Las verduras verdes para una mejor salud
Nos han dicho durante años que comamos las verduras y por una buena razón: hay evidencia continua de los beneficios para la salud que una dieta basada en vegetales proporciona.
Los vegetales verdes oscuros y frondosos se destacan nutritivamente. Comer una ensalada de espinacas y otras verduras de hojas verdes oscuras ofrece una bonanza de vitaminas, minerales y fitonutrientes. Caloría por caloría, las verduras de hojas verdes son una de las fuentes más concentradas de nutrición. Son ricas en minerales (hierro, calcio, potasio y magnesio) y vitaminas (K, C, E y algunas vitaminas del complejo B), y ofrecen una gran variedad de fitonutrientes, entre ellos el beta-caroteno y la luteína.
La luteína, por ejemplo, está bien establecida como beneficiosa para la salud ocular. Sin embargo, hay creciente evidencia de que el nutriente reduce el riesgo de arrugas, así como de cáncer. Las verduras de hojas verdes son las más ricas fuentes de luteína, en particular la col rizada, las espinacas cocidas y las acelgas. La luteína se encuentra también en el perejil, achicoria, hojas de mostaza, hojas de remolacha, lechuga romana y escarola.
Pero al igual que no quieres machaques en el auto, tampoco los quieren en tus vegetales. Pasa de largo las verduras con manchas de color marrón amarillento y bordes u hojas de aspecto flácido. En su lugar, buscar verduras claras y alegres con colores verde vibrantes, especialmente en las variedades de acelgas.
Cuando compramos verduras en el supermercado, a menudo están mojadas. No las guardes así o se pudrirán. Las hortalizas necesitan aire y un poco de humedad para sobrevivir. Si están muy mojadas cuando se compran, sécalas ligeramente con una toalla de papel y guárdalas en una bolsa de plástico agujereada.
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