Bueno, lo prometido es deuda. Como las fotos de Túnez no van a aparecer por ahora, creo. Y tengo este post prometido a alguien especial desde hace semanas, ahí va.
Era el segundo día de nuestra estancia en Hammamet.
Habíamos decidido esa localización y no Jderba que era la que quería el consorte, porque es una isla, así que era más complicado salir a conocer y en Hammamet yo estaba más cerca de las cosas que quería ver.
El hotel era el sheraton de Hammamet y lo escogimos porque teníamos millones de puntos de viaje y nos salía gratis. El hotel resultó bien, sin ser nada del otro mundo. Era el típico hotel que debió de vivir épocas mejores sin duda, pero que por ser un hotel antiguo tenía un lugar privilegiado con respecto a la playa, así que compensaba.
Yo lo había organizado para que en los 12 días de estancia hubiera un poco de todo y ese día tocaba Ciudad arqueológica de Cartago.
Cogimos el coche, que todavía era un coche. El pegamento con que lo habían reconstruido no se había degradado por el calor, y nos dirigimos a la capital.
No sé si he dicho en alguna ocasión que soy la chofer de mi casa. El Consorte ODIA conducir así que la que conduce soy yo. Él solo da órdenes inconexas de qué tienen que hacer los demás.
Estuvimos en todo el conjunto monumental y ya solo faltaba por ver las Termas de Antonino. Allí terminaba la visita cultural, al hotel y la playita.
-Creo que es por allí, tira de frente.
-Mira a ver, que he visto un cartel que pone Termas de Antonino
-Gira a la derecha. ¡Joder, esa no es la derecha!
-A ver Consorte es mi derecha. Ya sabes que soy zurda y aquella monja me enseño que la derecha es la que se usa y la izquierda la que no se
-Te has vuelto a pasar. Gira a la izquierda
-usa pero tú te empeñas en que yo me tengo que aprender las cosas como
-Gira la rotonda que te estás perdiendo
-a ti te da la gana y no me estoy perdiendo, porque doy la vuelta aquí
-Por aquí no entres que pone prohibido
-entro y doy la vuelta en la rotonda
-¡frena que vienen policías!
-ahora cuando dé la vuelta en la rotond
-¡¡¡PARA JODER QUE NOS ESTÁN APUNTANDO CON METRALLETAS!!!
Freno el coche y allí estaban. Dos tíos del ejército o yo que sé con dos ametralladoras apuntándonos uno en cada lateral del coche.
-¡¡¡Do you speak English!!!, ¡¡¡Do you speak English!!! Chillaban mientras le daban golpecitos al techo del coche con la punta de la metralleta. Y el consorte gritaba:
-¡¡¡¡Yes, Yes!!!!
Y entonces el cabrito del policía empezó a hablar en francés.
Yo de francés no sé ni palabra. Me apunté a la Alianza Francesa cuando era jovencita por ligar con un chico que estaba buenísimo, pero cuando vi que no había posibilidades me di de baja y esto fue en dos semanas más ó menos. Así que mis conocimientos de francés van del Mademoiselle al oui pasando por el café au lait. Menos mal que el consorte, que les costó una pasta a sus padres, es políglota.
Y empiezan a hablar en francés y el consorte venga a decir Termas de Antonino, Termas de Antonino…
Y yo claro, me pongo con el de mi lado que seguía dando golpecitos al techo del coche, tratando de disimular por los niños.
-Pues es que no entiendo porqué tanto follón si lo que quiero es dar la vuelta en la rotonda. Además en este país está todo fatal señalizado, por no decir lo de las motocicletas con cinco encima, los carros de heno por la calzada…
El consorte y el otro seguían a su rollo y el de mi lado me miraba y ponía ojos de ¡y yo que sé chica!
-Yo es que sigo sin entender, coño mira que es sencillo que nos dejen dar la vuelta en la maldita roto
-Mamá, se me ha muerto el tamagotchi.
-Claro hijo, del susto.
El gilipuertas que hablaba español solo dijo eso y el gilipuertas que hablaba francés además dijo algo que me sonó a
-¡¡¡¡¡Joder tía, cállate de una vez y déjanos hablar en paz!!!!!!
Hasta el policía de mi lado dio un respingo con la metralleta.
