Revista Educación

Las ‘supermujeres’ olímpicas

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Las ‘supermujeres’ olímpicas

Las mujeres deportistas son heroínas, no sólo por los duros entrenamientos necesarios, sino porque las condiciones en las que acceden a los deportes de élite hasta el momento son bastante precarias, desde el punto de vista de los patrocinios y de la apuesta de la propia sociedad por las competiciones femeninas. La selección de fútbol española, y sus triunfos y denuncias contra el machismo en el deporte, ha protagonizado un cambio que es de esperar que se mantenga y que se siga avanzando, en conocimiento de los logros de las deportistas. Pero es tiempo también de reconocer a las pioneras, a las que aún tuvieron que desarrollar más "superpoderes" para que las dejaran competir, en un tiempo en el que a las mujeres no se les dejaba protagonizar sus propias vidas.

Las ‘supermujeres’ olímpicas

PhotoEspaña dedica una exposición, que podrá verse hasta el 29 de septiembre, sobre Lilí Álvarez, la primera deportista olímpica española, una mujer que parece sobrenatural, puesto que destacó en tenis, esquí, alpinismo, billar y automovilismo. Además, publicó crónicas deportivas en la prensa y vio la luz su primer libro cuando contaba con solo 22 años. Fue precisamente en los Juegos Olímpicos de París, pero de 1924, cuando participó Álvarez, que consiguió ser la deportista que más lejos llegó de toda la delegación española.

En la exposición La señorita: Lilí Álvarez y los inicios del deporte femeninos (1915-1936), en el interior de la Fundación Ortega-Gasset, en Madrid, se reivindica así una de las figuras pioneras en que las mujeres pudieran dedicarse al deporte si así lo querían. Como ocurre con buena parte de estas mujeres que reivindicaron tantos derechos a principios del siglo XX, y que vieron su sueños y esfuerzos truncados por la dictadura, vivió en la Residencia de Señoritas, ese refugio de tantas mujeres que pudieron desarrollar así sus estudios e incursiones en diferentes ciencias y disciplinas artísticas.

También una mujer de esta época, la poeta Concha Méndez, fue campeona de natación en sus veranos en San Sebastián, en cuyas aguas frías causó más de una calentura a quienes no toleraban que una señorita nadara tan bien y se atreviera hasta a alcanzar algunos barcos de pesca. Aunque muchas de ellas no fueran olímpicas, ya llevaban dentro los valores de superación que se presuponen en estos tradicionales juegos.

Créditos de la imagen destacada: Lilí Álvarez, con la falda pantalón diseñada por Elsa Schiaparelli que revolucionó las canchas de tenis, 1924. Archivo ABC.


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