Se podría decir que la "guerra del streaming" ha concluido, básicamente porque el streaming tal como se inició ya no existe, dando paso a una especie de "nueva televisión" que ha desechado casi todas las características que diferenciaban a las plataformas para introducir los elementos habituales de la televisión tradicional: inserción de publicidad, programas en directo, telerrealidad... "Como sigamos así, en cualquier momento vamos a inventar la televisión", bromeaba el productor argentino Alex Kuschevatzky en la pasada edición de Iberseries & Platino Industria. Concluida la etapa de streaming, parece haber un claro vencedor en esta batalla desigual. Netflix no solo ha demostrado ser la única compañía que ha encontrado la forma de rentabilizar sus contenidos, sino que el resto de contendientes han aceptado la derrota comprendiendo que la mejor manera de monetizar sus producciones es cederlas a su competidor, lo que contribuye a su vez a consolidar a Netflix como líder. Series como Suits (La clave del éxito) (Netflix, 2011-2019), procedente de Peacock, han conseguido un notable éxito en Estados Unidos, impulsado por la presencia de Meghan Markle. Hermanos de sangre (Netflix, 2001) y The Pacific (Netflix, 2010), procedentes de HBO Max, se han colocado en el Top 10 a pesar de su disponibilidad en la plataforma de Warner Bros. Discovery. Entre las series más vistas en España se encuentra el programa de telerrealidad Pesadilla en la cocina (La Sexta, 2012-) que, cuando prepara el rodaje de su novena temporada, ha incorporado a Netflix todas las anteriores con gran éxito. Básicamente, la plataforma roja ha conseguido que sus suscriptores la vean como si se tratara de una televisión tradicional: encenderla para elegir qué ver, mientras sus competidoras se tienen que conformar con ser segundos platos rotativos dependiendo de sus estrenos. Lo que no está consiguiendo Netflix son buenos datos en su plan con anuncios, con una implantación de solo el 30% entre sus suscriptores más de un año después de incorporarlo. Que no son los resultados deseados lo demuestra que hayan introducido modificaciones recientes, añadiendo en este plan la posibilidad de descargas. En el resto, el horizonte no parece demasiado alentador: HBO Max sigue incorporando documentales de tercera categoría procedentes de Discovery+ mientras el plan de próximos estrenos presentado por Casey Bloys hace unos días es francamente decepcionante. Para 2024, el año que se incorpora Max a Europa, solo hay dos o tres grandes estrenos, tanto que se han sacado de la manga una segunda temporada de The Jinx (El gafe) (HBO Max, 2015-), precursora de los true crime; Disney+ acaba de subir los precios de sus planes sin tener ningún estreno relevante para el mes de noviembre; Apple tv+ también acaba de subir sus precios un 100% perdiendo su competitividad y convirtiéndose en una nueva plataforma rotativa para muchos de sus suscriptores fieles; SkyShowtime intenta mantenerse a flote con promociones especiales e incorporando a ex ejecutivos de programación de Netflix. La guerra ha terminado pero las víctimas aún no se han revelado. La nueva plataforma 3Cat, que inició su funcionamiento el pasado 30 de octubre, sustituye a la tradicional TV3 A la Carta, incorporando también contenido de Catalunya Ràdio y con un catálogo de 280.000 horas. Con un diseño y un funcionamiento parecido al de las plataformas de streaming, igual que recientemente ha hecho Pr1meran de EITB, la suscripción es gratuita sin publicidad, aunque no todos los programas y series cuentan con subtítulos en castellano, e incorpora asimismo películas del catálogo de Filmin. Uno de los recientes estrenos producidos por 3Cat, en coproducción con EITB, es esta docuserie que a lo largo de sus tres episodios aborda de una forma clara los peligros del acceso a la pornografía de jóvenes menores de edad, y cómo la falta de una educación sexual apropiada en las escuelas o los hogares provoca que las relaciones sexuales se apoyen principalmente en los contenidos pornográficos. Generación porno (3Cat/Pr1meran, 2023) es una aproximación imprescindible para entender cómo toda una generación se está formando sexualmente a través de la pornografía, con un acceso tan fácil como inquietante. Y lo hace sin paños calientes, afrontando el tema de una manera directa, haciendo referencia en ocasiones a contenidos fáciles de encontrar en las redes sociales que no solo son ilegales sino auténticamente horrorosos. La serie se estructura en dos líneas diferentes, que se complementan adecuadamente: por un lado, entrevistas a expertos que hacen aportaciones muy interesantes, y por otro lado conversaciones con adolescentes que cuentan (delante de sus padres) su propia experiencia con la pornografía y cómo afecta a su vida sexual. Tomar la decisión de situar a una madre/padre al lado de su hijo/hija mientras comenta temas de los que nunca ha hablado en familia es uno de los aciertos de la serie, porque logra la identificación del espectador con la sorpresa y la estupefacción que muestran los padres. Pero son los expertos los que aportan los datos más inquietantes. José Luis García, psicólogo y sexólogo, afirma que "hay estudios que calculan que uno de cada cuatro jóvenes españoles menores de edad habrían visto entre 1.000 y 5.000 horas de porno". Porque, según Marina Marroquí, educadora social, "hay una cosa que deben saber las familias, y es que sus hijos al principio no van buscando el porno. El porno les encuentra, y es imposible escapar". La laxitud de las grandes corporaciones tecnológicas en poner barreras al acceso a la pornografía se debe sobre todo a los importantes ingresos que aportan los gestores de contenidos pornográficos, como comenta Marina Marroquí: "Redes sociales como Instagram, Twitter/X o WhatsApp hacen fácil que se incluya a los jóvenes en grupos con enlaces a páginas porno". El problema principal que plantea la serie en su episodio La presión social (T1E2) es el tipo de prácticas sexuales que describe la pornografía: "El 88% de todos los videos porno incluyen violencia física", principalmente hacia las mujeres. Prácticas de sexo en grupo en las que una mujer es sometida por varios hombres conecta con algunos de los casos más conocidos de violaciones grupales que se han producido en España. Uno de los adolescentes que participan en el documental afirma que cuando tuvo su primera relación sexual sintió que había sido incompleta porque la chica no había querido practicarle una mamada. Para él, el sexo oral era necesario porque es lo que siempre había visto en los videos porno. El episodio La mala educación (T1E3) hace referencia a uno de los aspectos más controvertidos, el tipo de educación sexual que reciben los jóvenes. Sin una asignatura de sexo obligatoria en las escuelas, la mayor parte de los acercamientos al tema se producen a través de talleres que se imparten una vez al año. Pero los propios jóvenes afirman que en estos talleres no se afrontan las cuestiones más importantes, como también defiende Inma Sust, divulgadora sexual: "En las escuelas la educación sexual consiste en hablar de biología y reproducción. Eso es absurdo. El sexo no es solo reproducción". Y concluye diciendo: "Pero tampoco hay educación sexual en las escuelas porque muchos padres no quieren". La directora de cine para adultos Erika Lust, que vive y trabaja en Barcelona, recuerda su experiencia en Suecia: "Fue el primer país donde la educación sexual es obligatoria desde 1955. No solo sobre el cuerpo sino también sobre el deseo, el afecto y el placer". Cuando los jóvenes entrevistados hablan de sorprendentes challenges (desafíos) que circulan por las redes sociales como "el beso del arco iris", en el que una chica con semen en la boca y un joven con sangre menstrual se besan; o "el juego del muelle", en el que un grupo de chicos van penetrando a una chica hasta que uno de ellos eyacula, considerándose el perdedor del juego, es fácil darse cuenta de cómo la falta de una formación sexual está provocando comportamientos cada vez más peligrosos. Y Generación porno consigue aportar una mirada muy clara y bien estructurada sobre un tema que se suele abordar con dificultad. En la historia, Maurice Grosse (Christopher Ettridge) introduce diversos tipos de grabadoras en el interior de la casa para captar los detalles de los posibles fenómenos, desde objetos que se mueven hasta voces susurrantes, especialmente en el cuarto en el que duermen las hijas Una de las series más esperadas entre las que se anunciaron hace meses como próximos proyectos de Taylor Sheridan (1970, Texas) es esta incursión en un grupo de operaciones especiales dedicado a llevar a cabo acciones de combate en el exterior que podrían calificarse como fuera de la ley, pero siempre con el apoyo implícito del gobierno norteamericano. Taylor Sheridan protagonizó durante la huelga de guionistas algunos desencuentros con el Sindicato de Escritores de América (WGA), al que pertenece, en torno a reivindicaciones como el número mínimo de guionistas que deben formar parte de la sala de guión para series de televisión, pero el sindicato le respondió rápidamente que ellos no negocian para autores privilegiados como Taylor Sheridan, sino para los guionistas asalariados. En todo caso, en una larga entrevista con The Hollywood Reporter, el escritor describía los problemas que había tenido cuando trató de ampliar la participación de otros autores en sus historias, refiriéndose a la incorporación de Terence Winter como showrunner en Tulsa king (SkyShowtime, 2022), a quien finalmente despidió, o el comienzo del trabajo en Special Ops: Lioness (SkyShowtime, 2023) con un plan establecido: "El plan era que yo escribiría, elegiría el reparto y dirigiría el episodio piloto, y entonces traeríamos a un showrunner para dirigir una sala de guionistas que yo podría supervisar. Pero ese plan fracasó", comentaba. "Mis historias tienen una trama muy simple impulsada por los personajes, a diferencia de unos personajes impulsados por una trama: la antítesis de la forma en que normalmente se modela la televisión. Pero cuando contratas una sala de escritores que tal vez no esté motivada por esas mismas cualidades y yo doy estas directrices y ellos no lo sienten, entonces para mí, las salas de guionistas no funcionan". Nolly★★★★★Filmin, 7 de noviembreReino Unido, 2022 - 3x45'Creada por Russell T. DaviesDirigida por Peter Hoar Séries Mania '23: Sesión EspecialSeguramente muchos aficionados a las series han oído hablar de Coronation Street (ITV, 1960-), la más longeva en la historia de la televisión británica, que aún sigue emitiéndose y ha traspasado la barrera de los 11.000 episodios. Pero junto a ella hubo otras producciones que también estuvieron en pantalla durante décadas, como Crossroads (ATV, 1964-1988), que se mantuvo en antena más de veinte años y estrenó 4.500 episodios, aunque posteriormente tendría una secuela, Crossroads (Carlton Television, 2001-2003), con nuevos personajes. Su principal protagonista fue la actriz Noele Gordon, que se ha convertido ahora en el personaje central de la nueva serie de Russell T. Davies (1963, Reino Unido), guionista de la nueva etapa de Dr. Who (BBC, 2005-) y creador de espléndidas miniseries como la inquietante visión futurista de Years and years (Movistar+, 2019) y el drama sobre la pandemia del SIDA It''s a sin (HBO Max, 2021). En esta ocasión consigue de nuevo elaborar una miniserie absolutamente deliciosa pero con un punto de melancolía en Nolly (Filmin, 2023), un drama sobre uno de los momentos más complicados en la carrera de la actriz Noele Gordon, cuando la cadena de televisión decidió matar a su personaje después de 17 años interpretándolo. El director de la miniserie es el británico Peter Hoar, que ya dirigió It's a sin, y que este año ha sido aclamado por el episodio Long, long time (T1E3) de la serie The last of us (HBO Max, 2023-). Pero la propuesta brilla especialmente gracias a una maravillosa interpretación de Helena Bonham Carter dando vida a esta estrella de la televisión que tiene un punto de soberbia, pero que también se siente amenazada por la progresiva transformación de un medio que deja a las estrellas clásicas en segundo plano.