La niña relajaba nervios comiendo lo que se había agenciado en el desayuno “para después” .
Ante tamaña humillación, me puse en modo venganza. ¿Cómo es el modo venganza?
Aprietas las manos al volante, elevas el mentón 90º con respecto al pecho, aprietas los labios, entornas los ojos y los pensamientos empiezan a hervir y el azufre surge en tu cerebro y empiezas a pensar:
-So pedazo de ¡#¿¡%& te va a volver a dirigir la palabra tu ¡%&#”! porque lo que es yo, no vuelvo a mirarte a la cara en la vida
-Merci, merci. Venga vámonos de aquí. Oye y que siento lo del grito. Pero es que te has empeñado en dar la vuelta en la casa del jefe del estado y claro ésta es la guardia de la residencia oficial.
-y si tienes huevos esta noche vienes a tocarme un pelo de la ropa que cojo la plancha del pelo y…
-Si estamos al lado, el palacio del tío este limita con las Termas, no es listo ni nada el menda, menudas vistas. Gira a la derecha cariño, bueno a tu izquierda.
-te juro que te vas a poder ganar la vida en las ferias de los pueblos como el hombre de los huevos hechos tortillas porque no te consiento que me grites, so mamarracho.
- Aparca y venga chicos abajo a estirar las piernas.
Cojo mi bolso azul (mítico bolso viajero donde los haya) y cierro el coche.
El consorte viene hacia mí, me pasa el brazo por los hombros.
Lo miro.
Retira suavemente el brazo y se dedica a andar por las ruinas.
Me siento en una piedra y me dispongo a culturizar a mis polluelos mientras el gallo anda por ahí merodeando.
Terminamos la visita, conduzco de vuelta al hotel por donde me sale de la punta de la trenza, haciendo caso omiso de cualquier indicación del consorte y por supuesto sin abrir mi linda y sensual boca.
Llegamos al hotel y los niños corren a la habitación a ponerse los bañadores para irse a la playa.
-Nada de meterse hasta que no vayamos papá ó yo ¿entendido?
-Siii
Me cambio y me pongo mi bikini azul de topitos con el lacito en el hombro que me sienta de miedo, la camisola y me largo. Voy hacia la playa cuando veo que vienen los niños corriendo.
-Venga, vamos a darnos un chapuzón que necesito relajarme.
-No podemos
-¿Porque?
-Porque han cerrado la playa.
-¡Cómo van a cerrar la playa! Que tonterías son esas.
-Sí, han cerrado la playa y están los militares porque dicen que hay una plaga de gusanos y los van a matar.
-¡Pero qué sandeces dices! Cómo que hay gusanos ¿Y los van a matar a tiros en la playa? Tú estás fatal niño. Niña, que demonios pasa en la playa.
-No sé, yo no entiendo francés pero si hay muchos militares en la playa y dicen que está cerrada, de eso sí me he enterado.
Venga iros a bañar a la piscina. Me voy para allá a buscar a alguien que hable inglés y me explican que hay una plaga de medusas y que cerrarán la playa hasta nuevo aviso.
¡Qué manía de meter el ejército para todo, señor!
Vuelvo a la piscina y allí viene el Consorte con su bañador, sus chanclas, su gorrita y sus gafas oscuras haciendo gracietas como el del anuncio del Martini…
-Venga no te enfades, es que ese tío me estaba poniendo de los nervios,
porque encima el francés que hablaba no había dios que lo entendiera.
-No, si a mí lo que me preocupa ahora es que está el ejercito armado en la playa.
-¡Que dices!
-Sí, me han dicho están buscando a un turista que se ha dedicado a tomar fotos de la residencia del jefe del estado desde las Termas de Antonino, sabiendo que está terminantemente prohibido, que hay letreros por todas partes advirtiéndolo y que quieren interrogarlo.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡No me jodas!!!!!!!!!!
- Puedes apostar a que esta noche, no.
-Que bordeeee eres. Bueno me marcho un rato a la habitación a ver la tele, no vaya a ser que me confundan por lo del incidente, ya sabes.
-Eso, eso yo te aviso cuando se despeje.
Y me tumbé plácidamente en la hamaca, sin remordimiento ninguno.