Tenía programada otra entrada pero me ha resultado imposible el resistirme a publicar esto. No, no estamos en sanfermines, tampoco es una vaca sagrada de la india ni se trata de un fotomontaje del mexiñol (soy bastante malo pa eso). Lo que sucede es que hace unos días cuando iba tranquilamente circulando por una de las relativamente nuevas vialidades (tendrá un par de años que hicieron esta calle) de las afueras del área conurbada, me tropecé con esta colega y no pude resistir el pillar la cámara con el consiguiente riesgo para mi integridad física (pa que veáis las molestias que me tomo por vosotros). Lo bueno es que la tía era consciente e iba por el carril de la derecha respetando los límites de velocidad (respetándolos exageradamente, todo hay que decirlo). Pero un poco mas adelante me encontré con unas primas cercanas suyas un poco menos conscientes que se pasaron del otro lado de la calle. ¿Es que no hay nadie que las eduque y les diga que circulaban en sentido contrario al tráfico?. Ahora, también me pregunto, en un caso así el polesía que les pille cometiendo tan atroz infracción al reglamento ¿Les pedirá también una mordida? o aceptará que le paguen con carne, o tal vez con una chupada de las ubres tenga suficiente.
La cosa es que estas son avenidas nuevas dentro del área metropolitana donde todavía no llegan las casas ni los comercios y si quedan todavía algunas granjas y sembradíos. Ya ves que los amables empresarios no les gusta especular, pero para ir previendo a futuro, hacen primero las casas un poco mas lejos y luego hacen las de mas cerca, quedando por mientras las vacas en medio de tol cotarro. Y claro las vacas, que andan un poco aburridas, de repente se salen a dar un garbeo por el barrio, a ver que andan haciendo esos locos flacos de dos patas, y ya de paso, probar hierba de otros terruños a ver que tal sabe.