Los siguientes comentarios se basan exclusivamente en el visionado de las temporadas completas de las series comentadas y pueden contener información relevante sobre sus argumentos.
The long shadow★★★★★itv1/itvX, 25 de septiembre-4 de noviembreReino Unido, 2023 - 7x50'Creada por George KayDirigida por Lewis ArnoldInédita en España
La historia del asesino en serie que sembró el pánico en el condado de Yorkshire entre 1975 y 1980 se extiende como un reflejo de una policía misógina que categorizó a las víctimas, mujeres solas en calles nocturnas, como prostitutas y por tanto delimitó su búsqueda a un perfil de asesino incorrecto, lo que provocó que el caso no se resolviera hasta cinco años después del primer asesinato, debido sobre todo a una casualidad, como se reflejaba en la docuserie El destripador de Yorkshire (Netflix, 2020). Esta serie ofrecía una disección muy inteligente sobre cómo un punto de vista principalmente machista enturbió las investigaciones, y en este sentido se alejaba de los tradicionales documentales true crime de una manera sobresaliente. Algo parecido ocurre con The long shadow (ITV, 2023), que rehuye presentar al asesino (solo aparece brevemente), para enfocarse en sus víctimas, lo que es una virtud dentro de un contexto de romantización del crimen que se puede ver en series como El cuerpo en llamas (Netflix, 2023). Esto se revela en los dos primeros episodios, centrados en la segunda víctima, Emily Jackson (Katherine Kelley) y las circunstancias que la llevaron, en este caso sí, a ejercer la prostitución ante la impotencia de su marido Sydney (Daniel Mays). Por entonces, en 1975, las investigaciones están a cargo del oficial Dennis Hoban (Toby Jones), pero a lo largo de la serie veremos a otros investigadores tomar las riendas ante los fracasos de sus antecesores, entre ellos George Oldfield (David Morrissey), que ocupa la última parte de la historia. Conforme se desarrolla, da la impresión de que estamos más ante una crónica social que ante un true crime, sobre todo cuando las mujeres salen a las calles, cansadas de la incompetencia de la policía, "reclamando las noches" frente a la orden de quedarse en casa, en un montaje emocionante mientras suena la versión de Peggy Lee de la canción de Paul Simon "Bridge over the troubled water" (1970), una de las favoritas de Jacqueline Hill (Daisy Waterstone), la última víctima del asesino.
En este sentido, podemos decir que The long shadow es la mejor serie dirigida por Lewis Arnold, y eso que ha sido el responsable de lo mejor que se ha hecho en Gran Bretaña en los últimos años, dirigiendo producciones destacadas como Des (ITV, 2020), Condena (BBC, 2021) o Sherwood (Filmin, 2022-). Pero hay un estilo reflexivo que impregna toda la serie y que transforma un thriller policial en un profundo estudio de las consecuencias de una sociedad limitada por los prejuicios. Y consigue algunas escenas sobrecogedoras, como cuando en el Episodio 2 muestra la llamada a la policía de una de las víctimas solo a través del rostro de la oficial que ha cogido el teléfono, manteniendo el suspense con eficacia, o en el montaje paralelo en el que tres jóvenes mujeres caminan solas por las calles durante la noche, sin que el espectador sepa exactamente cuál de ellas será la próxima víctima del asesino. Pero quizás lo más sorprendente es que esta historia narrada con los resortes del cine clásico, está escrita por George Kay, responsable de algunos éxitos que tienen una textura completamente diferente, como Secuestro en el aire (Apple tv+, 2023-) y Lupin (Netflix, 2021-). Alejado de los cliffhangers y giros de guión algo absurdos de sus series anteriores, la escritura de George Kay es mucho más sutil y elaborada, evitando caer en el sensacionalismo para centrarse en la descripción del entorno social y las consecuencias del pánico provocado por la sucesión de trece asesinatos a lo largo de cinco años.
La serie está basada en el libro Wicked beyond belief: The hunt of the Yorkshire Ripper (2003), escrito por Michael Bilton, pero también se apunta en los créditos que se ha realizado una investigación extensa que ha permitido elaborar una historia interesada en los detalles. La sombra a la que hace referencia el título no es la del asesino, sino la que dejan atrás sus víctimas, porque la historia no abandona a las familias que quedan azotadas por el impacto de la violencia, y se detiene también en el sufrimiento de unos padres o de unos hijos. Esta mirada amplifica el interés más allá del retrato del culpable, la hace mucho más profunda y absolutamente más relevante que la mayor parte de las series basadas en crímenes reales. Pero también describe el trauma que rodea a las pocas víctimas que lograron sobrevivir, como Marcella Claxton (Jasmine Lee-Jones), a la que la policía descartó rápidamente como una víctima del destripador de Yorkshire, en parte por cierta actitud racista. En el Episodio 2, cuando llega a su casa y se mira en el espejo la cicatriz de su cabeza (el asesino actuaba golpeando a sus víctimas con un martillo), se refleja de una manera extraordinaria cómo la larga sombra psicológica que ha dejado el trauma será la que quede inevitablemente sin cerrar.
Generación Porno★★★★☆3Cat, 26 de septiembre-10 de octubreEspaña, 2023 - 3x58'Escrita por Lidia MartínDirigida por Oiane Sagasti
Para los que disfrutamos de la película Hierve (Philip Barantini, 2021) es una buena noticia que los responsables de aquella pensaran que tenían más cosas que contar. Su ejercicio técnico de presentar la efervescencia de un restaurante durante un plano secuencia de hora y media fue un anticipo de lo que más tarde haría Christopher Storer en el conocido episodio Review (T1E7) de la serie The Bear (Disney+, 2022-), por lo que categorizar Boiling point (BBC, 2023) como una especie de imitación inglesa de la serie norteamericana es injusto, aunque el interés de BBC por encargar una versión en formato de serie a Philip Barantini y James Cummings pueda haber estado influido por la repercusión de la producción de FX. Hierve no solo se circunscribía a la cocina sino que se ampliaba hasta el salón del restaurante, mostrando también las interacciones del equipo de camareros y su relación con los clientes. La serie de cuatro episodios permite a los creadores centrarse más en las historias personales, aunque su comienzo parezca amenazar con un formato parecido al de la película, con un plano secuencia de unos 12 minutos. Pero tras la frenética cabecera nos damos cuenta de que en realidad se trata solo de un ejercicio de transición entre el largometraje y la serie, que se desarrolla ocho meses después de los acontecimientos que sucedieron en el restaurante Jones & Sons, y que se perfila como una especie de secuela spin off en la que Andy Jones (Stephen Graham) ya no es el protagonista, sino un personaje secundario. La historia se centra sobre todo en Carly (Vinette Robinson), sous-chef en la película, quien ahora es la Jefa de Cocina de su propio restaurante, North Point, que no termina de despegar desde el punto de vista económico.
Algunos personajes repiten ahora en North Point, como Emily (Hannah Walters, esposa de Stephen Graham) y Freeman (Ray Panthaki) en la cocina, o Dean (Gary Lamont), ahora ascendido como maître, o la camarera Robyn (Áine Rose Daly) en el comedor. Y ciertamente los cuatro episodios permiten desarrollar el entorno de los personajes principales, enfocándose en algunos de ellos de una forma más específica. El frágil Jamie (Stephen McMillan) es el protagonista del episodio más emocional, no solo por sus debilidades sino por la relación maternal que tiene Emily con él, y a través de éste la serie aborda temas como la salud mental en un mundo tan exigente y tan sometido a presión como la restauración. El cambio de formato en la narración permite a los guionistas salir del entorno del restaurante para introducirnos en las vidas personales de sus trabajadores, como la necesidad de Jake (Daniel Larkai) por mantener a su familia y conseguir para su hermana pequeña las oportunidades que él nunca tendrá, o el sueño de la camarera Robyn (Áine Rose Daly) de convertirse en actriz. Hay sin embargo un cierto pesimismo en el relato, como si se destacaran las dificultades para salir de una atmósfera de tensión constante, incluso a través de las continuas discusiones entre Carly y el administrador Liam (Joel MacCormack) por los problemas financieros que comienza a tener el negocio.
Stephen Graham, últimamente muy presente en nuestras pantallas con series como la fallida Cadáveres (Netflix, 2023) o el próximo estreno The walk-in (Filmin, 2022), se mantiene en un segundo plano, aunque mostrando las consecuencias del final de la película en su personaje, en ese estado de incertidumbre sobre si podrá tener un futuro en su profesión o tendrá que renunciar a ella. De nuevo bajo la dirección de Philip Barantini (1980, Reino Unido), los dos primeros episodios son los que mejor reflejan la dinámica dentro de la cocina, mostrando algunas actitudes de abusos y de acoso, principalmente a través de nuevos personajes como Bolton (Shaun Fagan) o el recién llegado sous-chef Nick (Steven Ogg) pero, como en la película, también se acerca a ciertas interacciones poco respetuosas por parte de los clientes, especialmente en una escena con la camarera no binaria Kit (Missy Haysom). En la forma en que los creadores de la serie introducen problemáticas que se distancian de las representaciones vagas y estereotipadas que ofrecen los talent shows de cocina, Boiling Point es mucho más relevante en la representación del mundo que pretende reflejar. Se detiene en sus personajes para componer un retrato variado de los profesionales, experimentados o no, que conforman un microcosmos mucho menos despreocupado del que se suele ver en la televisión. Mounia Akl (1989, Líbano) se encarga de dirigir los dos últimos episodios, tras su incursión en el largometraje Costa Brava, Líbano (2021), y mantiene el nivel de tensión mientras sigue profundizando en los personajes. Porque Boiling Point no es solo una interesante continuación de una película notable sino que construye su propio camino con eficacia.
