Esta reseña va a ser algo diferente a las habituales. ¿La razón? Vi la película antes de leer el libro; quería hacerlo antes de que supiera que iban a adaptarlo, pero salió esta oportunidad y la aproveché.
Vivir al margen ofrece una personalidad única. Pero siempre llega el momento de entrar en escena y ver el mundo desde dentro.
Año 1991. Las cartas que escribe Charlie son íntimas y únicas, desternillantes y devastadoras. Puede que no sepamos dónde vive, ni a quién escribe pero, poco a poco, iremos conociendo su mundo a través de ellas: la vida en el instituto, las primeras citas, las cintas de varios, los dramas familiares y los nuevos amigos. Un mundo en el que sólo es necesario dar con la canción perfecta mientras conduces para sentirte infinito.
“¿Alguna vez te ha pasado? Que te sientes fatal y después se te pasa, y no sabes por qué. Intento recordarme a mí mismo cuando me siento así de bien que llegará algún día de otra semana horrible, así que debería almacenar el mayor número posible de detalles buenos para, durante la próxima semana horrible, poder recordarlos y creer que me volveré a sentir bien de nuevo.”
Esta es la historia de mi encuentro con Charlie. Antes de conocerlo, sólo sabía que era un chico diferente al resto; decían que tenía una historia muy especial: divertida, realista, con buenos personajes y con una trama que te dejaba con una sensación extraña en el cuerpo.
¿Pero de qué va Las ventajas de ser un marginado? La historia comienza en el momento que Charlie comienza el instituto. Ha pasado un verano muy difícil ya que en el curso anterior su mejor amigo se suicido. Mientras pasa los primeros días solo en el instituto y su profesor de literatura le presta libros, Charlie conoce a Nadie Patrick y a Sam, los dos le abrirán las puertas a la adolescencia: amigos, fiestas, cigarrillos, primeros amoríos, drogas, etc. Poco a poco iremos viendo como el retraído Charlie se desenvuelve en este nuevo mundo. Porque la adolescencia nunca ha sido fácil para nadie y Patrick, Sam y Charlie son un ejemplo de ello en el que sentirnos identificados, hayamos o no pasados por las situaciones de los tres amigos.
Cuando vi la película, hace ya más de medio año, me gustó muchísimo, me pareció muy buena, diferente al resto, puesto que no me esperaba para nada lo que me encontré. Me gustó como la música y la literatura tenían un papel muy importante en la historia, definen a Charlie. Logan Lerman, el actor que lo interpreta, hace un muy buen trabajo, y ahora que he leído el libro, opino que no había otro actor mejor que él. Lo mismo puedo decir del resto de personajes, destacando como no, a Emma Watson, Sam, esa chica por la que Charlie se sentirá fascinado y Ezra Miller, quién clava a su personaje, Patrick, de una manera completamente increíble.
Para muchos de nosotros, los años 90 son clave en nuestra vida. El detalle de las cintas, por ejemplo, es algo que me ha gustado mucho. Yo he sido de las que en esa época grababa cintas con canciones de la radio. En el caso de la película, se ha mantenido ese tipo de detalles aunque tampoco ha dejado de banda un estilo estético más actual. La mezcla no resulta rara en ningún momento, y ahora ¡no me imagino la historia en otra década que en ésa.
Con el paso de los meses, después de ver la película, decidí comprarme el libro, exactamente la edición de la imagen superior de MTV Books. La encontré en Booky a buen precio y es la misma traducción, sólo cambia el título, y como me gustaba mucho más, la compré. Si tuviera que decir qué me ha gustado más, me veo incapaz de decidir. Para mí el libro y su adaptación se complementan muy bien, ésta última es muy fiel al libro y los pocos cambios que hay no varían el sentido de la historia. Se nota que el mismo autor, Stephen Chbosky, ha participado en la película siendo su guionista. Ha cuidado muchísimo la historia y los personajes, como ya hizo en el libro. Incluso mantiene el hecho de la historia sea contada a través de las cartas que Charlie escribe a un desconocido en el que confía; en el libro con un estilo sencillo y muy ameno que hace que se lean solas. Siempre me han gustado las novelas epistolares puesto que me parece una manera muy íntima de contar la historia del personaje, como si yo fuera la receptora o estuviera cotilleando el correo ajeno. Aquí es todo un acierto, de otro modo no sé si me hubiera gustado igual la historia porque creo que se conoce a Charlie más profundamente así como su visión frente a lo que le sucede y frente a la gente que está conociendo. Es un chico tan peculiar que no puedes evitar cogerle cariño –en parte, por lo que he comentado de las cartas-, y Sam y Patrick tienen un papel muy importante en esta historia, son ellos los que mostrarán a Charlie lo que significa ser adolescente y enfrentarse cara a cara a los problemas y le enseñarán que significa la amistad y el amor. Le abrirán los ojos.
El único pero que puedo tener es respecto el final, la gran revelación que tiene Charlie. No lo vi venir en ningún momento y para mí fue un choque tremendo porque no me lo esperaba, al menos no de esa manera. Sí que es cierto que el autor deja caer sobre qué puede estar relacionado pero no de tal magnitud. Me sorprendió mucho y me dejo con una rara sensación. Cierto que cuando leí el libro ya sabía lo que pasaba, pero en la película me quedé bastante sorprendida, además está tratado de manera muy sutil, algo que se agradece porque sino la historia se hubiera convertido en algo que no es. En cualquier caso, los temas duros en los que el autor hace hincapié están tratados de manera muy delicada, y pienso que libros como éste son los que espero que algún día lleguen a leerse en el instituto, porque Charlie, Patrick y Sam son los personajes perfectos para abrir el camino hacia la madurez.
Me ha quedado una reseña algo caótica al mezclar el libro y la película, pero quería explicar mi opinión comparándolas ya que, como ya he dicho, se complementan muy bien las dos para explicar la historia de Charlie.
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Stephen Chbosky es escritor y guionista americano, es conocido por su trabajo en películas como Rent o series de televisión como Jericó. En lo literario, Chbosky logró un gran éxito con su novela de 1997, Las ventajas de ser un marginado.