A las verduras y hortalizas no se les ha de considerar como un simple complemento de otros platos más fuertes sino , más bien , al contrario .
Estos alimentos deberían ser los componentes principales de una dieta realmente sana y equilibrada .
Constituyen una auténtica farmacia vegetal por su riqueza en minerales , vitaminas , fibra y elementos fitoquímicos indispensables para la salud . Por eso , además de nutrirnos , nos protegen eficazmente de la enfermedad .
Lo ideal es consumir como mínimo dos raciones diarias , una de ellas en crudo , y aprovechar las variedades que ofrece la temporada , ya que éstas son las más potentes ( en cuanto a su mayor concentración de sustancias bioactivas ) y sabrosas .
Este tipo de alimentos ofrece la doble ventaja de poderse comer crudos o cocinados , por lo que tienes muchas más opciones para variar tus platos .
No obstante , crudas es como se aprovechan mejor todas sus propiedades ( a excepeción de algunos carotenoides , como el licopeno , que se absorben mejor cuando están cocinados con un poco de aceite ) , ya que una parte de las vitaminas hidrosolubles ( la C y el complejo B ) , algunos minerales y ciertos componentes fitoquímicos se pueden perder o deteriorar durante el proceso culinario .
Pero las verduras crudas , a pesar de ser una buena fuente de salud , no gustan a todo el mundo .
Por eso , aunque al cocinarlas pierdan parte de su arsenal nutritivo y terapeútico , es mucho mejor comerlas cocinadas que no hacerlo .
La vitamina C, que es soluble en agua, se puede perder en los métodos de cocción.
Las verduras crucíferas, como el brócoli, el repollo y la col rizada, contienen antioxidantes potentes que han sido relacionados con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer. Un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology encontró que los isotiocianatos y glucosinolatos en los vegetales crucíferos se redujeron durante el proceso de cocción.
Si optamos por consumir las verduras crudas es muy recomendable que se trate de verduras ecológicas, ya que no son tratadas con pesticidas ni productos químicos, además de que, por lo general, son más frescas, ya que no se conservan en cámaras frigoríficas.
En caso de tratarse de verduras compradas en un establecimiento no ecológico, es necesario lavarlas muy bien para tratar de eliminar los residuos que pudiesen tener de sustancias químicas
Si tenemos que elegir entre comer verduras crudas o verduras cocinadas, la elección es simple, en el equilibrio encontraremos los mayores beneficios.
No olvides que incluirlas en la dieta ofrece variedad por su diversidad de sabores , colores y texturas ; y además son la mejor opción para aligerar los platos , lo que va de maravilla para mantener el peso .
Mercedes Martín Sánchez
Naturópata