Dear mama★★★★★Disney+, 4 de octubreEE.UU., 2023 - 5x60'Creada por Allen Hughes, Lasse JärviDirigida por Allen HughesEmmy '23: Nominada Mejor Serie DocumentalEntre la variedad de documentales sobre figuras de la música y el deporte enfocadas principalmente a los fans de sus protagonistas, y por tanto poco o nada interesantes desde el punto de vista cinematográfico, es difícil encontrar obras realmente sobresalientes. Al mismo tiempo, una figura como Tupac Shakur tiene todos los elementos que componen el checklist de un documental "made in Netflix": una estrella de la música, rivalidades dentro de la industria, un crimen sin resolver... Se podría decir que cada año surge una película o serie sobre este icono del rap en los años noventa: por mencionar solo los últimos, las series Unsolved (Netflix, 2018) y ¿Quién mató a Biggie y Tupac? (HBO Max, 2022) o el documental Last man standing: Suge Knight and the murders of Biggie and Tupac (Nick Bloomfield, 2021), que además se han quedado obsoletos tras la detención el pasado 29 de septiembre de Duane "Keffe D" Davis acusado de asesinato en primer grado por la muerte de Tupac Shakur en 1996. En su autobiografía, el gángster confesó haber proporcionado el arma utilizada en el homicidio, pero siempre negó su participación directa, que ahora la policía de Las Vegas le adjudica. El cineasta Allen Hughes (1971, Detroit) encuentra sin embargo una perspectiva diferente que amplía la mirada de Dear mama (Disney+, 2023) y la convierte en uno de los mejores documentales de este año. Al establecer un paralelismo entre Tupac Shakur y su madre Afeni Shakur (fallecida en 2016), la dimensión del relato se convierte en una representación muy lúcida de la condición revolucionaria de ambos, ella como líder de los Black Panthers en los sesenta y él convertido en un icono musical de los noventa, que expresaba a través de sus canciones la frustración y la rabia provocada por acontecimientos como la violencia racista que sufrió Rodney King en 1991 por parte de policías de Los Angeles, todos ellos absueltos en el juicio posterior. El director, conocido por las películas dirigidas junto a su hermano gemelo, como Infierno en Los Angeles (Albert Hughes, Allen Hughes, 1993), Dinero para quemar (Albert Hughes, Allen Hughes, 1995) o El libro de Eli (Albert Hughes, Allen Hughes, 2010), fue el responsable de la espléndida serie documental The defiant ones (HBO, 2017), que consiguió un Grammy y cinco nominaciones al Emmy, centrada en la compañía discográfica Interscope Records a través de la relación entre Dr. Dre y Jimmy Lovine.Desarrollando un estilo muy característico que le da dinamismo a la historia, con una extraordinaria edición a cargo de Lasse Järvi, Dear mama consigue momentos impresionantes, como cuando en Ambitionz Az a Ridah (T1E4) una de las canciones preferidas de Tupac Shakur, "Vincent" (1971), de Don McLean, superpuesta a imágenes en cámara lenta de un concierto de Tupac, acaba fusionándose con "Hit 'em up" (1996), en la que insultaba a The Notorious B.I.G. y comenzaba una rivalidad pública entre los cantantes de rap del Este y el Oeste de Estados Unidos. La edición musical de Atticus Ross, Leopold Ross y Claudia Sarne es también una parte fundamental del documental, aislando la voz a capella de Tupac Shakur de la instrumentación de algunas de sus canciones y superponiéndola a una atmósfera reflexiva que proporcionan los sintetizadores para extraer de ellas su condición de monólogos poéticos. Hay también algunos usos muy interesantes de la música de Ennio Morricone para Hasta que llegó su hora (Sergio Leone, 1968) y El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone,1966) a lo largo del documental. Pero el retrato que hace el profesor de teatro de Tupac Shakur en el instituto es más emocionante que muchas de las entrevistas a quienes le acompañaron durante su carrera musical: cuando pidió a sus alumnos un ejercicio que consistía en interpretar sin palabras su canción preferida, el adolescente Tupac eligió el tema de Don MacLean que homenajeaba a Vincent Van Gogh, con el que se sentía identificado por ser "un artista incomprendido". En este mismo episodio, el mejor de los cinco que componen la serie, las imágenes se rebobinan a gran velocidad para mostrar en retrospectiva parte del relato de éxito pero también de incomprensión que marcó la vida de Tupac Shakur. De su etapa estudiantil, por cierto, no hay referencias a su amistad con Jada Pinkett Smith, que en su autobiografía recientemente publicada habla de Tupac Shakur como "su alma gemela". Entre los entrevistados, desde Mike Tyson hasta Dr. Dre, pasando por Tim Roth, que trabajó con él en la película Gridlock'd (Vondie Curtis-Hall, 1997), destaca su tía Gloria "Glo" Cox, quien recuerda que Afeni castigaba a su hijo haciéndole leer el New York Times y después debatir sobre el artículo que había leído. Muy aficionado a establecer conexiones, Allen Hughes propone paralelismos entre algunos acontecimientos en las vidas de madre e hijo, como cuando ella se defendió a sí misma en un juicio relacionado con altercados de los Black Panthers, que se muestra a la vez que Tupac realizaba su alegato durante el juicio en el que fue acusado, según sus conocidos falsamente, de abusos sexuales, y del que salió absuelto. Esta relación es la que alimenta con mayor contundencia el relato, abriéndolo hacia una descripción de la lucha por los derechos civiles en los años sesenta, pero también de las rivalidades entre los miembros de los Black Panthers que acabó separando a la organización en dos facciones, igual que los raperos de Este y Oeste iniciaron una confrontación que provocó primero un intento de asesinato de Tupac del que salió ileso y posteriormente su muerte. En un momento de Demasiadas lágrimas (T1E3), el propio Allen Hughes aparece desde detrás de la cámara y se coloca delante porque él fue el protagonista de una paliza que recibió por parte de Tupac Shakur y un grupo de amigos, cuando tuvo una discusión relacionada con uno de los videoclips que dirigió para el cantante. No hay por tanto una intención de suavizar el carácter contradictorio del propio protagonista. El episodio Hasta el fin de los días (T1E5) tiene cierta tendencia al true crime convencional y al homenaje alegórico, pero expresa también estas contradicciones, cuando la tía Glo confiesa no reconocer a su sobrino en las imágenes CCTV del casino de Las Vegas en el que comenzó una pelea que acabó con su asesinato: "No podía ser verdad. Él no era un pandillero. ¿Que quería demostrar? ¿A quién? ¿Cómo pasa una persona de pensar de una manera a pensar así? ¿Cómo coño había llegado a eso?". Un travelling mostrando los graffitis con la imagen de Tupac Shakur en diferentes lugares del mundo (y que se representa magníficamente en el diseño publicitario de la serie) demuestra la permanencia del mito a lo largo de los años. Eminem recuerda que Tupac Shakur estaba obsesionado con dejar un legado y escribió tantas canciones que después de su muerte se publicaron diez álbumes inéditos. La serie termina con otra mezcla musical entre su album póstumo Until the end of time (2001, Amaru Entertainment) y un rap que interpretó en el instituto, conectando el mito con el adolescente que ya desprendía talento musical, y haciendo de Dear mama el mejor retrato de un artista eterno.
Bargain (El acuerdo) ★★★★☆Paramount+, 5 de octubreCorea del Sur, 2022 - 6x35'Creada por Byeongyun Choi, Woo-Sung JeonDirigida por Woo-Sung JeonCanneseries '23: Mejor GuiónInédita en EspañaA Paramount+ le están funcionando bien sus adquisiciones de series extranjeras en las últimas semanas, primero con la producción británica The gold (BBC, 2023-) y ahora con esta serie coreana que recibió el premio al Mejor Guión en la pasada edición de Canneseries. Se trata de un descenso a los infiernos casi literal que tiene uno de los cliffhangers más sorprendentes que hemos visto en mucho tiempo al final del episodio Bargain (T1E1) que se desarrolla casi exclusivamente en una habitación de hotel en la que Park Joo-Young (Jeon Jong-Seo) se encuentra con Noh Hyung-soo (Jin Sun-kyu), quien ha pagado 1.000 dólares para perder su virginidad, aunque el encuentro deriva hacia otros asuntos menos complacientes. Porque el negocio al que hace referencia el título tiene menos que ver con la prostitución y más con la venta de órganos. Pero un acontecimiento imprevisto convertirá tanto a estos dos protagonistas como al resto de componentes de la mafia en supervivientes en medio de un entorno apocalíptico en el que la propia estructura de un edificio se convierte en una representación bastante lúcida de las diferencias sociales, en consonancia con muchas producciones coreanas en las que su formato de thriller se envuelve en una reflexión sobre las flaquezas de la sociedad contemporánea. Pero conforme se desarrolla la historia, El acuerdo (Paramount+, 2022) acaba cayendo en situaciones demasiado forzadas protagonizadas por estos personajes que se encuentran al límite. Desde el punto de vista visual, el director y co-creador de la serie Woo-Sung Jeon la plantea como un alarde técnico rodando cada episodio en planos secuencia de entre 5 y 15 minutos, pero editados como si se tratara de una única toma, lo cual se hace más patente en la recta final. La intención es transmitir la tensión que experimentan los protagonistas, aunque no termina de sacarle partido a la propuesta, con escenas demasiado centradas en un personaje que ralentizan la acción, seguramente por la complejidad de rodar en un espacio cerrado y claustrofóbico. Sin embargo, utiliza con habilidad el tono de humor negro, que a veces roza la caricatura para retratar a sus personajes, y apuesta por la introducción de una temática que hace referencia directa a las perversidades del ser humano, como el tráfico de órganos y el abuso sexual.
También le beneficia el formato de seis episodios de poco más de media hora de duración, lo que permite que las tramas se concentren en poco tiempo y consigue aportar un ritmo adecuado a este descenso al infierno. Es una propuesta sin duda entretenida, sorprendente a veces en su cuidado aspecto visual, con unos villanos especialmente logrados, aunque por momentos acabe siendo tan absurda como entretenida. Entre los personajes principales, destaca el carácter humorístico que aporta Geuk-ryul (Chang Ryul), quien está empeñado, a pesar del desastre que le rodea, en conseguir el riñón por el que ha pagado 100.000 dólares para lograr que su padre salga de la interminable lista de trasplantes en el hospital. El problema es que el riñón que esperaba pertenece a Noh Hyung-soo. A Guek-ryul le veremos casi todo el tramo final de la serie vistiendo unos calzoncillos rojos y unas chanclas, mientras trata asimismo de sobrevivir.Creada por Seung-Min Byun, la serie se inspira en el premiado cortometraje Bargain (Lee Chung-hyun, 2015), que también estaba rodado en un solo plano secuencia de 15 minutos, pero solo toma como base el primer encuentro entre una joven y un hombre en una habitación de hotel y las consecuencias de éste, introduciendo una trama completamente distinta posteriormente. Se podría decir que casi todos los personajes tienen una agenda propia que les permitirá alcanzar sus objetivos relacionados con el tráfico de personas, el robo y el abuso sexual. Introducir a este grupo variopinto en una situación límite permite abordar los aspectos más oscuros de la avaricia y la falta de moralidad, lo que hace que la serie tenga algo más de profundidad que un simple juego de perseguidos y perseguidores. Esta producción es una de las que forman parte del acuerdo estratégico que firmaron Paramount Global y el gigante del entretenimiento coreano CJ ENM, que permitirá que las producciones coreanas estén distribuidas por la compañía norteamericana, bien a través de sus plataformas o con acuerdos de segundas ventanas. De este acuerdo surgió el estreno a mediados de año de la serie Yonder (Paramount+, 2022) y tiene pendientes otras siete producciones coreanas, aunque solo en aquellos territorios que disponen de Paramount+, principalmente Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, Latinoamérica y países europeos como Francia, Alemania, Austria y Suiza.
