Revista Cine

Las series españolas de 2025: Parte 10

Publicado el 16 diciembre 2025 por Enprimerafila
Los Premios Forqué suelen abrir la temporada de premios en España antes de que se celebren otras ceremonias como la de los Premios Feroz, los Premios ASECAN de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía o los Premios Gaudí, pero son los que miden mejor la temperatura de cara a los Goya, al ser entregados por los productores que integran EGEDA. En ediciones anteriores ha coincidido el Premio Forqué a la mejor película con el Goya, con títulos como El 47 (Marcel Barrena, 2024) o anteriormente con As bestas (Rodrigo Sorogoyen, 2022). En esta ocasión, Los domingos (Alauda Ruiz de Azúa, 2025) ha recibido el galardón como mejor película junto al de mejor interpretación femenina para Patricia López Arnaiz. El premio al mejor actor fue entregado a José Ramón Soroiz por Maspalomas (Aitor Arregi, Jose Mari Goenaga, 2025), mientras que el de mejor documental fue para Flores para Antonio (Isaki Lacuesta, Elena Molina, 2025) y el de mejor película de animación para Decorado (Alberto Vázquez, 2025). La producción argentina Belén (Dolores Fonzi, 2025) logró el premio a mejor película latinoamericana y Sorda (Eva Libertad, 2025) el de cine y educación en valores. Las tres categorías dedicadas a series se han repartido entre Anatomía de un instante (Movistar Plus+, 2025) como mejor serie de ficción, Javier Cámara como mejor actor por el drama Yakarta (Movistar Plus+, 2025) y Esperanza Pedreño como mejor actriz por Poquita fe (Movistar Plus+, 2025). Para los Premios Gaudí, que entrega la Academia de Cine de Cataluña, las nominaciones anunciadas hoy tienen como favoritas a Romería (Carla Simón, 2025), Sirât (Oliver Laxe, 2025) y Sorda (Eva Libertad, 2025), con trece, doce y diez nominaciones. 

También se han celebrado los Premios ODA 2025 que otorga el Observatorio de la Diversidad en Medios Audiovisuales, cuyos últimos informes publicados indican que hay un estancamiento en la representación de la diversidad en la ficción española, con un leve crecimiento en algunos enfoques: aumenta algo la representación de género con un 46,84% de personajes femeninos, hay un 12,03% de representación racializada, un 3,26% de personajes con discapacidad y un 10,11% de representación LGBTIQA+. En el Informe sobre Gordofobia, el resultado es también un estancamiento con un 9,21% de personajes con corporalidad diversa, pero en su mayor parte personajes secundarios y estereotipados. Los Premios ODA 2025 reconocieron a Sorda (Eva Libertad, 2025) como mejor ficción y al proyecto autogestionado Afromayores como mejor creación audiovisual. La plataforma Filmin recibió el premio Altavoz en la Diversidad y el premio Persona del Año fue para Afioco Gnecco, co-director del cortometraje documental Ciao Bambina (Afioco, Carolina Yuste, 2024), nominado al Goya el año pasado, y del largometraje Este cuerpo mío (Afioco, Carolina Yuste, 2025), y guionista de la serie Sense filTRES (3Cat, 2025). 

Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series que destacamos y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.

