Taquillas en los pasillos de los institutos, buffet libre en el comedor, partidos de fútbol americano, bailes de fin de curso, fiestas en casas de dos pisos, sótano y jardín… aunque no lo hayamos vivido nunca, todos sabemos como es la vida de los jóvenes estadounidenses porque la hemos visto en mil películas. The perks of being a wallflower se enmarca en el mismo paisaje, pero sabe contar una historia diferente. Y lo hace partiendo de una premisa que parece lógica pero que pocas veces se deja ver en este tipo de films: la adolescencia es una etapa muy compleja. Aquí los protagonistas no son ni los guapos ni los marginados con gafas, aquí los personajes son reales. Y ojo con su brillante trío protagonista: Logan Lerman, Emma Watson y Ezra Miller.
Lo mejor: cuenta una historia diferente en escenarios conocidos.
Lo peor: ¿Unos chicos tan listos no conocen a David Bowie?