Prisa por vivir ★★★★☆Netflix, 5 de octubreReino Unido, 2023 - 8x45'Creada por Ripley ParkerDirigida por Charlie Manton, Alyssa McClelland, Laura Steinel
Buscando contar historias con las que se sientan identificados los espectadores adolescentes, que además son los que menos se acercan a las plataformas de streaming tradicionales y prefieren otras herramientas audiovisuales como YouTube o TikTok, a los que Netflix nunca ha conseguido ganar la batalla por las audiencias, la plataforma roja ha estrenado series como Sex education (Netflix, 2019-2023), reiniciada en su última temporada por agotamiento de ideas repetitivas, Jóvenes altezas (Netflix, 2021-) o Heartstopper (Netflix, 2022-), cuyas segundas temporadas han sido decepcionantes. A esta lista se une ahora Prisa por vivir (Netflix, 2023-), que podría parecer que tiene los genes de cualquiera de esas series, pero que en realidad utiliza los tropos de los coming-of-age de instituto para envolver una historia mucho más profunda. La protagonista es Mia Polanco (Sophie Wilde) una estudiante de secundaria de 16 años que ha pasado siete meses en una clínica dirigida por el doctor Nell (Stephen Fry) para resolver su problema de trastorno alimentario. Pero cuando regresa al entorno estudiantil, percibe que sus amigos han tenido experiencias que ella todavía no ha vivido, sintiendo que se está quedando atrás en el impulso de la vida y tratando de ponerse al día de una manera algo apresurada. Inicialmente titulada The fuck it bucket, que hace referencia a la lista de deseos que elabora Mia para tener todas las experiencias que le faltan, la serie ha sido creada por Ripley Parker (2000, Reino Unido) hija de los actores Ol Parker y Thandie Newton, que saltó a los medios de comunicación ingleses en 2017 cuando tras una obra de teatro en el West End de Londres se dirigió a Boris Johnson para llamarle "cunt", posiblemente el insulto más grave del idioma inglés. La historia está basada en su propia experiencia con el trastorno alimentario durante la adolescencia, y en este sentido aborda, con especial atención a los detalles, la descripción de las inseguridades de Mia.
Aunque tenga la apariencia de una serie juvenil en la que se introduce un tema sobre salud mental, Prisa por vivir es todo lo contrario: una serie sobre el trastorno alimentario que utiliza los estereotipos de las historias de instituto para elaborar una reflexión sobre la sociedad precisamente en un entorno en el que la atención a la imagen se magnifica: chicos jóvenes que están en plena efervescencia hormonal. Pero Mia se siente disociada de su propio cuerpo, viste ropa holgada para que no se marque el perfil de su silueta y es incapaz de cambiarse en un vestuario. Incluso la narración de la protagonista, que es un recurso habitual en las series juveniles, adquiere una mayor consistencia en esta historia porque muestra los deseos de Mia de volver a una normalidad anterior a su enfermedad. Lo que hace bien la serie es reflejar asimismo cómo afecta a sus amigos el trastorno nunca curado del todo: Becca (Lauryn Ajufo), Will (Noah Thomas) y Cam (Harry Cadby) también están ansiosos por recuperar una relación de amistad tal como era antes, aunque progresivamente se dan cuenta de que no es posible. Prisa por vivir no aborda solo la manera en que Mia se adapta de nuevo a su vida fuera de las limitaciones estrictas de la clínica, sino cómo la enfermedad sigue arrastrándola hacia terrenos a los que no quiere regresar. Y al mismo tiempo experimenta la sensación de que todos la verán siempre como "la chica que sobrevivió a sus problemas mentales", una etiqueta que parece indisociable y al mismo tiempo supone otro obstáculo para alcanzar la normalidad, como durante su fiesta de cumpleaños.
En este sentido, cuando la serie adopta un nuevo punto de vista en el Episodio 6, en el que el narrador es Alex (Sam Reuben), el hermano menor de Mia, amplifica su mirada hacia el exterior y la repercusión que tienen los problemas de salud mental en el entorno familiar. Nuevamente, el episodio traza una subtrama relacionada con las inseguridades sexuales de Alex y una fotopolla implicada, pero es solo una excusa para abordar la problemática que realmente quiere describir. Igual que en uno de los episodios de Best interests (BBC, 2023) se mostraba la falta de atención que siente constantemente la hermana de una joven enferma, en este caso la madurez que se exige a un joven de 15 años para afrontar una situación especial está por encima de sus posibilidades. Lo que desemboca en una explosión de sinceridad durante una sesión de terapia familiar: "He hecho lo posible para no odiarte, porque desde que enfermaste soy invisible. No puedo seguir encogiéndome para dejar espacio a tu anorexia". Es en estos reflejos de una realidad dolorosa en los que la serie se hace más relevante, igual que en los flashbacks en los que vuelve a la memoria de Mia su enfermedad. Ella está espléndidamente interpretada por la actriz Sophie Wilde (1997, Australia), a quien este año hemos visto en la interesante película de terror Háblame (Danny Philippou, Michael Philippou, 2023), cuyo personaje también se llama Mia. De hecho, en el Episodio 7 hay una referencia directa a las películas de horror de adolescentes para abordar los miedos que provoca la problemática de la salud mental. Otro de los tropos habituales de las series juveniles es la pérdida de la virginidad, pero aquí está tratada con especial sensibilidad, construyendo un entorno que no discute ni se preocupa por las tendencias sexuales, sino que representa una sexualidad abierta sin etiquetas. Para Mia, sin embargo, hay algo diferente cuando en el Episodio 5, durante una escapada a un balneario en el que quiere descubrir si su madre Viv (Vivienne Acheampong) tiene un amante, acaba sin embargo teniendo la regla. Y este regreso de la menstruación se convierte en otra batalla ganada en la recuperación del propio cuerpo, una reivindicación de valentía frente a las muchas derrotas que ha provocado la anorexia.
Nada ★★★★☆Disney+, 11 de octubreArgentina, 2023 - 5x28'Creada por Mariano Cohn, Gastón Duprat, Emanuel DiezDirigida por Mariano Cohn, Gastón Duprat
La colaboración entre los guionistas y directores Mariano Cohn (1975, Argentina) y Gastón Duprat (1969, Argentina) ha dado como resultado algunas películas interesantes como El ciudadano ilustre (2016) y Competencia oficial (2021) que abordaban micromundos cerrados como la literatura y el cine frente a la sociedad. Con El encargado (Disney+, 2022-) y Horario estelar (Disney+, 2023) enfocaron sus comentarios sociales en formato de series, pero se podría decir que Nada (Disney+, 2023) parece haber nacido más como una idea para una película (su duración total no supera las dos horas y media) que para la miniserie que finalmente ha sido. Como es habitual en la filmografía de la dupla de guionistas/directores, la historia se apoya en un personaje principal con una personalidad característica para elaborar una serie de comentarios más o menos cínicos en torno a la sociedad argentina en particular. En realidad, la actitud del crítico gastronómico Manuel Tamayo Prats (Luis Brandoni), no se diferencia demasiado del cinismo del Premio Nobel de Literatura Daniel Mantovani (Óscar martínez) en El ciudadano ilustre (2016) y a ambos su personalidad distante la acaba modificando el encuentro con la sencillez. En el caso del escritor, el regreso a una pequeña ciudad argentina de donde huyó para establecerse en Europa, y en el del crítico gastronómico en su relación con la joven Antonia (Majo Cabrera), una inmigrante paraguaya que sustituye a Celsa (María Rosa Fugazot), que era su imprescindible secretaria, sirvienta, cocinera e incluso chofer. Manuel Tamayo se muestra como un anciano indolente que hace veinte años que no escribe, aficionado al privilegio de no pagar en los restaurantes aunque derive en críticas negativas, y habitualmente poco agradable con las personas que se cruzan a su lado, lo que provoca los mejores diálogos vitriólicos de la serie.
Pero la interpretación de Luis Brandoni en modo Luis Brandoni hace que el personaje acabe siendo atractivo para el espectador, a pesar de que contiene algunos tics de su personaje en la película Mi obra maestra (Gastón Duprat, 2018), que ha tenido recientemente un remake francés, Un coup de maître (Rémi Bezançon, 2023), donde el desmemoriado Renzo Nervi le decía a un camarero después de almorzar en un restaurante de lujo: "Por cierto, la cuenta no me la traigas, porque no te la voy a pagar". Y es que, incluso aunque Manuel Tamayo reniega de la gastronomía argentina como una mezcla impersonal de gastronomías de distintos países, despliega una especial querencia por su ciudad. Cuando su hija, que vive en Londres, le dice que nunca está en casa, él responde: "Mi casa es Buenos Aires. Así que siempre estoy en casa". Hay una especial habilidad en los guionistas para construir este tipo de personajes que tienen una personalidad ambigua y que se sitúan en un término medio entre el antagonismo y el protagonismo, como le ocurría de una manera mucho más oscura al portero Eliseo de Guillermo Francella (que hace una breve aparición también en esta serie) en El encargado. Pero Nada (Disney+, 2023), que toma su título del libro que finalmente escribe el protagonista, se envuelve en una cierta aureola de comedia simpática para ofrecer en realidad una visión más pesimista sobre una sociedad en la que se da demasiada importancia a aspectos superficiales de la vida.
La presencia de Robert De Niro, que interviene por primera vez en una serie, aporta un elemento especialmente destacado a la historia. La amistad que tienen los personajes en la ficción es un reflejo de la que comparten los dos actores desde que se conocieron en Buenos Aires cuando el intérprete neoyorquino viajó a la capital argentina para asistir al estreno de una obra de teatro que él había interpretado en Broadway. La relación en la serie entre los personajes es la misma que en la vida real, puesto que ni Robert De Niro habla español ni Luis Brandoni habla inglés, por lo que se suelen comunicar en una especie de italiano. De Niro protagoniza algunos momentos especialmente divertidos en relación con la gastronomía argentina, desde la degustación de un "bife de chorizo a caballo" en una conocida parrilla de Buenos Aires hasta su descubrimiento de un mate amargo, pero su presencia sirve también como introducción a cada uno de los episodios. La serie, sin embargo, se mantiene en alto principalmente por la extraordinaria presencia de Luis Brandoni, quien recientemente protagonizó una polémica con Ricardo Darín al calificar la película Argentina, 1985 (Santiago Mitre, 2022) como "una canallada" por no representar adecuadamente el papel de Raúl Alfonsín en el juicio a las Juntas Militares. Quizás menos punzante que otras propuestas de la dupla Cohn-Duprat, Nada es una comedia en cinco actos que aporta humanidad y que invita a seguir disfrutando de un personaje tan característico.
Desnudo sobre Berlín ★★★★☆Arte, 12 de octubreAlemania, 2023 - 6x44'Creada por Axel Ranisch, Sönke AndresenDirigida por Axel Ranisch
El responsable de esta serie sobre la mayoría de edad es uno de los autores más reconocidos de la escena alemana, polifacético y prolífico director y actor de teatro, cine y televisión. Pero la filmografía de Axel Ranisch (1983, Alemania) es poco conocida en España, por lo que hay que celebrar que al menos su última serie se haya estrenado simultáneamente en toda Europa. Basada en su propia novela Nackt über Berlin (2018), la propuesta se disfraza de una historia coming-of-age para abordar temas mucho más profundos. Los protagonistas son dos amigos que sufren constantemente bullying en el instituto, a los que sus compañeros de clase llaman "fetti" y "fiji", insultos en torno al sobrepeso de Jannik (Lorenzo Germeno) y al origen vietnamita de Tai (Anh Khoa Trần). El primero es aficionado a escuchar música clásica, y se siente especialmente identificado con Tchaikovsky, que se le aparece a veces como una figura fantasmal y del que considera que la Sinfonía Nº 6: Patética (1893), la última obra escrita por el compositor ruso, es la más triste que se ha compuesto nunca. Pero además también se refleja en él por su condición homosexual que muchos autores posteriores trataron de ocultar. Por su parte, Tai es un experto en ordenadores que se siente especialmente afectado por el suicidio de una compañera de clase de la que todos creen que estaba enamorado. Cuando encuentran en la calle al desagradable director del instituto, Jens Lamprecht (Thorsten Merten) borracho, al que Tai considera el verdadero culpable de la muerte de la estudiante, le acompañan a su apartamento en un edificio inteligente del centro de Berlín y aprovechan los conocimientos informáticos de Tai para dejarle encerrado sin acceso a internet ni a ninguno de los sistemas electrónicos. El secuestro durará varios días y se irá desarrollando desde una broma pesada hasta una tortura psicológica en la que Lamprecht revela su manera de tratar a su mujer, la forma de humillar a su hijo y sobre todo cómo insultó a la profesora Gieseking (Christina Große) y despreció al padre de la estudiante fallecida (Heiko Pinkowski), estos últimos dos de los actores habituales de las películas de Axel Ranisch.