Las series españolas de 2025: Parte 10

La Ruta Vol. 2 - Ibiza

Temporada 2 | Ficción, 6x55' | Atresplayer | 

Creada por Roberto Martín Maiztegui, Clara Botas, Borja Soler

Dirigida por Borja Soler Gil

Premios Feroz '26: 1 Nominación: Serie Dramática

Los dos años transcurridos entre el estreno de la primera temporada de La Ruta (Atresplayer, 2022-) y su secuela provienen esta vez de la parte creativa, de una necesidad de construir su continuación con la suficiente dedicación como para mantener la narrativa desestructurada que caracterizó a la anterior, contada in extremis para ir desentrañando el relato hacia atrás, y al mismo tiempo plantearla de una manera diferente. Si el final de aquella historia ya nos anunciaba que el protagonista iba a ser el DJ en alza Marc Ribó (Àlex Monner) en su viaje a Ibiza, lo que no se anticipaba todavía, seguramente porque ni siquiera lo sabían sus creadores, es que La Ruta vol. 2 - Ibiza (Atresplayer, 2025) se iba a construir como una secuela que es también una precuela. Evitando repetir la fórmula narrativa de la primera parte, esta segunda se desarrolla en dos tiempos que reconstruyen el desarrollismo urbanístico de la isla en los años setenta al mismo tiempo que traza la invasión turística al calor de la música electrónica en los noventa: "Dentro de Ibiza hay como varias Ibizas, por lo menos cinco: está la Ibiza de los clubes, la de los DJs, la Ibiza de los hippies, la del yoga, la Ibiza de la jet set, de los ricos, la Ibiza de la gente de aquí y la Ibiza de los temporeros, de la gente que viene a currar. Estas cinco Ibizas nunca se tocan", dice Marc en el psicodélico episodio Acid trip (T2E5), que proviene del anterior como un punto de ruptura de la estructura dual que ha mantenido la historia hasta ese momento. Encontramos al principal protagonista en 1996 después de una carrera como DJ que le ha proporcionado una buena casa y un estatus privilegiado que se ve amenazado por la llegada de los DJs ingleses que parecen entender mejor los gustos de los turistas británicos que están invadiendo Ibiza. Su residencia en el club Amnesia le sitúa cada vez más como un secundario en las sesiones que se celebran cada noche, como telonero de las estrellas internacionales. Vicky (Carla Díaz), una joven que ha huido de un entorno familiar tenso en Andalucía, con un padre "que tenía el demonio dentro", se reencuentra con Marc tras una relación puntual para decirle que está embarazada, lo que despierta en él unos recuerdos sobre sus padres fallecidos que en realidad no recuerda, después de la revelación en la primera temporada de que fue adoptado por Miguel (Luis Bermejo) y Carmen (Sonia Almarcha). La muerte de sus padres se sitúa en el accidente aéreo del Caravelle en 1972, un vuelo entre Valencia e Ibiza en el que fallecieron los 104 ocupantes, casi todos obreros de la construcción, cuando chocó contra la sierra de Atalayasa. Ha quedado en su memoria la cojera de su padre y la forma casi ritual en la que se metía en la playa, como le cuenta a Vicky en Opening (T2E1), antes de que la historia nos traslade a 1971 (en una inteligente y sutil transición que utiliza precisamente el agua como espacio temporal), cuando Manuel (Àlex Monner) acaba de llegar a la isla y se involucra en la construcción urbanística de Ibiza, liderada por empresarios extranjeros. La condición de espejo de este relato duplicado se representa en la interpretación doble de los actores: Àlex Monner es también el padre de Marc, aunque su interpretación resulta demasiado impostada, mientras que Irene Escolar encarna asimismo un doble papel como Olivia en 1996, quien ha heredado un centro de meditación, y como su madre Violeta en 1971, una hippie que reside en Instant City, la ciudad hinchable que se desarrolló para dar alojamiento a estudiantes que asistieron al VII Congreso del Consejo Internacional de Sociedades de Diseño Industrial (ICSID), celebrado en Ibiza. Marc/Manuel y Olivia/Violeta son reflejos que representan la reconversión de los ideales de los setenta en el capitalismo perverso de los noventa. La Ruta vol. 2. - Ibiza está menos centrada en la música que la anterior, especialmente conforme se desarrolla, para elaborar un drama de personajes que se enfrentan al abismo de la huida, aunque siempre mantiene esa conexión. De hecho, la llegada de los promotores musicales europeos que amenazan el modo de vida de los DJs locales funciona como extensión de la irrupción de los negocios inmobiliarios también controlados por la jet set extranjera que ha visto las posibilidades de la construcción hotelera en la isla. La decisión de rodar en Mallorca y Valencia, pero no en Ibiza por cuestiones presupuestarias, también representa la transformación de la isla en un lugar inaccesible. Las dos historias dialogan constantemente, incluso en la introducción de la política de fondo, en las pantallas de televisión o en las referencias personales. Mientras Manuel se siente presionado con fechas límite cada vez más ajustadas para la entrega de las construcciones, escuchando anécdotas sobre Manuel Fraga: "Esa es la diferencia entre nosotros y los demás. Que los demás se amodorran y nosotros seguimos", en 1996 el pequeño televisor de un hospital muestra el discurso de apertura de la primera legislatura presidida por José María Aznar después de "un largo período de gobiernos socialistas". Hay una inteligente utilización de elementos que conectan a los personajes, como una tortuga que Leonor le regaló a Olivia niña (Sofía Puerta), o una caja de papajotes de Jaén que es un recuerdo doloroso para Vicky. Pero quizás el personaje que representa mejor un cambio es el de Leonor (Marina Salas), la madre de Marc, mujer frustrada por razones que no necesitan contarse porque son muy evidentes, que decide revelar a su hijo que los Reyes Magos son una fantasía, para encontrarse sin embargo con su propia fantasía cuando conoce a Violeta en la Ciudad Instantánea, quien le abre un mundo desconocido de libertad y de confraternidad. Esta segunda temporada amplía la mirada hacia los entornos familiares, que en la primera ocupaban un lugar secundario pero importante para los personajes, mientras que en ésta se colocan en primer plano, porque los jóvenes ya son adultos, siguen siendo hijos pero también son padres. La paternidad defectuosa es el eje de los personajes de Manuel y Marc, mientras que la maternidad que representan Leonor y Vicky está rodeada de soledad. En New Age (T2E4), Marc tiene dudas y su huida se cuenta bajo el efecto rashomon, adoptando diferentes puntos de vista, comenzando con el de Sento (Ricardo Gómez), uno de los personajes de la primera temporada que regresan momentáneamente, al igual que Nuria (Elisabet Casanovas). A partir de ese momento hay una ruptura de la narrativa dual que ofrece los mejores episodios introspectivos de los personajes, y que en Acid trip (T1E5) fusiona espacio y tiempo, fantasía y realidad. Borja Soler (1983, Valencia) ya ha dicho que la radiografía de las discotecas desde 1981 hasta 1996 es suficiente para el recorrido que quería hacer, descartando una tercera temporada. Este notable díptico sobre la familia envuelto en música electrónica resulta lo suficientemente compacto como para no necesitar ir más allá. 

