Aunque la vacunación debe ser controlada por el pediatra, y posteriormente el médico, existen unas fechas concretas en que se suelen hacer las vacunaciones. La primera se realiza en el centro donde ha nacido el bebé, donde recibe la primera vacuna de hepatitis b.
Las siguientes vacunas se realizan a los dos meses de edad, después a los cuatro meses de edad, posteriormente a los seis meses, después a los quince meses. Más allá de eso, las vacunas principales de los niños se van a realizar a los 4, a los 11 y a los 14 años de edad.
Existe una cartilla de vacunas en la que controlar las vacunas que se van realizando y las que faltan, que acompañará al niño durante todos los años permitiendo controlar las vacunas, muchas de las cuales tienen de duración toda la vida y protegen contra las enfermedades.
Algunas vacunas tendrán efectos secundarios leves, aunque no es lo habitual, además de que son muy seguras. Ya que las recomendaciones de cuándo se realizan las vacunas pueden cambiar conviene que se vaya al médico para que recomiende las siguientes vacunas. El médico va a ser quien asesore en las vacunas del niño desde su nacimiento hasta que llega a una edad más adulta, en que también existen otras vacunas.
Existen niños que no deben ser vacunados, aunque son los menos, en ese caso el médico lo comentaría a los padres. Es recomendable que los padres tengan un control de la vacunación de los bebés y niños.
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