Norelys Morales Aguilera.─ La noticia que recorre los medios de todo tinte desde el sábado 8 de septiembre es que Donald Trump opera un golpe en Venezuela con oficiales rebeldes, según The New York Times (NYT), sin embargo, no hay que dejarse engañar por los operadores de los laboratorios mediáticos y la propaganda de guerra que se está verificando contra la Revolución Bolivariana.
La confirmación de las denuncias venezolanas de que altos funcionarios de Trump se reunieron con militares venezolanos para planear un Golpe de Estado y John Bolton lavándose las manos afirmando que "en esa conspiración" (la del dron) EEUU no estaba metido, tiene un motivo que explicita el NYT: "la disposición del gobierno de Trump de reunirse varias veces con oficiales rebeldes que pretenden derrocar a un mandatario de este hemisferio podría resultar políticamente contraproducente”.
Quiere decir que el resultado "políticamente contraproducente" se debe a que fracasaron en el magnicidio contra Nicolás Maduro, que está siendo desmontada la supuesta crisis humanitaria y la manipulación de la migración, al tiempo que otras medidas económicas audaces a lo interno, dan a los venezolanos las certezas que no puede la contrarrevolución venezolana e influye en el contexto latinoamericano con la terapia intensiva en la que está el Grupo de Lima y la desesperación de la OEA.
Pero, el NYT está mandando un claro mensaje a los conspiradores y es lo que hay que leer en la letra pequeña. La disposición del gobierno de Trump de reunirse varias veces con militares es un respaldo claro a los golpistas.
Hay que levantar la moral de las huestes derrotadas por el pueblo bolivariano y su gobierno. En ningún caso se condena la grosera injerencia ni la agresividad ni los planes de Estados Unidos. Esa es la clave.
De acuerdo con el diario funcionarios de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvieron reuniones secretas con militares venezolanos durante el 2017 para discutir sus planes de derrocar al presidente Nicolás Maduro y establecer un canal clandestino con golpistas en Venezuela.
La Casa Blanca señaló mediante un comunicado que era necesario participar en un “diálogo con todos los venezolanos que expresan el deseo de restablecer la democracia”. Este rejuego es coincidente con lo que hacen en Siria de no abandonar a la oposición terrorista.
Si de verdad usted desea saber, si el The New York Times hábilmente está propagandizando y manipulando tramposamente para justificar los planes de agresión de Washington contra Venezuela, contextualice con un artículo anterior de este medio "La gestión salvaje de Maduro", entre otros y después, solo haga una pregunta ¿para quién trabaja NYT?