Las series españolas de 2025: Parte 10

Pubertat

Miniserie | Ficción, 6x45' | HBO Max/3Cat | 

Creada por Leticia Dolera | Escrita por Leticia Dolera, Almudena Monzú, David Gallart

Dirigida por Leticia Dolera

Premio Ondas '25: Mejor Serie Dramática

Premios Feroz '26: 2 Nominaciones: Serie Dramática, Actriz secundaria (Betsy Túrnez)

A partir de un caso de abuso sexual, Leticia Dolera elabora en su última serie una aproximación menos moralista de lo que podría parecer a la forma en que los adolescentes se enfrentan a las transformaciones físicas y el descubrimiento de la sexualidad en una sociedad pornificada. La miniserie documental Generación porno (3Cat/EITB, 2023) abordaba con especial eficacia los caminos que llevan a los jóvenes a aprender su sexualidad a través de páginas pornográficas, y un estudio realizado por el Centro Reina Sofía de Fad Juventud en 2025 revela que un 15% de las familias nunca han tratado la educación sexual, contrastándose con los datos de otras organizaciones como Save the Children, según los cuales el 53,8% de los adolescentes accede por primera vez a la pornografía antes de los 13 años, y un 8,7% antes de los 10 años, apuntando que siete de cada diez (el 68,2%) consume pornografía de manera frecuente, como indica el reportaje Porno: Los peligros como "escuela" de sexo para adolescentes (RTVE, 8/12/2025). La mirada de Leticia Dolera (1981, Barcelona), creadora, co-guionista, actriz y directora del drama Pubertat (HBO Max, 2025) trata de ser compleja en la manera en que aborda las consecuencias de una denuncia por abuso sexual en todos los entornos familiares a los que afecta. La historia se sitúa en un pequeño pueblo catalán y en una comunidad que convive con armonía, huyendo del paisaje urbano y opresivo, y del retrato de familias desestructuradas que de alguna manera sirven para justificar determinados comportamientos. Al situar un posible abuso de unos jóvenes entre 13 y 14 años dentro de una cierta normalidad, adquiere la fortaleza de plantear una posibilidad que encuentra acomodo en una vida cotidiana con la que podemos identificarnos. Las familias forman parte de un grupo de collas castelleras que se utilizan como metáfora, a través del peso de la tradición cultural. La estructura piramidal de un castell refleja la relevancia de una base sólida y la necesidad de las generaciones más jóvenes de apoyarse en ella, pero también la fragilidad de las torres humanas. Al mismo tiempo que sirve como espejo de una construcción narrativa que va elaborando capas diferentes conforme se levanta, ampliando las zonas borrosas en las que se sitúa la acusación pública que hace Lucía (Carla Quílez) a través de las redes sociales, y que coloca tanto a la víctima Manuela (Aina Martínez) como a los supuestos agresores, Pol (Ot Serra Bas), Steven (Nael Gamell Orejuela) y Roger (Bruno Bistuer Farré) en el punto de mira de su entorno y la investigación judicial. La serie se plantea la pregunta sobre cómo reaccionan los adultos ante una noticia como esa, tan volátil y secreta, que les enfrenta a la mayor tragedia de un padre: no reconocer a sus hijos. Muy consciente del rechazo que una parte de la sociedad española siente hacia su habitual postura feminista, Leticia Dolera se reserva el personaje de Júlia, precisamente una autora que reivindica el feminismo en su vida privada y en su trabajo público, a punto de publicar un libro sobre el consentimiento. Pol sufre las bromas de sus compañeros sobre la presencia mediática de su madre, mientras a ella se le rompen las estructuras educativas que pensó que había construido cuando su hijo se ve implicado como acusado. HBO Max ha estrenado Pubertat únicamente en España y Portugal, dejando las ventas internacionales a la distribuidora Beta Films, y aunque la serie pueda tener la dificultad de las referencias inevitables a Adolescencia (Netflix, 2025), se trata de dos puntos de vista diferentes que en la propuesta española establece zonas grises más difusas, incluso respecto a los límites del delito, de la sexualidad y del consentimiento. Mientras en la mirada de los adultos refleja la incapacidad de enfrentarse a una situación extrema protagonizada por sus hijos, con el padre de Manu, Lluís (David Vert) pidiendo ayuda en un significativo mensaje de texto: "Han abusado de Manu. No sé qué hacer", en el episodio La herida (T1E5), cuando la historia se centra en los niños no trata de culpabilizar o justificar, sino que explora el descubrimiento sexual, a veces confundido por los sentimientos hacia los propios amigos. Pero sobre todo Pubertat es una reflexión sobre la pérdida de la inocencia que provoca el acceso a todo tipo de contenidos que proporcionan las redes sociales. La forma en que el contacto físico en los castells se basa en la confianza sin que se malinterprete, representa ese tipo de relación sin tabúes a la que los adolescentes casi no tienen acceso en una sociedad construida a partir de la desconfianza. La cercanía de la cámara a los jóvenes en primeros planos y planos detalle muestras las heridas psicológicas de sus acciones. La reciente prohibición de crear cuentas en redes sociales para los menores de 16 años en Australia establece una conexión con la actualidad en un debate que Pubertat aborda sin complejos. A través de los jóvenes, la serie muestra lo distintos desafíos a los que se enfrentan: la necesidad de pertenencia a un grupo, la influencia de la machoesfera en el caso de Steven o la confusión emocional de Pol, quien aparentemente vive en un ambiente más abierto para expresar sus dudas. Pero el hecho de que ni siquiera hable con una madre que establece mecanismos de diálogo con él, refleja el peso que ejerce la comunidad incluso dentro del ámbito privado. La serie habla también de la herencia de los patrones y los roles, y de la brecha generacional, aspectos que van construyendo un relato complejo que no busca culpables e inocentes, aunque claramente hay una víctima. Al igual que la exploración sexual suele confundirse con etiquetas de tendencia sexual, el discurso reflexivo es confundido con un mensaje moralista que esta serie no tiene. Porque introduce un tema poco abordado como la justicia restaurativa, un enfoque alternativo al sistema penal tradicional que se enfoca en el daño causado por un delito y en las necesidades de todas las partes: víctimas, agresores y comunidad. Hay un espacio donde el castigo no es siempre la única solución. 

