- Suspender los comicios regionales ya anunciados por la presidenta del CNE Tibisay Lucena para finales de julio.
- Hacer ver a la comunidad internacional que el Gobierno está trabajando en el tema electoral “pero debe cumplir previamente con la actualización del registro de partidos”.
- Ilegalizar varios partidos políticos.
“… El Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática. Si las gestiones diplomáticas resultaren infructuosas o si la urgencia del caso lo aconsejare, el Consejo Permanente convocará de inmediato un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General para que ésta adopte las decisiones que estime apropiadas, incluyendo gestiones diplomáticas, conforme a la Carta de la Organización, el derecho internacional y las disposiciones de la presente Carta Democrática. Durante el proceso se realizarán las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática.” El mismo diario El Nacional cita, en primera página, que el Secretario de la OEA, “actualizará el informe de Venezuela”. Esto lo relacionan con una reunión con parlamentarios de oposición para suministrarle al referido funcionario los nuevos elementos que caracterizarían –según su propia apreciación- la situación interna de Venezuela, lo cual generó como titular central: “Almagro: En Venezuela se agravó la crisis social” cuyo contraste con “Maduro cierra las vías políticas”, emite como mensaje ante la audiencia, la urgencia de una intervención externa en Venezuela. En este contexto, cobra sentido las revelaciones del Presidente de Perú sobre una llamada telefónica que recibió de su colega de EE.UU donde le “manifestó su preocupación por lo que estaba ocurriendo en Venezuela”, lo cual sumado a la visita del opositor diputado Freddy Guevara llevan a no descartar que Perú sea el país candidato a convocar la activación del Consejo Permanente de la OEA para evaluar el caso Venezuela, tal como lo establece el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana. Queda así, delineada la vinculación y fuente de las informaciones que maneja el Secretario de la OEA, quien viene actuando en combinación con los parlamentarios opositores, desplegados en Brasil, Colombia y Perú para en reuniones con sus colegas en esas naciones, exponer su versión sobre la situación interna de Venezuela y en concreto el caso de abandono de cargo del Primer Mandatario y el conflicto de poderes. Igualmente, estos movimientos dejan al descubierto el propósito de la matriz mediática en desarrollo y expuesta en el presente informe, en cuanto a la insistencia de un déficit o falta de democracia, con la intención de justificar la aplicación de sanciones externas, bien sea por vía de la OEA o por la activación del Decreto que declara a Venezuela “una amenaza inusitada e inusual contra la seguridad y política exterior de EE.UU.” También cabe destacar las tesis de la dictadura del siglo 21, que están promoviendo desde el exterior, y que ya pasamos de seguidas a explicar la misma. En paralelo con lo descrito, emergen esfuerzos doctrinarios por identificar y calificar a las llamadas democracias progresistas (Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela) como dictaduras de nuevo cuño, cuyo entramado debe ser visualizado y evaluado bajo la premisa de propuestas como la presentada por el opositor boliviano, exiliado en Florida-EE.UU., Carlos Sánchez Berzaín, autor del libro “La Dictadura del Siglo XXI en Bolivia”, quien publica -11/02/2017- en el diario El Nacional bajo el título: “Castro, Maduro, Correa, Morales y Ortega son dictadores”. En tesis de Sánchez Berzaín: “… Los golpes de Estado del SSXXI destruyen el “Estado de Derecho” hasta llegar al punto de tener constituciones y leyes infames que les permiten la permanencia indefinida en el poder, el control total de los poderes del Estado, mayorías absolutas en el Legislativo, la persecución política judicializada con jueces como instrumentos de represión la manipulación electoral con tribunales de su amaño, la impunidad y encubrimiento de su ilimitada corrupción, el control de prensa, el enriquecimiento ilícito.” “… Este es el “golpe de Estado del SSXXI” Una forma de golpe blando, encubierto en supuestas reformas de beneficio colectivo o falsamente presentadas como demandas populares que usan “un conjunto de técnicas conspirativas no frontales y no violentas con el fin de controlar indefinidamente el poder” burlando el soberano, anulando la oposición y simulando interés nacional. La violencia de estos golpes es moral, pero no excluye la física con masacres como la del Hotel Américas o la del Porvenir en Bolivia.” “El SSXXI es la historia de los golpes de Estado sin fin: Daniel Ortega para reelegirse ilegalmente e inhabilitar a la oposición en las últimas elecciones de Nicaragua; las declaraciones de Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para anular las potestades y decisiones de la Asamblea Nacional que ha cesado del poder a Nicolás Maduro; la “ley Mordaza” de Correa, en Ecuador para suprimir la libertad de prensa; la redacción de la Constitución del Estado plurinacional de Evo Morales en Bolivia por el Congreso Ordinario y no por la Asamblea Constituyente ya incompetente por el vicio de su conformación el procedimiento de reforma constitucional. Y Cuba es la dictadura modelo y la fuente de este sistema.” “Cada ciudadano en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua puede recordar infinidad de “golpes de Estado del SSXXI” perpetrados en su país; conoce lo nombres de presos y exiliados políticos; sabe que si un ciudadano ejerce sus libertades y derechos contra el gobierno, será administrativa y judicialmente reprimido desde la pérdida de su empleo hasta la cárcel… Y ¿¡hay todavía quienes dudan en llamar dictadores a Maduro, Correa, Morales y Ortega?