Es evidente que todos tenemos derecho a las vacaciones, pero más evidente es reconocer que debemos volver a nuestros quehaceres —los que podamos, puesto que el desempleo está haciendo estragos—. ¿Todos? No. Nuestros queridos políticos han decidido alargar sus vacaciones unos días más. Ni más ni menos que hasta febrero. Según el calendario del Congreso, los diputados sólo acuden al hemiciclo 78 días al año. Es decir, un tercio del calendario laboral. No se sobresalte. Los senadores acuden a la Cámara Alta —o mejor dicho, la cama alta, porque para lo que hacen...— ¡apenas 49 días!
Es lógico, pensará usted. La situación del país es idílica. No hay problemas. El paro es un amargo recuerdo del pasado. La educación es ejemplar. La sanidad es la envidia del mundo. La delincuencia es algo que quedó atrás tiempo ha. La palabra corrupción desapareció de nuestro diccionario por caer en desuso. Somos un país puntero en todos los campos y nuestros políticos, han decidido gozar de unas más que merecidas vacaciones. La única palabra que me viene a la mente para describir este desaguisado es vergüenza. O mejor aún: DESVERGÜENZA. Espero que no le sorprenda a nadie descubrir que entre las mayores preocupaciones de los españoles están los propios políticos... Indocti discant, et ament meminisse periti (que lo aprendan los ignorantes y lo recuerden los entendidos, para los de la LOGSE).Piensen.Sean buenos.La canción regalo de hoy es "New Year's Day". Elijo la versión de la gira ZooTV, para mí, el culmen de los irlandeses. No se puede elegir otra canción para estas fechas. Feliz 2014. Disfruten. Es U2