Las series españolas de 2025: Parte 10

Ciudad de sombras

Miniserie | Ficción, 6x45' | Netflix | 

Escrita por Jorge Torregrossa sobre la novela de Aro Sáinz de la Maza

Dirigida por Jorge Torregrossa

Generalmente la mezcla entre thriller y arte suele funcionar con problemas dentro del plano audiovisual, porque no suelen compaginar adecuadamente para que no parezca que estemos en una conferencia y no suelen encajar del todo para elaborar una narrativa policíaca verosímil. Recientemente se ha estrenado en Bélgica This is not a murder mystery (VRT, 2025), que al menos tiene una cierta mirada irónica al utilizar los recursos del whodunit clásico, mientras bucea por las referencias al surrealismo de, entre otros, Salvador Dalí. En el caso de Ciudad de sombras (Netflix, 2025) la arquitectura modernista de Antoni Gaudí se convierte en un recorrido por Barcelona a través de asesinatos muy crueles que lleva a cabo un asesino en serie contra empresarios catalanes que escuchan ópera en sus coches. En un año aciago para las producciones españolas de Netflix, entre las que solo han destacado la valentía de Superstar (Netflix, 2025) y la popularidad de Animal (Netflix, 2025-), esta nueva serie no cierra el ciclo anual con demasiada altura, envuelta en una mezcla de guía turística y thriller oscuro de policías traumados que repite la fórmula con tanta convicción que parece paródica. Ciudad de sombras es uno de los últimos trabajos de la actriz Verónica Echegui, fallecida el pasado mes de agosto víctima de un cáncer. Rodada a principios de este año, su personaje también tiene antecedentes de un cáncer que mató a su madre, pero tiene menos lucimiento que la alegría descarada que desprende su papel en A muerte (atresplayer/Apple tv, 2025), un trabajo solo reconocido por las nominaciones de los Premios Iris, quedando injustamente fuera de los Feroz y los Forqué. En esta ocasión interpreta a Rebeca Garrido, una subinspectora que acompaña al inspector Milo Malart (Isak Férriz) en la investigación de los asesinatos, pero también sirve como una especie de tutora tras su reincorporación al trabajo, apoyado por la jueza Susana Cabrera (Ana Wagener), después de que Milo fuera suspendido por agredir al comisario Jordi Singla (Jordi Ballester): "No me pidas que sea simpático. No lo soy", le dice a su nueva compañera. Utilizando el recurso más recurrente de los guiones acomodaticios, Milo Malart debe acudir a una psicóloga, ocasión que aprovecha el guión para contarnos los antecedentes del protagonista: no solo fue agresivo con un compañero, sino que está traumatizado por el suicidio de su sobrino, y su padre sufría esquizofrenia paranoide, enfermedad que ha heredado su hermano. La relación de traumas que describe la psicóloga son para cortarse las venas, y de hecho la primera imagen de Milo es en un acantilado, sugiriendo que está pensando en suicidarse. Milo es más interesante desde su perspectiva de clasismo inverso, que apunta siempre a los poderosos como responsables, en un cierto paralelismo con el asesino que utiliza lugares emblemáticos de la Barcelona turística que se abre al mundo mientras oculta sus inmundicias. El personaje de Rebeca Garrido funciona como la fuerza de la razón opuesta a la impetuosidad de Milo Malart, y de camino se utiliza como guía turístico-arquitectónica, describiendo en cada escenario del crimen las características del edificio y su relevancia en la fisonomía arquitectónica de Barcelona. De hecho, uno de los elementos que podrían ser interesantes es la introducción de imágenes de archivo sobre la especulación inmobiliaria que transformó la ciudad de cara a los Juegos Olímpicos de 1992 y sus consecuencias en los barrios reconvertidos de las clases obreras, un tema relevante para explicar por qué las víctimas son empresarios catalanes que escuchan ópera. Pero no hay profundidad, sino que se queda en un recurso estilístico visual que no explica mucho más allá de las explicaciones de la subinspectora audioguía. 