¡ Todas las negrillas son propias. Sánchez Berzaín con sus planteamientos recuerda la época en que se teorizó sobre el llamado “fujimorazo” en Perú como una forma distorsionada de democracia, levantándose en el continente un fuerte debate sobre la legitimidad y/o legalidad de acciones parecidas más cuando se adoptó bajo el alegato de la lucha contra el terrorismo, y donde la OEA jugó un papel importante con Alejandro Toledo a la cabeza como alternativa de cambio en dicho país con los saldos negativos conocidos sobre su gestión, cuyos coletazos todavía repercuten como lo es el caso de su actual condición de prófugo por vínculos con la corrupción. A los efectos de comprender el trasfondo de la tesis del déficit y/o ausencia de democracia, con el cual se pretende evaluar y juzgar el sistema venezolano junto a la citada tesis de la Dictadura del Siglo XXI”, es importante tomar recordar y enfatizar que el modelo democrático y participativo vigente en Venezuela desde 1999, ha superado el reconocido por la OEA, consistente en una democracia representativa, cuyo contraste de planteamientos, contraponen al uno del otro, lo cual constituye uno de los elementos de conflicto que sesgan las apreciaciones de esta organización regional sobre el caso Venezuela, puestas de manifiesto tales sesgos a través de la postura asumidas, principalmente por los Secretarios General que han coexistido con el surgimiento y desarrollo de la Revolución Bolivariana desde 1998. En este mismo marco de ideas, la democracia venezolana reconoce formas distintas de participación políticas más allá de los partidos políticos, lo cual igualmente genera choques sobre el papel de mediación que cumplen las mencionadas entidades, por su insistencia en reclamar una exclusividad, igualmente superada por mandato del texto constitucional nacional. Enlazado con lo anterior, es oportuno destacar en Venezuela la presencia por Ley de una democratización interna de las organizaciones políticas mediante la obligatoriedad de rendir cuentas sobre sus actos y la coparticipación del poder popular en los procesos de toma de decisión, en una dinámica y directa relación Estado-Sociedad. Estas circunstancias estratégicas, constituyen en resumen, los puntos críticos sobre los cuales se desarrollan los flancos de ataques de la tesis sostenida por el opositor boliviano, Sánchez Berzaín en contra de los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela por superar el modelo de democracia representativa que defiende la vetusta OEA, plegada históricamente a los intereses de EE.UU y Canadá. Como conclusiones, debemos expresar lo siguiente: Estrategias para viabilizar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana: La reiterada matriz sobre el déficit y/o abandono de democracia mediante una narrativa mediática y doctrinaria. La actitud de calificar como “opositores de embuste” a todo aquel interesado en el advenimiento de fórmulas democráticas, y más cuando se está ante un escenario electoral regional (24 gobernaciones y 336 municipios) que van a contrapelo con las pretendidas posturas hegemónicas por parte de la oposición. Énfasis en el interés del Secretario de la OEA por sustanciar el expediente sobre la situación interna del país, lo cual justifica las reuniones con opositores para sumar nuevas pruebas. El posicionamiento internacional de la tesis del cese del Presidente Maduro por parte de la Asamblea Nacional. La toma de posición a favor de la variable internacional como determinante y definitoria en el curso interno de la actual situación política nacional. El uso de terminologías mediáticas apocalípticas que dan por descontada la urgencia de una intervención internacional en la situación interna de Venezuela. La doble estrategia por activar la Carta Interamericana Democrática y la de impulsar sanciones a través del Congreso de EE.UU que corresponden con las declaraciones del Secretario de Estado, Rex Tillerson por promover una transición democrática negociada en el país, que a juicio de Roy Chaderton Matos, en lenguaje diplomático traducen “cambio de gobierno.” El artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana como hoja de ruta para someter a examen y sanción el caso Venezuela mediante la activación del Consejo Permanente y de la Asamblea General, lo cual explicaría la gira de opositores diputados por Brasil, Colombia y Perú. En el caso de este último posible elegido como candidato a activar el Consejo Permanente como lo estipula el artículo mencionado. El interés por aprovechar las elecciones presidenciales de Ecuador, donde la oposición espera como escenario una segunda vuelta donde se coaligarían todas las fuerzas contrarias al Gobierno de Rafael Correa, que en caso de no ocurrir, ello daría mayor peso a la tesis de Sánchez Berzaín sobre la “Dictadura del SSXXI”. Las manifestaciones anticorrupción en Rumanía que han reavivado las posibilidades sobre las capacidades de convocatoria y movilización de las revoluciones de color para desalojar gobernantes por déficit o falta de democracia. También debemos tomar nota de las últimas declaraciones injerencistas e insolentes del actual presidente argentino, Mauricio Macri, donde expresa: “Situación de Venezuela debe ser tratada “desde una posición firme”. Ojo con esto. Este es el panorama actual, por el que debemos estar bien alertas ante las próximas acciones de los adversarios. ¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen! ¡Hasta la Victoria Siempre! ¡Independencia y Patria Socialista! ¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los Derechos Humanos,Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@sSocialistas (http://juanmartorano.blogspot. com /http://juanmartorano.wordpress.com). [email protected] .@juanmartorano (Cuenta en Tuiter)
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