asumir la responsabilidad del desequilibro. Vivo en mí una cualidad que pertenece al entorno (por ejemplo, el ejecutivo que asegura que él siempre está cansado). La asimilación, cuando es voluntaria es positiva, porque yo la elijo en plena consciencia, ejemplo de esto, sería asumir los valores religiosos de mis padres y de mi entorno y hacerlos propios porque me parecen una buena forma de entender la vida.

Energetización o  Proyección

Reniego una necesidad o deseo que es mío y lo coloco en otros o plasmo fuera. Se trata de una forma de desresponsabilización, ya que, si está en el otro, yo no puedo hacer nada. (chico adolescente que se queja porque las mujeres sólo se acercan a los populares, y así, el no asume el riesgo y la incertidumbre de acercarse). Cuando asumo mi parte, conecto con mi energía. La Empatía sería un tipo de proyección positiva, ya que me permite salir de mí y ponerme en el lugar de los otros, ya que les devuelvo aquello que provocan en mí, pero que es un fiel reflejo de lo que ocurre en su interior y permite un encuentro genuino entre dos.

Acción o Retroflexión

Se realiza mediante la decisión de evitar el paso a la acción volviendo la energía contra mí mismo. De esta forma el individuo acentúa el autocontrol respecto a las propias necesidades para no correr el riesgo de satisfacerlas y asumir dichas consecuencias. En, consecuencia, a esto, el individuo se encuentra paralizado, siempre pensando las implicaciones de cada acción, y de tanto pensarlas, no acaba haciendo nada. Paradójicamente y como compensación, suelen presente un mundo interior muy rico, con grandes diálogos internos y emociones, ya que el contacto en vez de con el exterior es con uno mismo. Se expresa a través de lo muscular (reprimir el llanto, las eces, el deseo sexual…). Es en el Autocontrol la forma adaptativa de esta defensa, ya que permite poder controlar necesidades porque no sean adaptativas, adecuadas al entorno o contrarias a otras, por ejemplo, el padre que se desespera ante la tozudez de su hijo y su angustia, pero controla la rabia que siente contra él en ese momento.

Contacto Desviación

Consiste en utilizar esa energía fruto de la toma de consciencia de la necesidad en obtener otra necesidad “sustitutiva” que es menos amenazante, para no asumir el riesgo y confrontar con el otro. Se trata de una manera de pasar de puntillas por aquello que realmente queremos, creándonos una fantasía, una excusa de haberlo hecho o intentado, como cuando una mujer tiene deseo sexual y lo expresa en forma de cariño con su pareja para no sentirse rechazada o evitar sentirse una mujer con un alto líbido por las connotaciones sociales que eso tiene. Sin embargo, esto puede ser positivo cuando por alguna razón no puede realizarse la actividad que se quiere por alguna circunstancia, por ejemplo, cuando esa misma mujer conecta con su deseo sexual con su pareja en una fiesta con amigos, ahí, desviar esa energía y tener un gesto de cariño ya que no se pueden tener relaciones en público, es tremendamente adaptativo.

Realización Desvalorización

Se trata de un mecanismo de defensa basado en relativizar la satisfacción. Este proceso puede realizarse por muchas razones: sentimiento de culpa a vivir cosas agradables, quitarle importancia a lo que realmente nos importa porque implicaría grandes cambios en la vida, mostrar nuestra vulnerabilidad al evidenciar cuánto necesitamos algo… Relativizando la satisfacción que nos provoca, nos evita tener que asumir la responsabilidad de asumir los cambios y la agresividad necesarios para conseguir aquello que nos satisface. Además, esto puede ser adaptativo cuando empleamos la desvalorización de nuestras emociones para protegernos de lo negativo, como cuando una persona que le ha dejado su pareja, se centra en ver lo positivo de la nueva situación en vez de llorar su pena, lo cual, además, puede llevarle a cubrir otra necesidad, como centrarse más en el trabajo para conseguir el ascenso que quería.

Retirada

Consiste en la incapacidad de retirarse de aquello que ha satisfecho una necesidad, para ello, dejamos que eso lo marque algo “ajeno” a nosotros mismos por el miedo a ser malentendido y privado en el futuro de ello por parte del otro que la satisface. Esto puede observarse en una persona que siempre pone un compromiso después de quedar con su pareja para evitar alejarse de ella por voluntad propia. Esto, puede tener su faceta adaptativa, como cuando a través de la fidelidad mantengo una no separación de mi satisfacción sexual con mi pareja en vez de buscar otra persona con la que cubrirla.

El terapeuta gestáltico, no debe vivir las resistencias como algo a vencer o un obstáculo, por mucho que le frustren, debe entender que son indicador sobre la vivencia de miedo y dolor que existen tras esa emoción, por lo que nos facilitan entender que existe una gran carga tras esa resistencia. Es por eso por lo que la forma de proceder, debe ser la de “escuchar” a esa resistencia, ver por qué está ahí, y que necesita para poder dejarnos acceder a la emoción que hay detrás.

Artículo publicado en Aprende Viendo Terapia, una plataforma de entrenamiento en habilidades terapéuticas en modo presencial y online. 

Imagen: Resistencia en Shutterstock

Bibliografia

  • Perls, F. (1987). Sueños y existencia (Gestalt Therapy Verbatim). Cuatro vientos.
  • Pierret, Georges (2004). La terapia Gestalt, su práctica en al vida cotidiana. Dilema. Madrid.