Como es habitual, Ciudad de sombras parte de una Propiedad Intelectual que se inició con la publicación de El asesino de la Pedrera (2012, Ed. Booket), escrita por Aro Sáinz de la Maza (1959, Barcelona), rebautizada en la reedición de 2020 con el título de El verdugo de Gaudí, la primera de las cuatro novelas protagonizadas por el inspector Milo Malart. Después llegaron El ángulo muerto (2016, Ed. Booket), Dócil (2020, Ed. Destino) y Malart (2023, Ed. Destino), con previsión de una quinta entrega. Considerado como un notable autor de novela negra, Aro Sáinz de la Maza tuvo problemas con su primera editorial, y de hecho las dos primeras obras de la tetralogía se volvieron a publicar en 2020, al igual que se ha reeditado este mismo año La mujer de Judas (1998, Ed. Destino), pero sus libros suelen cosechar mayor reconocimiento en Francia que en España. Hay un trasfondo social destacado en sus historias, y de alguna manera permanece en una serie que está ambientada en 2010, unos días antes de la visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona y poco después del estallido de la burbuja inmobiliaria, con la sombra permanente de las expropiaciones forzosas que se establecieron en 1976 para poder concluir la escalinata frontal de La Sagrada Familia. A pesar de este Plan General Metropolitano (PGM), el ayuntamiento franquista de Joaquín Viola había aprobado la construcción de viviendas que ahora se enfrentan de nuevo a la expropiación. Si este trasfondo urbanístico-social puede parecer atractivo, Ciudad de sombras se encarga de hacerlo inservible, más empeñada en seguir la narrativa formulaica de los thrillers creados con la plantilla de Netflix, para construir una investigación insulsa y estereotipada, en la que no falta tampoco el periodista sensacionalista Mauricio Navarro (Manolo Solo), informador para el programa de Julia Valle (María Adánez), quien por supuesto no tiene el más mínimo problema ético para sembrar el pánico en Barcelona desvelando que los crímenes son obra de un asesino en serie: "Yo solo informo". Y eso que en el guión participan nombres tan solventes como Carlos López, nominado al Goya por Los años bárbaros (Fernando Colomo, 1999), La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1999) y Horas de luz (Manolo Matji, 2008) y creador de la serie Santo (Netflix, 2022), y Clara Esparrach, guionista de Todos mienten (Movistar Plus+, 2022-2024) y Citas Barcelona (Prime, 2015-2024). La serie desvela relativamente pronto la identidad del asesino y sus motivaciones en Parc Güell (T1E4), y para justificar las coincidencias convenientes las verbaliza a través de uno de los personajes. La suspensión de la incredulidad es tan evidente en esta historia que necesita acomodar la escasa credibilidad de lo que se está contando. Son recursos tan tramposos que provocan que Ciudad de sombras no pueda evitar la sensación de producción de encargo, que quiere parecerse más a los thrillers convencionales de Dan Brown que al relato social que proponen las novelas de Aro Sáinz de la Maza. La serie está producida por Arcadia Motion Pictures, fundada en Barcelona en 2004 por Ibón Cormenzana (1972, Vizcaya), que este año ha estrenado en cines las películas La buena letra (Celia Rico, 2025) y La isla de los faisanes (Asier Urbieta, 2025). 

Las series españolas de 2025: Parte 10

Una historia muy heavy

Miniserie | Documental, 3x35' | RTVE Play | 

Escrita por María José Camacho

Dirigida por María José Camacho

South International Series Festival '25: Mejor Serie de No Ficción

Premios ASECAN '25: 2 nominaciones: Mejor Dirección, Mejor Guión

Este documental premiado en el South International Series Festival resume los principales defectos de las docuseries que se desarrollan actualmente, porque acaba pareciendo un largometraje dividido en tres partes, y porque termina siendo una checklist de temas que hay que abordar, pero sin profundizar en ninguno de ellos. Un ejemplo es el tratamiento de la escasez de cantantes femeninas en el panorama del heavy metal español, destacando que se trata de una cultura masculinizada en la que solo tienen cabida algunas excepciones, refiriéndose a la cantante Azucena Dorado, conocida como líder vocal del grupo Santa. Pero a pesar de tener como uno de los principales protagonistas a Barón Rojo, no se hace ninguna mención a Carolina Cortés, que según la propia banda participó en muchas de las letras de sus temas más emblemáticos. Ella fue la autora de la letra de canciones populares como "Resistiré" (1982) y se le atribuye el título del disco Metalmorfosis (1983, Serdisco). Da la impresión de que, una vez realizado el checklist de "presencia de mujeres en el heavy metal español" la serie se olvida de seguir profundizando para pasar a otra cosa. Es la sensación constante que transmite Una historia muy heavy (RTVE Play, 2025), un documental que no solo es inevitablemente incompleto, sino escasamente revelador sobre la historia del heavy metal en España. También sorprenden algunas ausencias significativas en los breves repasos a las bandas más destacadas de la historia de rock duro en nuestro país, sin ni siquiera mencionar Extremoduro, que esta semana ha sido actualidad por el fallecimiento inesperado de su fundador Robe Iniesta. Cuando se trata de abordar temas genéricos, a veces destacan más las ausencias que los protagonistas para definir si realmente hay un conocimiento preciso y documentado del repaso que se está realizando. La serie utiliza como conexión la rivalidad entre dos de los grupos más conocidos del heavy metal: Obús y Barón Rojo, ambos fundados en 1980, a través de un concierto compartido que fue suspendido, aunque en realidad las dos bandas han actuado juntas en una gira en los años noventa y recientemente han vuelto a compartir escenarios en varios conciertos durante 2025. Pero es un leitmotiv que sirve para componer este recorrido al que le falta más contexto y le sobran algunos de esos discursos de rivalidades y comparaciones entre ambos grupos, como si estuviéramos en uno de esos antiguos programas de sobremesa de Telecinco. En Sangre de rock and roll (T1E1) se contextualiza el nacimiento del heavy metal dentro de las protestas antifranquistas a finales de los años setenta, para establecerse desde los 80 como una voz de rebeldía que surge de los barrios obreros, frente a la movida madrileña y el estallido social de la música pop. Hay una cierta nostalgia en esa faceta de incomprendidos y de enfants terribles en las descripciones que hacen los ya veteranos miembros de las dos bandas protagonistas: Obús, con Fortu y el guitarrista Francisco Laguna, y Barón Rojo, con los hermanos Ramón de Castro y Carlos de Castro como principales representantes en las entrevistas. 