Sin embargo, Desnudo sobre Berlín (Arte, 2023) desarrolla a lo largo de sus seis episodios otra historia que se alterna en protagonismo con la trama del secuestro, centrada en la relación entre Tai y Jannik, y sobre todo en su condición de outsiders. Jannik se siente liberado en su casa cuando su padre está de viaje de negocios, porque su madre (Alwara Höfels) no solo es consciente de su homosexualidad sino que le permite dormir a veces en casa de Tai. Es una dinámica parecida a la de los protagonistas de la comedia I feel like disco (Axel Ranisch, 2013), en la que Florian era feliz cuando su padre estaba ausente y podía bailar con su madre y vestirse con la ropa más estrafalaria. Por eso la relación familiar de Jannik es la que mejor está narrada, especialmente cuando su padre (David Striesow) regresa y vuelven también los comentarios sobre su gordura y su falta de masculinidad. Durante una visita de Tai, Jannik sufre la humillación de tener que comparar su cuerpo grueso con el del joven vietnamita, y poco después el padre le acompaña al médico para que éste le recete una dieta. Pero en realidad la actitud de su padre se revela como una excepción, porque nadie de los que rodean al adolescente tiene intención de seguir sus consejos. Cuando visita al médico, este concluye la consulta diciendo: "Tienes diecisiete años, eres gay y vives en Berlín; no te puede pasar nada mejor".
El problema que arrastra Tai es mucho más complejo, y tiene que ver con el racismo que su familia ha sufrido desde que llegó a Alemania y la sensación de nunca sentirse verdaderamente integrado, a pesar de que toda su vida estudiantil la ha pasado en Berlín. No es él quien no se ha conseguido adaptar a su condición de alemán, sino que es la propia sociedad la que le ha estado apartando progresivamente. El sentimiento proviene además de una experiencia violenta que vivió junto a su padre cuando era pequeño y que fue traumática no solo por lo que éste sufrió, sino porque nadie a su alrededor hizo nada para impedirlo. Por eso, donde siente su hogar es dentro del centro comercial Dong Xuan, en el distrito de Lichtenberg, el mercado asiático más grande de Alemania inaugurado en 2005, que lleva precisamente el nombre de un conocido mercado en Hanoi. "Esto no es Alemania, esto es Vietnam", le dice a Jannik cuando le invita al restaurante que regenta su familia. Mientras la trama del secuestro se va haciendo secundaria, toma mayor protagonismo el perfil de los dos jóvenes y una relación que está entre el amor y la solidaridad de la diferencia. Las tramas y los arcos de los personajes se mezclan con ensoñaciones representadas de una manera teatral, y sobresale el uso de la música clásica de una forma parecida a la que en cualquier serie juvenil se introducen canciones pop más o menos recurrentes. Pero sobre todo Desnudo sobre Berlín construye unos personajes complejos con los que se siente una inmediata cercanía, aborda temas importantes sobre la manera de sentirse extranjero en su propio país y despliega una mirada hacia la humanidad, no como un recurso fácil sino como una auténtica apuesta por la diversidad.
Cocina con química★★★★☆Apple tv+, 13 de octubre-24 de noviembreEE.UU., 2023 - 8x45'Creada por Lee EisenbergDirigida por Sarah Adina Smith, Bert & Bertie, Millicent Shelton, Tara Miele
Casi podríamos decir que el título español de esta serie es más apropiado que el original "Lecciones de química" porque tiene la resonancia de un programa de televisión gastronómico que es parte de la columna vertebral de la historia. Y es que, al convertir a la protagonista Elizabeth Zott (una espléndida Brie Larson) en presentadora de un espacio dedicado a revalorizar la cocina, no como uno de los tradicionales quehaceres del hogar, sino como un dispositivo de conocimientos y empoderamiento femenino, está marcando las líneas principales de una adaptación solvente y muy cuidadosa de la exitosa novela escrita por Bonnie Garmus (1957, California), Lecciones de química (2022, Ed. Salamandra), que fue recibida por la crítica como un excelente debut. Pero hay muchos más elementos planteados en una aproximación a la obra literaria que mantiene la fidelidad a la trama principal, quizás incluso adoptando algunas de sus deficiencias, y que podría encontrarse cómoda entre el drama de emancipación culinario que es Julia (HBO Max, 2022-) y la historia de romanticismo científico que fue Masters of sex (Movistar+, 2013-2016). Porque Cocina con química (Apple tv+, 2023) se va revelando conforme se desarrolla como una historia de amor que sobrevive más allá de las adversidades, aunque efectivamente también es la historia de una mujer que lucha por el reconocimiento en el entorno machista universitario de 1950. En este sentido, los dos primeros episodios dirigidos por Sarah Adina Smith son un ejemplo de cómo aprovechar la ejecución del tiempo y el ritmo para describir una seducción encantadora entre el reconocido investigador Calvin Evans (Lewis Pullman) y la asistente de laboratorio, después compañera de trabajo y finalmente compañera de vida.
Después llega el controvertido tercer episodio, Living dead things (T1E3), que adopta el punto de vista de Six Thirty, el perro abandonado que acogió Elizabeth (el perro de la escritora Bonnie Garmus se llama 99), en una perspectiva que no termina de funcionar emocionalmente, pero que afortunadamente solo se mantiene durante los primeros minutos (en el libro la narración del compañero canino permanece durante muchas más escenas). Pero el guión escrito por Lee Eisenberg, guionista de The office (SkyShowtime, 2005-2013) y del reciente éxito Jury duty (Prime Video, 2023), es capaz de equilibrarse bien entre el drama y la comedia, sin llegar a ser demasiado sensiblero, apoyado en una hermosa banda sonora compuesta por Carlos Rafael Rivera, que fue también el compositor de otra de las series que se nos pueden venir a la memoria, Gambito de dama (Netflix, 2020). En realidad, la popularidad que alcanza Elizabeth Zott como presentadora del programa de televisión Supper at Six no se desarrolla hasta el episodio CH₃COOH (T1E5), y las actitudes machistas se reproducen incluso a mayor escala en la figura del director del canal de televisión. Pero uno de los aspectos más diferenciadores con respecto a la novela es también uno de los que aportan una mayor trascendencia a la historia dentro del contexto de los años cincuenta. La vecina Harriet Sloane (Aja Naomi King) se convierte en la serie en una activista que lucha por impedir la construcción de una autopista en el barrio mayoritariamente negro de Sugar Hill en Los Angeles, al mismo tiempo que intenta posicionarse de una manera equidistante con su marido cuando éste regresa del ejército. Y aunque en su relación con Calvin Evans se producen algunas decepciones porque él está más comprometido con su trabajo, consigue tener una aliada fiel en Elizabeth, mucho más entregada seguramente de lo que estaría una mujer blanca en aquella época, fruto de la perspectiva presentista que tienen algunos aspectos del guión.
Curiosamente, a veces Cocina con química se contradice a sí misma a pesar de mostrar una historia de reivindicación de la mujer independiente en una época en la que estaban supeditadas al hogar, incluso dudando ellas mismas respecto a sus propias capacidades, como cuando una espectadora confiesa a Elizabeth en el programa de televisión que se siente insegura sobre la idea de volver a la universidad para seguir estudiando después de dedicarse a su familia. Pero, aunque el personaje principal muestra desde el comienzo su nula intención de tener hijos, acaba recibiendo con ímpetu su condición de madre, un aspecto de la historia que directamente niega el mensaje que pretende dar, como si las mujeres, incluso las que pretenden ser más independientes, estuvieran inexorablemente vinculadas a su propia percepción maternal. Y es Madeline Evans Zott (Alice Halsey), la hija de Elizabeth, la que acaba protagonizando una de las subtramas más endebles, que ocupa buena parte de un final que se siente algo decepcionante. En Book of Calvin (T1E7) e Introduction to chemistry (T1E8) se introducen retrospectivas al pasado que incluyen unos poco logrados efectos "de-aging" del personaje de Wilson (Beau Bridges), como si las productoras de Hollywood aún no hubieran aprendido que este tipo de rejuvenecimientos digitales todavía terminan convirtiendo las caras de los actores en personajes de videojuego. Hay algunas aportaciones interesantes en estos regresos al pasado respecto a algunos protagonistas, pero al mismo tiempo da la sensación de que se difumina la historia principal sin que sea realmente necesario.
Cómo ser un carioca★★★★☆Disney+, 20 de octubreBrasil, 2023 - 6x40'Creada por Diogo Dahl, Joana Mariani, Carlos SaldanhaDirigida por Luciana Bezerra, Tatiana Fragoso, Joana Mariani, Carlos Saldanha, René Sampaio
El asesinato en Río de Janeiro de tres médicos que participaban en un Congreso de Cirugía cuando se encontraban cenando en un restaurante, acabó siendo un error de los sicarios que confundieron a una de las víctimas con el líder de una banda rival, pero se sumó a una ola de crímenes que llevó al gobierno brasileño a desplegar a principios de octubre a 1.000 agentes de la Fuerza Nacional por tres favelas conocidas por su alta delincuencia: Complexo da Maré, Vila Cruzeiro y Cidade de Deus. Esta es posiblemente la imagen más habitual de una ciudad que tiene casi 7 millones de habitantes, a pesar de que en realidad se encuentra en la parte más baja de las 20 ciudades más peligrosas del mundo, que encabeza Tijuana. En esta lista se considera incluso que hay ciudades brasileñas más peligrosas que Río de Janeiro como Natal, Fortaleza y Salvador. En cierta manera, Cómo ser un Carioca (Disney+, 2023) intenta contrarrestar esta imagen a través de una sencilla y efectiva comedia de seis episodios que ofrece diferentes aspectos de la idiosincrasia de los habitantes de Río de Janeiro, sin evitar los más conflictivos como el racismo y la inseguridad. La serie está basada en el libro How to be a Carioca. The alternative Guide for the Tourist in Rio (1992), escrito por la norteamericana Priscilla Ann Goslin, que reside en la ciudad brasileña desde hace más de cuatro décadas, y que ha venido actualizando la guía hasta llegar a las 27 ediciones. Producida por Star+ en Latinoamérica y estrenada en España por Disney+ sin ninguna promoción, la serie ha sido creada por Carlos Saldanha (1965, Río de Janeiro), que ya ofrecía una visión amable de su ciudad natal en las películas de animación Río (2011) y Río 2 (2014). Nominado al Oscar por los cortometrajes Bellotas (2002) y Ferdinand (2018), el director aborda ahora su primer proyecto que no es de animación junto a Joana Mariani y Diogo Dahl.
