Un día de estos, mientras me bebía un delicioso vaso de coca cola, heladita y burbujeante, acompañada de deliciosos chips, frituras o churritos como se le conoce, con e ste último nombre en diferentes partes de América Latina, pensé: ¿Cuál es la razón, por la que , todos los días, sin faltar tan siquiera uno, espero este momento con ansias y desesperación. Después de haber gastado $1.50 de dolar; cuando podría haberlo ahorrado, imagínense cuanto dinero tendría en un mes, nada menos y nada más, que la cantidad de $46.50; pero por ese vicio absurdo no puedo evitar ese despilfarro de dinero, por esa sensación sin objetivo productivo de satisfacer mis sentido del gusto y por una invención mental ,de mi parte, que la soda me pone con más energías y me levanta el ánimo para realizar las diferentes actividades del día; incluso escribir. Al tener, mi persona, ese hábito diario e inmanejable de satisfacer mi necesidad con el consumo de esta bebida, estoy ante un hedonismo puro, definido como buscar el placer como el objetivo único de la vida. Nuestras sociedades, capitalistas y socialistas, están enfermas y son carcomidas, a todo momento, por la plaga del hedonismo. A mi juicio, existen diferentes tipos de hedonismos y la mayoría son muy perjudiciales. Hay una necesidad imperante, en el 95% de seres humanos, por ser felices a través del placer por: el sexo, las bebidas embriagantes, el cigarro, las drogas como la cocaína y la marihuana, las prostitutas, el fetichismo, por la comida, para mencionar algunos, y esta absurda dependencia patológica por los placeres sensoriales, se mira alimentada por los medios de comunicación masivos y la sociedad en general. Los medios de comunicación masivos nos bombardean, a cada instante, con anuncios que nos gritan , de manera subliminal, compra y disfruta de esto. Por ejemplo, los anuncios de cigarrillo, en su mayoría de veces , presentan a un hombre guapo, sentado sobre un automóvil de lujo y con una preciosa chica en brazos de él, formando en la mentalidad del adolescente, que el hombre de éxito con las mujeres, es aquel que fuma cigarrillos de tal marca. Con la compulsión por comprar diferentes artículos, están las absurdas publicidades de “black friday” que, a pesar que son rotundas estafas, te incitan a comprar, comprar y comprar. El hedonismo por la comida se hace fuerte, en muchas personas, cuando les muestran esas deliciosas hamburguesas, aumentadas mucho más del tamaño normal, acompañadas de ricas papitas y, por supuesto por mi amiga la bebida carbonatada. El hedonismo por la pornografía, se hace fuerte, al ver mujeres , hombres y parejas en actos sexuales, tan fáciles de encontrar por internet. El único y principal objetivo no puede ser el satisfacer nuestros sentidos al extremo, nuestra felicidad no puede estar supeditada a disfrutar de todo lo que agrada a nuestro cuerpo, porque al final la vida nos pasará una factura. No sé ni porque estoy escribiendo sobre esto, ya que soy presa, también, de este mundo de hedonistas; pero es mejor que alguien que lo vive, en carne propia, lo explique. Esta práctica hedonista, hace a nuestras sociedades más inhumanas través de querer tener, sólo para nosotros, aquello que llena las necesidades de nuestros sentidos, como el dinero y el poder; convirtiendo este mundo en un lugar más desigual e injusto para vivir. El hecho , en si, de dar satisfacción a nuestras necesidades sensoriales, no es malo, pero el extremo sí. El gran filósofo griego, Epícuro de Samos, quien vivió entre el siglo IV y III, antes de Cristo, sostenía que la meta máxima en todo ser humano debe ser encontrar la felicidad, a través de satisfacer, de manera moderada, las necesidades físicas del cuerpo, pero ,más que todo, se debe cultivar el amor, la amistad, las letras y el arte. Tomando como base las palabras del sabio griego, todo ser humano debe buscar el placer por cultivar, en mayor medida, los placeres intelectuales y espirituales, y los placeres sensoriales deben estar relegados a un último lugar para no dejarnos dominar por ellos. El hedonismo es como una filosofía negativa, que nos hace justificar ese consumo desmedido de cosas que nos van a causar daño, física, mentalmente y en las relaciones con nuestros semejantes,pues este hedonismo nos dice: ” hay, que satisfacer, a como de lugar, nuestras necesidades sensoriales”. Quizzás la pregunta más importante: ¿ CÓMO SALIR DE ESTE MUNDO HEDONISTA, SI YA ESTAMOS TRAGADOS ,POR ÉL ,DE MANERA TOTAL? . ¿ y ustedes qué piensan, estimados lectores?