Otra de las ausencias significativas que deslucen la imparcialidad del documental es la de José Luis Campuzano, "Sherpa", uno de los miembros fundadores de Barón Rojo, quien se separó en 1989 por problemas personales con los hermanos Castro, pero vivió los años de mayor éxito del grupo, y que últimamente está vinculado al partido de extrema derecha Vox. Como si incluir a un músico de rock que no está vinculado a la izquierda fuera incómodo para la narrativa tradicional. De hecho, hay una especie de línea ideológica en el subtexto de este documental que no le beneficia y que se refleja en la elección de los entrevistados. Es cierto que Mariano Muniesa es un experto en música, y este año ha publicado el libro Esto no estaba en mi libro de historia del blues (2025, Ed. Almuzara), pero también forma parte del Consejo de Administración de RTVE, con lo que su presencia parece demasiado conveniente. El episodio Los desertores del rock (T1E2) aborda la crisis del heavy metal a raíz del asesinato de un joven asistente a un concierto de Scorpions en el estadio del Rayo Vallecano de Madrid en 1986. La muerte de Miguel Ángel Rojas por una puñalada trascendió más allá del propio suceso, y estigmatizó al heavy metal en España, que pasó de ser un símbolo de rebeldía a convertirse en un reflejo de la marginación social, asociándolo en los medios de comunicación a la violencia y al consumo de drogas. A pesar de ello, los años 90 siguieron cosechando éxitos y se produjo la gira Gigantes del Rock en 1991 que protagonizaron Barón Rojo y Obús, a la que tampoco se hace referencia, quizás porque rompe la trama de rivalidad que pretende ofrecer el documental. Una historia muy heavy se queda muchas veces en la superficie de la descripción de los acontecimientos, le falta un análisis profundo y quizás también más crítico, como si se empeñara en contrarrestar los tópicos que rodean a las bandas de heavy metal. Las referencias a la ausencia de drogas por parte de algunos componentes de grupos de rock parecen algo ingenuas y ridículas, como si se intentara ofrecer una imagen "limpia" de los músicos (solo falta que digan que también se duchaban). El último episodio, Larga vida al rock and roll (T1E3), se centra en la mayor crisis que se vivió a mediados de los años noventa, marcada por el cierre de la sala Canciller en 1995, que fue el templo del heavy metal en España, y posteriormente el cierre en 2005 de la mítica tienda de discos Madrid Rock, que nació como un pequeño negocio y acabó teniendo un local de 1.500 metros cuadrados en plena Gran Vía y tiendas en otras ciudades como Sevilla Rock. A lo largo de la serie hay referencias a otras bandas y entrevistados, como Julio Castejón de Asfalto, Ramiro Penas de Leño, José Carlos Molina de Ñu, Moha de Mago de Oz o Víctor García de WarCry, además de periodistas musicales como Mariskal Romero y Mariano Muniesa. Una historia muy heavy tiene algunas intenciones interesantes, pero no consigue profundizar demasiado y adopta una posición excesivamente parcial que parece intentar una especie de limpieza de la imagen del heavy metal que en realidad no necesita. La docuserie está producida por Magnetika Films, productora sevillana fundada por Pilar Crespo en 2016, que ha participado en series de ficción recientes como Operación Barrio Inglés (RTVE Play, 2024) y documentales como Val del Omar, poeta audiovisual (Jesús Ponce, 2022) y Fanny Medina, la doctora (Nuria Vargas Rivas, 2024). 