La serie se divide en seis episodios que cuentan historias independientes centradas en personajes extranjeros que visitan Río de Janeiro y descubren algún aspecto destacado de la personalidad de los cariocas, representados en la única figura común en todas las historias, el personaje de Francisco, interpretado por el cantante y actor Seu Jorge, que finalmente es el protagonista del último episodio, Río de Janeiro (T1E6), que sirve como explicación de los encuentros que ha tenido a lo largo del resto de la serie. Esta estructura centrada en un país distinto también refleja un tema relacionado con los estereotipos de los brasileños. En Argentina (T1E1), Irene (Verónica Llinás) debe cumplir el deseo de su madre fallecida de lanzar sus cenizas desde el Corcovado, y contrasta la fe de los cariocas con su falta de creencias religiosas; en Alemania (T1E2), la puntualidad característica del director de orquesta Mathias (Peter Ketnath) se confronta con cierta laxitud carioca en la forma de afrontar los compromisos laborales, y su rígida concepción musical se enfrenta a la improvisación vitalista de la música tradicional brasileña. Dadas las circunstancias actuales, el episodio Israel (T1E4) puede perder cierta mirada humorística, como cuando un personaje dice que "en Río de Janeiro ésto es Israel y las favelas son Palestina", pero hay algunas frases que resuenan especialmente lúcidas como cuando Laila (Swell Ariel Or) afirma que "La única alternativa para la guerra es el arte". Este episodio incorpora también a la joven estrella de las redes sociales Nego Ney, que en 2019 se hizo viral con un video en el que cantaba y bailaba, llegando con solo 12 años a alcanzar una gran popularidad y a ser uno de los protagonistas de la telenovela Vai na fe (Globoplay, 2023).
Precisamente la segunda mitad de la temporada aborda los temas más conflictivos, como la inseguridad, el racismo o la xenofobia, pero la serie nunca abandona el tono optimista y apuesta por la solidaridad y la humanidad en una ciudad hostil pero absolutamente hermosa como Río de Janeiro. Cómo ser un carioca consigue ser una comedia amable que quizás aporta una mirada demasiado cargada de ingenuidad, pero que tiene el valor de ser finalmente tan agradable como cautivadora, tan simpática como básica, envuelta como suele ser habitual por clásicos de la música brasileña y canciones más contemporáneas. Para los creadores, se han quedado fuera de esta primera temporada temas como el fútbol, la samba o el carnaval, por lo que podría ser posible una segunda temporada a poco que ésta consiga cierta repercusión.
Limbo ★★★★★SundanceTV, 26 de octubreSuecia, 2023 - 6x41'Creada por Rakel Wärmländer, Emma BroströmDirigida por Sofia Adrian JupitherKristallen Awards '23: Nominada Mejor Drama, Mejor Actriz
Muy atentos a las producciones que provienen de los países escandinavos, Sundance TV, el canal perteneciente a AMC Selekt, ofrece estas próximas semanas algunos interesantes estrenos procedentes de Suecia, Dinamarca y Finlandia. Si hay un drama destacado este año entre las producciones realizadas en Suecia es esta historia conmovedora que plantea reflexiones importantes sobre la paternidad y las relaciones personales. Limbo (Sundance TV, 2023) ha sido creada por Rakel Wärmländer (1980, Suecia), que hasta el momento era conocida como actriz en películas como Border (Ali Abbasi, 2018), aunque se planteó hace unos años dejar la interpretación, porque le aportaba pocos papeles realmente interesantes, llegando a solicitar el ingreso en la Academia de Policía. La historia está inspirada en una experiencia real que vivió cuando era joven en la que, tras una fiesta con sus amigos, a la mañana siguiente las familias recibieron la noticia de que algunos de los que habían acudido a la celebración tuvieron un accidente de tráfico. La experiencia de cómo este hecho transformó las relaciones entre las diferentes familias es la base de una trama de ficción que está protagonizada por tres parejas, pero que dedica más atención a las mujeres, Ebba (Rakel Wärmländer), My (Sofia Helin) y Gloria (Louise Peterhoff), amigas desde hace tiempo que han compartido sus crisis emocionales y cambios sentimentales. Cuando los hijos de Ebba y My y el hijo adoptivo de Gloria son víctimas de un accidente, los sentimientos de culpa y la impotencia transforman sus relaciones, especialmente en el caso de Ebba, cuyo hijo Jacob (Anton Forsdik) ha sufrido graves daños en el cerebro.
Las preguntas comienzan a surgir, sobre todo en torno a quién conducía el coche y si en el accidente estuvo involucrado el consumo de drogas, y la negativa de los jóvenes a ofrecer respuestas sinceras provoca que el dolor se confunda con la necesidad de encontrar un culpable. A lo largo de los seis espléndidos episodios surgen los secretos, renacen los rencores y se mezcla una cierta sensación de impotencia con la rabia de Ebba por ser quien sufre las peores consecuencias del accidente. Rakel Wärmländer se reserva este personaje, el más complejo, enfrentada a la cada vez mayor falta de comunicación con su marido Fredrik (Oscar Töringe) y al vértigo que le provocan las posibles consecuencias que pudieran tener las heridas sufridas por su hijo. Pero lo que destaca en Limbo (Sundance TV, 2023) es que transmite las dudas y los sentimientos con absoluta naturalidad, se sienten realistas en el grado de confusión que provoca un hecho fortuito que puede llegar a cambiar la vida de una familia para siempre. Al margen de Ebba, destaca la relación entre My y su esposa Helena (Alexandra Zetterberg), quien se separó de su marido y ahora convive con ella y su hijo Lucas (Linton Calmroth), que nunca ha aceptado a la nueva pareja de su madre.
A pesar de la constante sensación de tristeza que invade a la historia, hay algunos momentos en los dos mejores episodios de la serie, Nox Atra (T1E4) y Solis Occasum (T1E5) en los que las tres amigas escapan de sus realidades y pasan un fin de semana en una casa de campo, tratando de encontrar un leve resquicio de la relación que mantenían hasta el día del accidente. Son episodios de una claridad notable, de una escritura de diálogos perfecta que construye la evolución de los sentimientos personales con especial eficacia, hasta que un comentario salido de tono vuelve a despertar los rencores y las acusaciones. El trabajo de la directora Sofia Adrian Jupither, quien hasta el momento se había especializado en comedia con la longeva serie noruega Helt perfekt (TV Norge, 2011-) y su posterior remake sueco, aporta el ritmo adecuado a la historia, se detiene en los rostros de las protagonistas y consigue mantener el suspense con efectividad en el primer episodio, en el que los padres se encuentran en un estado de confusión insoportable, tratando de conseguir alguna información sobre el accidente. Limbo ha consolidado a Rakel Wärmländer como una notable escritora, aunque solo recibió dos nominaciones a los premios Kristallen de la televisión en Suecia.
Iosi, el espía arrepentido (Temp. 2 y Final) ★★★★☆Prime Video, 27 de octubreArgentina, 2023 - 8x50'Escrita por Daniel BurmanDirigida por Martín Hodara, Daniel Burman, Sebastián Borensztein
Desde el principio, esta serie se planteó con una estructura de dieciséis episodios en dos temporadas para contar una trama de espías alrededor de dos de los peores atentados que ha sufrido Argentina en su historia. Si la primera temporada tenía como eje el ataque contra la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992, esta segunda se elabora alrededor del atentado en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que dejó 85 personas muertas y más de 300 heridas. El creador de la serie, Daniel Burman (1973, Argentina), que ganó el Oso de Plata como Mejor Director en el Festival de Berlín por El abrazo partido (2004), se ha enfocado en el formato de series en los últimos años, con algunos intentos de drama fallidos como Edha (Netflix, 2016). Pero Iosi, el espía arrepentido (Prime Video, 2022-2023) se ha convertido en uno de los mejores thrillers de espías que se han estrenado recientemente, cuyas intrigas entre diferentes servicios de inteligencia en el seno del gobierno de Carlos Menem recuerda el tono de series como Homeland (Disney+, 2011-2020), más todavía en esta segunda temporada en la que tiene una presencia más destacada el Mossad. De esta forma, el protagonista Iosi Peres (Gustavo Bassani) vuelve a ser la pieza clave que se mueve entre su infiltración en la comunidad judía y su relación con el empresario Saúl Menajem (Alejandro Awada), el espionaje que presta a unos servicios de inteligencia argentinos enfrentados entre departamentos con Claudia (Natalia Oreiro) como enlace, y la nueva función de investigación que le encarga el Mossad, interesado en el proyecto de misil Cóndor que se podría utilizar para atacar a Israel.
La estructura narrativa entrelaza los acontecimientos ocurridos en los años noventa con el intento de Iosi en 2008 de revelar toda la información referida a las intrigas de las que él mismo fue culpable y víctima, ayudado por la periodista Mónica Raposo (Mercedes Morán), que apareció al final de la primera temporada y toma más protagonismo en esta segunda. Pero sobre todo, la serie se construye como una revelación de la falta de interés de la administración central argentina en encontrar a los culpables de los dos atentados más graves de su historia. Al final de la serie se relata la cronología de los hechos posteriores, que han llevado a que los familiares de las víctimas del atentado de la AMIA se encuentren todavía en espera de juicio, después de que el anterior fuera anulado por diversas irregularidades. "En este país todos son valientes hasta que la tierra que quieren remover destapa un cadáver", dice el funcionario Luis Garrido (Marco Antonio Caponi), convertido en el principal antagonista de Iosi Peres. La serie está basada en el libro Iosi, el espía arrepentido (2015, Ed. Editorial Sudamericana) que escribieron los periodistas Miriam Lewin y Horacio Lutzky. La propuesta narrativa utiliza el desdoblamiento como elemento principal, tanto para describir a un protagonista que se encuentra dividido entre la necesidad de cumplir con su compromiso con el servicio de inteligencia y la construcción de una vida como judío en la que se encuentra cómodo, como a través de las dos líneas temporales en las que se desarrolla la historia y que circulan en paralelo respecto a las consecuencias que sus acciones tienen para Iosi.
Dirigida de nuevo por Daniel Burman, con el apoyo de Martín Hodara y Sebastián Borensztein, Iosi, el espía arrepentido tiene un nivel de producción excelente, incluso a pesar de haber sido rodada en Uruguay, en la que se ha recreado el Buenos Aires de los noventa, cuenta con grandes actores argentinos entre los que el recién llegado Gustavo Bassani se encuentra a la altura, y sobre todo se construye a partir de un guión preciso que entrelaza la historia principal con subtramas que desarrollan a unos personajes que han convertido la traición en una forma de vida. La segunda temporada mantiene el ímpetu de la primera y consigue momentos de tensión my logrados en episodios como Kadich (T2E3) en el que se produce un secuestro que tendrá consecuencias muy graves, o Silencio (T2E4), que muestra el atentado contra la AMIA sin mostrarlo, apoyándose en un lento travelling hacia un escaparate roto, en una secuencia elaborada con tanta sencillez formal como profunda conmoción emocional. Hay que destacar, como en la primera temporada, la excelente banda sonora del compositor español Federico Jusid, que consigue de nuevo acoplar las sonoridades judías con una sobresaliente partitura que refuerza la tensión de la historia. Después de recoger numerosos premios tras el estreno de su primera temporada, Iosi, el espía arrepentido se consolida como el mejor thriller de espías de los últimos años, producida por The Mediapro Studio, que también ha adquirido la productora Oficina Burman, fundada por Daniel Burman, quien trabaja como Jefe de Contenido para Mediapro en América Latina.
