No llegan ni a 20.000 los inscritos en la Seguridad Social como empleados de hogar –una profesión en su práctica totalidad ejercida por mujeres– pero, atendiendo a las estimaciones del propio sector, que cifra en más de un 70% el empleo "sumergido" en tal ámbito, es fácil suponer que en la actualidad podrían estar ejerciendo como empleados de hogar cerca de 100.000 personas en Galicia.
"Son gente, casi todas mujeres, que suelen trabajar por horas y por lo que se les ofrece, en la mayor parte de los casos sin contrato y, a veces, incluso si se les ofrece, ellas mismas se pagan la Seguridad Social y, claro, muchas prefieren que no se lo descuenten y cobrar todo el salario entero, que tampoco es alto". Así comienza su descripción de la situación de las empleadas de hogar Violeta Paz, secretaria comarcal de Vigo de la federación de Actividades "Hay verdaderas explotaciones que se denuncian pocas veces y casi siempre solo cuando se van a ir de la casa y no quieren perder sus derechos; hay también muchas extranjeras, que a veces aceptan esos contratos porque es casi su única vía para legalizar su situación en el país", relata Paz.
Para la sindicalista, el pacto con el Gobierno, "es bueno en principio, como todo lo que sea regular siempre será para mejorar y garantizar sus condiciones de trabajo y sus derechos, cosa que ahora es muy difícil porque ni puede actuar la Inspección de Trabajo, al no poder acceder a domicilios particulares y cuando hay algún problema tenemos que confiar como testigos a veces en vecinos si quieren colaborar".
Entre las trabajadoras consultadas por este diario todas coincidieron en seńalar como positivo el pacto para incluirlas en el régimen general de la Seguridad Social y para que coticen por todas sus horas de trabajo.
Es el caso de Luisa Pedrosa, que trabaja en una casa de Vigo desde hace 14 ańos y cuenta con contrato, como también lo tenía ya en su trabajo anterior. Dentro de tres ańos se jubila y está contenta con el pacto pese a que ya no le vaya a afectar mucho. "Así habrá más derechos porque ahora, tal como estamos, si cogemos una baja tenemos que pagarnos la Seguridad Social y no tenemos derecho a paro. Esto nuevo me parece estupendo", asegura la mujer, que refiere que en el sector son muchas las mujeres que trabajan sin contrato. "Algunas no quieren porque prefieren ganar más y no cotizar porque sus maridos ya cotizan pero no es lo mismo y cada uno debe tener los derechos por lo que ha trabajado.Hay gente joven que está en condiciones increíbles y las que trabajan por horas, cobran más –de 5 a 10 euros la hora– pero no cotizan", asegura.
También M. Jimena está de acuerdo con la mejora en las condiciones de cotización. "Yo estoy bien pero hay casos tremendos, como el de una conocida que llevaba toda la vida trabajando con una mujer hasta que se quedó sin trabajo, solo cobró 7 días por ańo, que es una miseria pero es lo que toca y ahora ni paro ni nada y hasta tiene que pagarse la Seguridad Social para seguir cotizando y eso no puede ser. Es un trabajo como cualquier otro y debe tener iguales derechos".
Por su parte, Luisa Sottomaior, que ejerce su trabajo por horas –trabaja a media jornada en la hostelería por las mańanas y atiende dos tardes a la semana una casa con dos menores– también cree positivo el acuerdo y razona que "es un trabajo como otro cualquiera que tiene un desgaste físico y la gente se hace mayor y es lógico que tenga algo de derechos, y me parece bien que se reconozcan y que se cobre y se cotice lo que tenga que ser".