Las series españolas de 2025: Parte 10

Terra Alta

Miniserie | Ficción, 6x45' | Movistar Plus+ | 

Creada por Eligio R. Montero sobre la novela de Javier Cercas

Dirigida por Eduard Cortés

Hollywood Music in Media Awards (HMMA) '25: Mejor Música para Serie


En diciembre de 2024, un reportaje recogía las acusaciones que había hecho en redes sociales un grupo de mujeres cineastas y artistas contra el director Eduard Cortés (1959, Barcelona) por grooming (acoso sexual en internet): Papeles a cambio de desnudos: 27 mujeres acusan al cineasta Eduard Cortés de acoso sexual (El País, 18/12/2024) relataba cómo el director utilizaba su nombre para solicitar descripciones de relaciones sexuales y desnudos a posibles candidatas a participar en un próximo proyecto, generalmente presentado como una continuación de Ingrid (Eduard Cortés, 2009), una película que el realizador catalán rodó navegando por las redes sociales, principalmente Fotolog y Myspace, en busca de talento. Previamente, las acusaciones se realizaron a través de redes sociales y las víctimas acudieron a los servicios jurídicos de la Academia de Cine de Cataluña y la Academia de Cine Español para el asesoramiento y la ayuda para sufragar los costes de las denuncias. La Academia de Cine de Cataluña, de la que Eduard Cortés se dio de baja poco después de publicarse las acusaciones, inició una investigación que concluyó el pasado mes de enero confirmando que las denunciantes sufrieron “ciberacoso sexual”, lo que implica que un proyecto en el que participe el acosador no tendría el respaldo de la Academia. En la actualidad, son 55 las víctimas reconocidas. Curiosamente, la última serie dirigida por Eduard Cortés fue Ni una más (Netflix, 2024), que aborda un caso de abuso sexual en un instituto, lo que demuestra la hipocresía de los acosadores que trabajan dentro de la industria audiovisual. Las denuncias no afectaron al rodaje de Terra Alta (Movistar Plus+, 2025), que acababa de terminar cuando se produjeron, pero la plataforma Movistar Plus+ dejó de informar de la serie hasta que sin previo aviso anunció su estreno sin ninguna promoción, provocando las protestas de algunas de las mujeres denunciantes por considerar que volvían a ser victimizadas. Ante la justificación de la injusticia de cancelar el estreno de la serie, la fotógrafa Silvia Grav afirmaba que: "Sí, es injusto. Pero es más injusto ser abusada por alguien como él. Me hace gracia que la empatía se ponga en cualquier otra cosa que no sean las víctimas" (El País, 5/12/2025). En todo caso, la estrategia de Movistar Plus+ al retrasar el estreno y anunciarlo sin promoción ha surtido efecto, porque en muchas críticas de la serie ni siquiera se mencionan las acusaciones contra Eduard Cortés. La serie está basada en la novela Terra Alta (2019, Ed. Planeta), una de las peores obras de su autor Javier Cercas (1962, Cáceres)tanto que incluso recibió el Premio Planeta, un thriller convencional en el que la Guerra Civil está incluida de manera bastante forzada. A los galardones el escritor se presentó con el seudónimo de Melchor Marín, el nombre del protagonista de una trilogía de libros que comienza con Terra Alta y continúa con Independencia (2021, Ed. Tusquets Editores) y El castillo de Barbazul (2022, Ed. Tusquets Editores), aunque por el momento no se sabe si también serán adaptadas. A través de flashbacks de su vida anterior, Melchor (Miguel Bernardeau) es mostrado como un mosso d'esquadra que consiguió su puesto en la policía falsificando sus antecedentes penales después de haber estado en la cárcel, y que se convirtió en un héroe tras participar en la persecución contra los terroristas del atentado de Barcelona de 2017, concretamente en la desarticulación del grupo que atentó posteriormente en Cambrils. En prisión, Melchor descubre el que será su libro preferido, una historia que habla de la injusticia, Los Miserables (1862, Ed. Austral Editorial), aunque se siente más identificado con el personaje del inspector Javert, el antagonista del héroe y expresidiario Jean Valjean. En Terra Alta, conocemos a Melchor cuando se ha asentado en esta zona de la comarca de Tarragona, donde reside junto a su esposa Olga (Marta Etura) y su hija, mientras mantiene un perfil bajo en una comisaría situada en una zona marcada por las heridas de la Guerra Civil: "Mi padre siempre decía que esta tierra está sembrada de muerte, de chatarra y de venganzas", dice Olga. Este es uno de los temas principales de la serie, aunque la deriva de una investigación sobre el asesinato de Francisco y Rosa Adell, los patriarcas de una poderosa familia, se siente demasiado endeble. Tanto que el doble desenlace se resuelve a través del monólogo de un personaje que solo había aparecido brevemente a lo largo de la historia. Como es habitual en las novelas de Javier Cercas, la indagación sobre algunos conflictos morales forman parte de una historia que, aunque narrativamente podría ser susceptible de una buena adaptación en formato audiovisual, curiosamente flaquea en la forma en que traslada la estructura en dos tiempos entre pasado y presente para explicar al personaje de Melchor Marín, y nunca profundiza en la relación entre éste y el particular sentido de la ética que tiene el policía Javert en Los MiserablesLa elección de una puesta en escena a través de una iluminación apagada, tenue y a veces casi neblinosa que convierte cualquier escenario en un espacio oscuro y tétrico es demasiado obvia para resaltar la complejidad moral de los protagonistas, mientras la elección del reparto cae una vez más en actores-espóiler como Iván Massagué y Pablo Derqui, encasillados en personajes de doble sentido. Incluso la banda sonora de Arturo Cardelús (1981, Madrid), quien reside en Los Angeles, ganadora del premio a Mejor Música de Serie en los Hollywood Music in Media Awards, se sostiene en composiciones interesantes que tratan de profundizar en los dilemas morales de los personajes, pero se siente sobreexplotada, con una presencia constante y excesiva. Pero Terra Alta tiene problemas sobre todo con la representación del protagonista en el actor Miguel Bernardeau, quien también trabajó para Secuoya Studios en la miniserie Zorro (Prime, 2024), que no consigue reflejar el trasfondo del personaje y tiene escasa química con Marta Etura. Curiosamente, en la novela Melchor es un treintañero rodeado de personas mayores en la comisaría, pero en la serie la principal diferencia de edad es la que tiene con su pareja, lo que perjudica a la fortaleza de la relación. Al margen de los desequilibrios de una investigación que requiere mucha suspensión de la incredulidad, Terra Alta vuelve a caer en el defecto del centralismo, desarrollándose en una zona rural de Cataluña donde en la serie nadie habla catalán, y se pierde en vericuetos narrativos que mantienen en un terreno superficial esta especie de pastiche entre la aproximación a la venganza y el sentido de justicia, el thriller de recursos convencionales y la exploración de conflictos morales. Hay un giro de guión en el Episodio 5 (T1E5) que en la serie ni se explica ni se entiende, llevando la historia hacia un terreno melodramático y sensiblero. 