El poltergeist de Enfield ★★★★☆Apple tv+, 27 de octubreReino Unido, 2023 - 4x58'Creada por Jerry RothwellDirigida por Jerry RothwellEl caso de fenómenos paranormales que presumiblemente tuvieron lugar en la vivienda de Green Street, 284 en Londres durante 1977 posiblemente es más conocido como escenario principal de la película Expediente Warren: El caso Enfield (James Wan, 2016), segunda parte de la serie de películas protagonizadas por el matrimonio Warren. Es cierto que estos investigadores visitaron la casa y en esta nueva serie se les dedican algunos minutos en los que podemos escuchar algunas de sus conversaciones con la familia Hodgson. La miniserie El caso Enfield (Sky, 2015), protagonizada por Timothy Spall, también ha abordado el que se considera como uno de los casos de poltergeist más destacados de la historia de Gran Bretaña. Pero hasta ahora nadie había utilizado las casi 250 horas de grabaciones que realizó dentro de la casa Maurice Grosse, un inventor con numerosas patentes mecánicas entre las que su mayor éxito fue el cartel publicitario giratorio, que todavía forma parte de las marquesinas de muchas grandes ciudades. Algunas experiencias psíquicas tras la muerte de su hija le llevaron a interesarse por los fenómenos paranormales y a convertir la historia de la familia Hodgson en su principal dedicación. El director Jerry Rothwell (1962, Reino Unido), responsable del excelente documental La razón por la que salto (2020), ganador del Premio del Público en Sundance, ha tomado estas grabaciones como base para realizar una reconstrucción de la historia, pero en el sentido más amplio y peculiar de la palabra. Utilizando varios decorados que recrean el interior de la casa original, actores profesionales interpretan a sus personajes sincronizando sus labios con las grabaciones reales, de forma que se consigue una extraña tonalidad sonora etérea en las secuencias representadas y se construye uno de los documentales más singulares que hemos visto recientemente.
Reflejo de un sentimiento de pérdida que lleva al protagonista a una cierta euforia emocional, pero al mismo tiempo a rechazar a quienes tratan de prestarle su apoyo, Tore (Netflix, 2023) se equilibra sobre un tono de comedia dramática que se oscurece conforme el personaje se encuentra cada vez más perdido y se siente cada vez más traicionado por su padre, del que descubre que tenía intención de despedirle de su trabajo en la funeraria familiar. El grado de inmadurez de Tore para aceptar su nueva situación puede hacer incomprensibles algunas de sus decisiones, especialmente hacia su amiga Linn, pero el guión consigue dibujar siempre algún momento de fragilidad que mantiene al personaje cercano. En contraposición a sus salidas nocturnas y su relación de cierta dependencia con Viggo, el protagonista siente una aproximación enamoradiza por Erik (Hannes Fohlin), el nuevo dependiente de una floristería, cuya presencia le devuelve ciertos espacios de normalidad, especialmente en el episodio Erik (T1E5). Tras haber perdido el manto de protección de su padre, la vida de Tore se convierte en una caída libre que se hace literal en algún momento. La serie combina cierto sentido del humor amargo con el drama de un viaje doloroso, y la directora Erika Calmeyer (1990, Noruega), que proviene de otras series juveniles como Jóvenes altezas (Netflix, 2021-) y esta semana ha ganado el premio al Mejor Guión en el Raindance Film Festival por su película Storm (2022), rodea a la historia de un entorno invernal que acompaña la crisis del protagonista, y cuya estética parece influida por series como Podría destruirte (HBO Max, 2020).
William Spetz (1996, Suecia), creador y protagonista de la serie, es un personaje famoso en la televisión sueca que se hizo popular a los catorce años después de publicar videos humorísticos en YouTube, para participar más tarde en programas infantiles y de telerrealidad. Pero este es un salto importante al formato de serie dramática que le permite abordar temas mucho más profundos con un personaje más elaborado que se inspira en sentimientos de pérdida reales, y en una necesidad de contrarrestar el duelo con elementos de cierta superficialidad, como afirmaba en una entrevista: "Cuando mi abuela, que era mi mejor amiga, falleció en 2015, coincidió con la campaña de ropa interior que protagonizó Justin Bieber para Calvin Klein. Mi vida estaba destrozada y nunca había sentido un dolor así. De forma que me quedé atrapado en Instagram mirando esas fotos porque la atracción por ellas era la única manera de olvidar mi dolor". (Digital Spy, 28/10/2023). De hecho, Tore mantiene una relación singular con Heidi (Karin Bertling), una mujer mayor que acaba de perder a su marido, y que en el episodio Con la muerte como compañera de trabajo (T1E4) comparte una escena que tiene ese tono de ambigüedad que la serie consigue encontrar, y que provoca una mirada de simpatía pero al mismo tiempo cierto rechazo hacia la irresponsabilidad del protagonista, que tendrá consecuencias. Más allá del sentimiento de pérdida, la serie también aborda la búsqueda de una identidad queer, una exploración de unos sentimientos contradictorios que se hacen más intensos en determinados entornos, y que la historia consigue elaborar en su complejidad. Y aunque puede caer en ciertos clichés y el final parece demasiado rudimentario, Tore elabora un discurso que evita el camino fácil de la identificación con el espectador para construir un personaje mucho más complejo.
Special Ops: Lioness★★★★☆SkyShowtime, 30 de octubre-18 de diciembreEE.UU., 2023 - 8x42'Creada por Taylor SheridanDirigida por John Hillcoat, Anthony Byrne, Paul Cameron
De esta forma, Taylor Sheridan justifica que le resulta más fácil escribir en solitario, y cómo finalmente se encargó de todos los guiones de la serie Lioness: Special Ops. Mucho más cercana a su trabajo para la película Sicario (Denis Villeneuve, 2015) y la continuación Sicario: El día del soldado (Stefano Sollima, 2018), la serie dibuja uno de esos entornos claustrofóbicos y violentos que ha conseguido mostrar en otras producciones como Mayor of Kingstown (SkyShowtime, 2021-), y de hecho ha contado en la mitad de los episodios con el veterano director John Hillcoat, responsable de películas notables como La propuesta (2005) y La carretera (The road) (2009), lo que aporta una mayor contundencia a la historia. A la serie se la ha acusado de ser militarista y de justificar las acciones ilegales de Estados Unidos contra el terrorismo, y posiblemente en los primeros episodios se desprende cierto tufillo patriotero. Pero lo cierto es que conforme se desarrollan la historia, y especialmente cuando se centra en la operación principal, en la que la soldado Cruz Manuelos (Laylsa De Oliveira) se infiltra dentro de la familia de un líder terrorista, la historia va conformando tres perspectivas diferentes sobre la política antiterrorista de los Estados Unidos. Kaitlyn Meade (Nicole Kidman) representa la burocracia y también las repercusiones económicas que determinadas acciones militares pueden tener, a través de su marido Errol (Martin Donovan), un inversor que a veces consigue y aporta información privilegiada a través de su esposa. Joe (Zoe Saldaña) es la oficial comprometida con su país que sacrifica el tiempo junto a su familia, a pesar de que a mitad de temporada su hija adolescente Kate (Hannah Love Lanier) sufre un problema importante. Su marido Neal (Dave Annable) es quien permanece despierto durante muchas noches en las que sabe que Joe se encuentra a cargo de alguna misión peligrosa cuyos resultados posiblemente acabará viendo a la mañana siguiente en el televisor.
Finalmente, Cruz es una recién llegada al grupo de operaciones especiales, después de huir de una situación de maltrato, que va siendo progresivamente más consciente de que quizás la solución contra el terrorismo no es convertirse en un grupo terrorista gubernamental. "Acabamos de crear a la próxima generación de terroristas en contra de los Estados Unidos", dice en una ocasión. Cuando sus dudas se hacen visibles, la solución está en colocarla delante de una pantalla de video en la que se suceden los ataques terroristas que ha ordenado el objetivo de su misión, un lavado de cerebro que asemeja al grupo de operaciones especiales a una especie de secta. Estos son algunos de los elementos más interesantes de una historia que se desarrolla con buen ritmo a lo largo de sus ocho episodios, y que culmina en un último episodio frenético que se desarrolla en Palma de Mallorca. Es cierto que el guión no contiene diálogos especialmente notables, que le falta la profundidad de películas como La noche más oscura (Kathryn Bigelow, 2012) y que posiblemente la trama se siente a veces poco verosímil. Especialmente en las reuniones del Estado Mayor, con un Morgan Freeman desaprovechado, y el agente Byron Westfield (Michael Kelly) tratando de explicar a los políticos que son ellos los que han elaborado una lista de terroristas más buscados (vivos o muertos), las discusiones parecen algo básicas y superficiales. Pero Special Ops; Lioness gana sobre el terreno, mejora cuando se trata de la descripción de personajes femeninos (que igualmente podrían ser masculinos), e incluso se refuerza en la subtrama familiar de Joe que funciona mucho mejor de lo que se podría esperar.
Boys★★★☆☆Sundance TV, 1 de noviembreDinamarca, 2022 - 7x24'Creada por Jonas Risvig, Mikkel Sørensen, Lars BangDirigida por Jonas RisvigEl guionista y director Jonas Risvig (1993, Dinamarca) ha desarrollado en los últimos años varias series en torno a la juventud danesa, desde la exploración del coronavirus en el entorno adolescente que presentó en el formato corto Centrum (YouTube, 2020) hasta el enfoque en la sexualidad juvenil que ha desarrollado en la reciente Salsa (DRP3, 2022-), sobre una aplicación de citas ficticia, que está protagonizada por las dos hijas del actor Nikolaj Coster-Waldau, un notable éxito reciente del que hablaremos en una próxima entrega de nuestros Vientos Nórdicos. El año pasado también estrenó Drenge (Boys) (Viaplay, 2022), una historia que tiene relación con sus recuerdos de la infancia en Jutlandia, concretamente en la pequeña localidad de Silkeborg, marcada por una profunda tradición religiosa. Los jóvenes protagonistas de esta forma se encuentran en la intersección entre la diversión nocturna juvenil y al mismo tiempo su compromiso con la participación en el coro de la iglesia, y esta disyuntiva entre lo religioso y lo mundano sirve al guionista y director para elaborar un relato en el que la muerte aparentemente accidental de Lasse (Elias Budde Christensen) se convierte en un misterio por resolver para algunos de sus conocidos, especialmente para su novia Leonora (Karoline Hamm), quien no cree que Lasse haya sufrido un accidente.
Pero el guión coescrito por Mikkel Bar Sørensen, guionista de Dinero fácil (Snabba cash) (Netflix, 2021-) y Lars Bang, no está tan interesado en la investigación de lo que podría ser un asesinato, sino que mantiene la intriga como un elemento que cohesiona la trama, enfocándose más hacia la descripción de la comunidad que lidera Nikolaj (Viktor Hjelmsø), un joven que ha creado una especie de grupo de culto en el que los aspirantes a formar parte de él deben someterse a pruebas de resistencia física, y que se parece mucho a las logias de estudiantes que hemos visto en numerosas series norteamericanas. En cierta manera, Nikolaj ha creado esta comunidad en la que él puede mantener el control para contrarrestar el abusivo trato que recibe por parte de su padre Mikael (Dar Salim), un hombre que ejerce auténtico terror psicológico sobre su hijo y sus amigos. Uno de los aspirantes a introducirse en este grupo de jóvenes es Robin (Sylvester Byder), que acaba de regresar al pueblo y a quien Leonora ha pedido que se infiltre en esta comunidad, formada solo por miembros masculinos, para tratar de averiguar cómo murió realmente Lasse. A través de su relación con Nikolaj, Robin intenta encontrar algunas respuestas mientras se somete a las pruebas que debe superar para ser considerado miembro de la comunidad. La serie camina a veces por ciertos convencionalismos de las historias juveniles, pero consigue construir un misterio que sirve para interesarnos por las dinámicas de grupo que se crean en torno a esta especie de culto hacia la masculinidad, uno de los temas centrales de la propuesta.
