
No son espinas, son aguijones. Que quede claro.Tanto tiempo con el tema de las espinas (“ no hay rosa sin espinas”) y resulta que es un fail . Según la botánica básica, la espina es parte del tallo y tiene sistema vascular. Es una adaptación de la “hoja” de la planta, la minimiza, para economizar recursos , por ejemplo en terrenos áridos en los que hay poca agua. En otras zonas, la adaptación se produce para protegerse de animales herbívoros y que no se las coman. Si arrancas una espina, te llevas parte del tallo. En cambio, la rosa NO tiene espinas. Son aguijones de protección pero están aislados del tallo y si los extraes, no lo daña.Es como una armadura.Los aguijones también deberían servir para los depredadores humanos pero con unos buenos guantes y tijeras de podar ( o con un voluntario que te las coja) , toda protección de la rosa se queda en nada…

El año pasado, por estas mismas fechas, me llevé flores del campo, en un acto despiadado ya que el único objetivo es dar color y aroma a mi casa. Puro egoísmo.
Me confieso reincidente… Este año lo mismo y , lo peor, sin remordimiento aunque confieso que las espinas de las rosas han sido despiadadas y las abejas han estado zumbando (amenazadoramente) mientras recogíamos la lavanda…

He dejado a un montón de abejas e insectos varios sin posibilidad de libar y he parado en seco la polinización de estas flores. Ese aroma que desprenden las rosas y la lavanda, son armas de atracción para los insectos…y para mí. Y no hay aguijón que se me resista…
