Todo empieza cuando una familia formada por los padres, tres niños y un gato, decide ampliarse adoptando a un cachorro de perro. Buscan por diferentes protectoras y refugios de la zona, y su hijo pequeño de veintitres meses elige a un cachorro mezlca de Pastor Aleman y Sharpei al que deciden llamar Theo. A partir de ahí se convierten en mejores amigos y el momento más dulce del día es cuando cada día después de comer se echan la siesta juntos, esto ocurre desde que el cachorro llega a la casa siendo minúsculo y sigue ocurriendo hoy por hoy que ya es bastante mayor que el niño. Gracias a que la madre ha inmortalizado estos momentos hoy os lo podemos enseñar.
Y sin más dilación, os dejo con alguna de sus adorables instantáneas.Podéis ver más en el blog de Jessica, la madre o en su instragram.