A lo largo de sus siete episodios de 24 minutos, Boys resulta más interesante cuanto más se acerca a las relaciones que se establecen entre los miembros del grupo, mientras a través de flashbacks reconstruye los últimos días en la vida de Lasse. Hay algunos temas quizás algo recurrentes y tópicos, como la homosexualidad latente pero oculta dentro de una comunidad religiosa, pero la historia desarrolla bien la relación entre Nikolaj y Robin, especialmente cuando Leonora comienza a sospechar que este último se está dejando atraer demasiado por la dinámica de este grupo en el que los valores de la virilidad van aislando progresivamente a sus miembros. Funciona peor, por demasiado exagerada, la relación entre Nikolaj y su padre, con un Dar Salim que parece no tener una base sólida sobre la que sostener su personaje. Pero Boys es un interesante tratamiento de las relaciones cuando el poder se establece como un elemento fundamental para mantener la estabilidad dentro de un entorno opresivo.
Samurái de ojos azules ★★★★★Netflix, 3 de noviembreEstados Unidos, 2023 - 8x50'Creada por Amber Noizumi, Michael GreenDirigida por Jane Wu, Earl A. HibbertEn un panorama superpoblado de producciones de animación, encontrar alguna propuesta que se distancie del resto es difícil, y esta serie tiene la suficiente habilidad para utilizar elementos perfectamente reconocibles que sin embargo contribuyen a crear una de las más ricas experiencias visuales que hemos visto en mucho tiempo. Porque la historia de un samurái de ojos azules podría ser la de John Blackthorne, el protagonista de la novela Shogun (1975, Ed. Debolsillo) para la que su autor James Clavell (1921, Australia-1994, Suiza) se inspiró en el navegante inglés William Adams (1564, Inglaterra-1620, Japón), que se estableció en Japón, y cuya nueva adaptación llegará el próximo año en la serie de ficción Shogun (Disney+, 2024). Al mismo tiempo la co-creadora Amber Noizumi ha afirmado en varias entrevistas que cuando realizaba el pitch del proyecto para los streamers solía decir que la serie es una mezcla entre Kill Bill (Quentin Tarantino, 2003) y Yentl (Barbra Streisand, 1983), y aunque es cierto que incluso hay una referencia musical directa en el episodio Impureza (T1E1), la historia también recoge elementos de clásicos del cine japonés como Lady Snowblood (Toshiya Fujita, 1973), un violento drama sobre una joven que nace en la cárcel como instrumento de venganza de su madre por el asesinato de su padre, Onibaba (Kaneto Shindô, 1964), en la que la madre y la esposa de un guerrero asesinan a soldados perdidos en el campo o El gato negro (Kuroneko) (Kaneto Shindô, 1964), en la que dos mujeres violadas por samuráis también comienzan su propio proceso de venganza.
La historia de Samurái de ojos azules (Netflix, 2023-) se desarrolla en el siglo XVII, lo que se denomina el período Edo durante el gobierno del shogunato Tokugawa (1603-1868), una época en la que Japón cerró sus fronteras y los extranjeros o nacidos de extranjeros no eran considerados ni siquiera como humanos. En este contexto la mestiza Mizu (Maya Erskine) ha sido discriminada durante su infancia y decide ocultar sus ojos azules con unas gafas y convertirse en samurái, haciéndose pasar por un hombre. Su objetivo es encontrar a los hombres blancos que la convirtieron en un "monstruo" para vengarse de ellos, y en su recorrido hay muchos enfrentamientos planificados con una estética asombrosamente hermosa, incluso en las escenas más violentas, que la directora Jane Wu, que ha trabajado como artista de storyboard para películas como Spider-man: Un nuevo universo (Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman, 2018) y Mulan (Niki Caro, 2020), mantiene en un alto nivel a lo largo de los ocho episodios. La serie juega bien la carta de las referencias desde la estética y presentación de Mizu que recuerda al Clint Eastwood de El bueno, el feo y el malo (Sergio Leone, 1966), pero éstas se introducen con inteligencia para alimentar un concepto visual que es francamente impresionante. Mizu, que permanece con una expresión seria todo el tiempo, tiene el contrapunto más humorístico de Ringo (Masi Oka), un joven aprendiz que la considera un gran maestro samurái, mientras el principal antagonista, un contrabandista de opio y armas llamado Abijah Fowler (Kenneth Branagh) es un monstruo que dirige desde su castillo los ataques contra la que podría ser su hija en su recorrido hacia la venganza.
El matrimonio formado por Amber Noizumi y Michael Green es el responsable de una historia que se apoya en los relatos clásicos pero al mismo tiempo construye un mundo exuberante y cautivador. Michael Green es un reconocido guionista, nominado al Oscar por Logan (James Mangold, 2017) y autor de los guiones de grandes producciones como Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017) o la trilogía de adaptaciones de Agatha Christie cuya última entrega ha sido Misterio en Venecia (Kenneth Branagh, 2023). También ha sido productor de la desastrosa serie Y: El último hombre (Hulu, 2021) y es el encargado de reescribir la nueva adaptación de Blade (Yann Demange, 2025), otra producción con numerosos contratiempos. La serie adopta con absoluta entrega su condición de animación para adultos e incluye no solo secuencias de gran violencia, sin llegar a los extremos gratuitos y absurdos de Invincible (Prime Video, 2021-), sino también escenas de sexo más sensuales de lo que suele ser habitual. Con una historia que habla sobre la búsqueda de una identidad propia en un mundo en el que ésta no puede ser asumida y también de los traumas heredados, la construcción de Mizu es compleja y particularmente lograda. La animación de personajes 3D en fondos muy elaborados de paisajes hermosos funciona mejor precisamente en las escenas de acción que en algunos otros ambientes, pero la calidad es asombrosa y elegante, y la introducción de elementos tradicionales como el teatro de marionetas bunraku en el episodio La historia del ronin y su esposa (T1E5) también aportan una textura particular. Según la creadora, el viaje del personaje principal está pensado para cuatro temporadas, y de hecho Fowler es solo uno de los cuatro posibles padres de la protagonista, pero la narrativa no se siente nunca deudora de una continuación necesaria. Lo cual ya es un logro dentro del contexto actual.
El drama de solo tres episodios funciona como un homenaje a la televisión británica de los años setenta y ochenta, mientras asistimos a los cambios que se producen en las cadenas controladas por los ejecutivos. La noticia del despido de Noele Gordon se hizo pública el 22 de junio de 1981 y, a falta de redes sociales, provocó un estallido de protestas por parte de los fans, que también impulsó la propia actriz realizando súplicas en los medios de comunicación para que sus seguidores salvaran al personaje. Tanto es así, que surgió una campaña titulada "Save our Meg", el nombre del personaje que interpretaba Noele Gordon en esta serie desarrollada en un hotel. Al comprobar que no lo conseguiría, la actriz también utilizó los medios de comunicación para lograr que, al menos, su personaje no muriera: "Give me a happy ending" (Denme un final feliz), anunciaban los titulares de algunos periódicos. Como suele ser habitual en los guiones de Russell T. Davies, hay una estructura perfecta que utiliza los tres episodios como cada uno de los actos de la narración, mezclando el humor y el drama de una manera que funciona, como suele ser habitual en sus guiones, como un mecanismo de relojería. Porque Nolly es sobre todo una mirada muy incisiva a la forma en que los actores afrontan el declive de sus carreras, representada especialmente en una espléndida escena en la que Nolly (Helena Bonham Carter) habla con su amigo Larry Grayson (Mark Gatiss) sobre los viejos tiempos en los que su profesión era el centro de atención. A ella le gusta recordar que fue la primera actriz que apareció en la televisión en color, pero que ahora es sustituida por otros intereses y una nueva forma de hacer televisión. Nolly reivindica el mundo de las telenovelas que Russell T. Davies conoció en su juventud, cuando los dramas televisivos eran mucho menos complejos. Y en cierta manera se siente desprotegida fuera de la del set de Crossroads, cuando tiene que enfrentarse a nuevos proyectos profesionales.La construcción de personajes es uno de los elementos principales de las historias escritas por Russell T. Davies, lo que proporciona a la protagonista réplicas excelentes, como las conversaciones que mantiene con su protegido Tony Adams (Augustus Prew), cuando ambos "se van de compras" o en la divertida secuencia del autobús en el Episodio 2. Con una espléndida banda sonora de Blair Mowat, Nolly se crece a través de su personaje en las réplicas divertidas, pero también tiene una mirada nostálgica que funciona como una representación sólida y melancólica en torno a una forma de hacer y transmitir las series "de la hora del té" que ha quedado en el recuerdo de varias generaciones.
Revista Cine
La censura en las plataformas de streaming es evidente pero al mismo tiempo está cada vez menos presente en los medios de comunicación, muchos de ellos pertenecientes a los mismos grupos que controlan esas plataformas. Hace unas semanas se puso de manifiesto con la cancelación de El problema con Jon Stewart (Apple tv+, 2021-2023), en el que el popular presentador interpreta a un personaje que regresa desde el futuro para afrontar las problemáticas de nuestra sociedad entrevistando a diversas personalidades. Jon Stewart es algo así como lo que siempre ha querido ser Jordi Évole, porque sus espacios suelen estar cargados de un sentido del humor cínico y abiertos a la controversia. Entre las posibles "divergencias creativas" que se han puesto de manifiesto se encuentra la intención del presentador de cubrir la campaña electoral para las próximas elecciones norteamericanas, pero también el enfoque en algunos temas no especialmente amables para la empresa de la manzana, como la Inteligencia Artificial, que Apple está desarrollando de forma intensa y no permite que se cuestione, y sobre todo China, que es el tercer mercado en ventas para la compañía. Hace unos años un informe de BuzzFeed News indicaba que Apple había aconsejado a los creadores de series producidas para Apple tv+ que se abstuvieran de retratar a China de forma negativa (BuzzFeed News, 12/10/2019), al mismo tiempo que eliminaba de su App Store la aplicación HKmap.live, que ayudaba a los manifestantes estudiantiles de Hong Kong a rastrear los movimientos de la policía. Esta fue una más de las acciones que Apple realizó a instancias de China, eliminando varias aplicaciones contrarias al Partido Comunista. Pero también es cierto que Hollywood ha dejado de ser crítico, pendiente de los mercados asiáticos para sus grandes estrenos, y solo el cine independiente produce películas que confronten el sistema opresor del régimen chino como los documentales One child nation (Nanfu Wang, Jialing Zhang, 2019), sobre la política de hijo único que marcó a una generación, Blue island (Chan Tze-woon, 2022), sobre las protestas de Hong-Kong o Total trust (Jialing Zhang, 2023), sobre el uso de las nuevas tecnologías para acosar a ciudadanos críticos. ________________________________