Las series españolas de 2025: Parte 10

Expediente Vallecas

Miniserie | Documental, 3x45' | HBO Max | 

Creada por Irene del Cerro, Jorge Pérez Vega

Dirigida por Noemí Redondo

Los acontecimientos sucedidos en un piso del barrio de Vallecas en 1992 se han convertido en el único suceso de supuesto poltergeist que fue documentado por la policía en un informe, lo que acabó dándole una trascendencia mayor que cualquier otro. La muerte repentina de Verónica Estefanía Gutiérrez a los 17 años vino seguida por sucesos en los que parecían mezclarse los fenómenos poltergeist, demonios, posesiones infernales, crucifijos que caían al suelo y cacofonías que convirtieron a la vivienda de la calle Luís Marín de Vallecas en una peregrinación de todo tipo de personajes e informadores de lo paranormal que acabaron dando a la historia una resonancia nacional. La aparición de la madre Concepción Lázaro en el programa de televisión Esta noche cruzamos el Mississippi (Telecinco, 1995-1997) terminó de subrayar el fenómeno mediático de unos sucesos que se alimentaban de la afición por la ouija de Estefanía y la autopsia tras su muerte que la calificaba como "sospechosa". El caso también alimentó a los programas de fenómenos paranormales y periodistas que empezaban a realizar reportajes como Iker Jiménez, aunque en la docuserie Expediente Vallecas (HBO Max, 2025) hay poco margen para la autocrítica en los entrevistados relacionados con este tipo de programas y con asociaciones paranormales que visitaron la casa, derivando las responsabilidades a personajes siniestros como Tristán Braker, que es lo más fácil. Al menos Pepe Navarro asume que el caso se convirtió en un espectáculo de televisión y ofrece una perspectiva que es más honesta, aunque pueda ser discutible: "El Misisipi era un lugar sin ley, era ir más allá, un teatro de la vida". La serie escrita por Irene del Cerro y Jorge Pérez Vega, y dirigida por Noemí Redondo, especialista en docuseries como Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof (HBO Max, 2021) y El rey del Cachopo (Netflix, 2024), aborda este fenómeno desde tres perspectivas complementarias: el primer episodio Miedo (T1E1) expone los hechos en un tono cercano al cine de terror, para ir desenredando la realidad que rodeaba a la familia Gutiérrez Lázaro, especialmente con la intervención de tres de los hijos de Concepción: Querubina, Ricardo y Máximo quienes, a pesar de haber vivido los mismos acontecimientos, tienen puntos de vista diferentes: "La casa del terror era mi casa y había un director", dice Máximo en el episodio Trauma (T1E3), describiendo la manipulación a la que fueron sometidos por parte de su madre, con la que ninguno de sus hijos tiene contacto actualmente. Mientras que en el caso de Querubina se refleja una creencia en que algunos de los fenómenos que ocurrieron fueron inexplicables. Es un interesante planteamiento que sin embargo se deja para el final, lo que provoca que la serie parezca demasiado alargada porque hay una parte central que se hace repetitiva. Al establecer esta estructura en tres partes, que deja cliffhangers al final de cada episodio, la narrativa se ve obligada a estirarse para compensar los relatos, mientras que un planteamiento mucho más homogéneo desde el principio habría ayudado a profundizar más en algunos aspectos. Los acontecimientos de Vallecas volvieron a tener repercusión después del estreno de la película Verónica (Paco Plaza, 2017) y fue entonces cuando algunos de los hermanos declararon a los medios de comunicación que ellos mismos habían participado en el engaño. Posteriormente la serie El otro lado (Movistar Plus+, 2023) también se inspiró en el caso Vallecas para construir todo ese entorno de informadores que al mismo tiempo que aparentemente investigaban desde una perspectiva imparcial, acababan sugestionando aún más a los miembros de la familia, en el caso de los hijos aún niños pequeños. Expediente Vallecas deriva hacia el drama de una familia desestructurada con una matriarca que organizaba la manipulación de sus hijos, aunque la intervención de Concepción en el documental, a pesar de ser necesaria, termina resultando frustrante porque en realidad no solo no reconoce el engaño (que posiblemente es lo que esperaban los responsables de la serie), sino que incluso niega las afirmaciones de sus hijos. Pero al margen de esta circunstancia, queda el retrato de una familia compleja en la que hay muchas cuestiones pendientes y muchos reproches, seguramente por razones que no se revelan. Incluso Querubina, que está más cerca de creer que efectivamente ocurrieron fenómenos paranormales, se siente alejada de su madre, y parece existir una mayor profundidad en la ruptura de la que se expresa con las palabras. Es una sensación que se extiende hacia el resto del documental: debajo de la superficie que solo se rasca da la impresión de que había un relato mucho más profundo para reflexionar sobre la época, sobre la televisión de los años noventa, los circos de los horrores que se organizaban en los platós y las manipulaciones de la información relacionada con los fenómenos paranormales. El último episodio es el que invierte la perspectiva para ofrecer el profundo trauma familiar que es el origen y la consecuencia de los acontecimientos de Vallecas, pero se queda también en un relato superficial que adopta un tono de reportaje amarillista. Expediente Vallecas consigue reorganizar un relato muchas veces contado para, al menos, tratar de entender cómo el trauma familiar se convirtió en una forma cruel de arrebatar la infancia a unos hijos. 

_____________________________________Películas mencionadas (disponibles en la fecha de publicación):
El 47 se puede ver en Acontra+ y Movistar Plus+.As bestas se puede ver en Acontra+ y RTVE Play.Belén se puede ver en Prime.  Sorda, La buena letra y La isla de los faisanes se pueden ver en Movistar Plus+.Los años bárbaros y Horas de luz se pueden ver en FlixOlé y Movistar Plus+.La niña de tus ojos se puede ver en Tivify.Val del Omar, poeta audiovisual y Fanny Medina, la doctora se pueden ver en CanalSur Más. Verónica se puede ver en Movistar Plus+, Netflix, Prime, SkyShowtime y RTVE Play. 

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