Título: Las vírgenes del desierto Autor: José Vicente Pascual Editorial: Traspiés Año de publicación: 2009 Páginas: 235 ISBN: 9788493677442
Cuando en abril resulté ganadora del concurso de reseñas de Una sombra en Pekín, de José Ángel Cilleruelo, organizado por Traspiés, recibí como premio un lote de cinco libros de la editorial y una preciosa ilustración original de Juan Gonzalo Lerma, autor de las ilustraciones del libro. Precisamente un mes después, en mayo, me cambié de casa. La ilustración, que me encanta y me parece preciosa, está enmarcada y colocada en nuestro dormitorio, donde mi chico y yo no nos cansamos de verla. Los cinco libros descansan en las estanterías del despacho, a la espera de que poco a poco los vaya leyendo y disfrutando. También poco a poco iré compartiendo todos estos regalos con todos vosotros. El primero de los cinco libros que he leído es Las vírgenes del desierto, de José Vicente Pascual. Después de dos meses de locura, agotadores, llenos de cambios, con la mudanza, mucho trabajo y sin tiempo ni para respirar, el fin de semana entre el 29 de junio y el 1 de julio por fin pude disfrutar de un poco de tranquilidad. Así que el sábado por la mañana me acerqué a las estanterías y me dispuse a elegir uno de los cinco libros del concurso. No tuve que pensarlo mucho. El título y, sobre todo el argumento de esta novela me llamaron muchísimo la atención y no pude resistirme. Me tumbé en nuestro nuevo sofá y me sumergí en la lectura, que poco a poco me sedujo, me hipnotizó, me fascinó y me atrapó. Hasta el punto que me terminé el libro al día siguiente, el domingo por la mañana.
Al igual que el libro de Judith Torrea Juárez en la sombra, esta obra también nos traslada hasta la mexicana Ciudad Juárez, escenario de secuestros, torturas, violaciones y asesinatos, especialmente de mujeres jóvenes. Aunque esta novela es ficción, nos transmite con la misma fuerza y la misma intensidad el miedo, la indefensión, la impotencia, el terror, la injusticia, la vulnerabilidad, el dolor y la muerte que provoca la corrupción de la policía, las luchas entre narcotraficantes y la impunidad del poder económico. El protagonista de esta historia es Aníbal Morand, un detective privado que no atraviesa precisamente sus mejores momentos. Se ha visto obligado a cerrar su agencia y ahora se encuentra en la ruina, acosado por las deudas y sin un sitio en el que caerse muerto. O tal vez sí. Es la oveja negra de su familia y apenas tiene amigos. Únicamente Emilio Ortega, un prestigioso abogado, y Julia, su novia, con la que planeaba casarse e irse a vivir juntos, hasta que todo su mundo se desmorona de la noche a la mañana por culpa de su pésima situación económica. Pero su vida vuelve a cambiar una vez más de la noche a la mañana. Un buen día, de madrugada, recibe la llamada de Reinaldo Fuentes Ginzburg, el empresario más influyente y poderoso de Madrid y prácticamente de todo el país. Le necesita para un asunto peligroso, pero eso a Aníbal no le importa con tal de cobrar los cinco millones de euros que le ha prometido al final del encargo. Por eso no se lo piensa dos veces y Aníbal Morand viaja a Ciudad Juárez, donde conocerá los secretos y la dureza del desierto y se relacionará con policías, con narcotraficantes, con empresarios y, cómo no, con víctimas. Con un ritmo vertiginoso la vida de Aníbal cambiará conforme haga negocios con Fuentes Ginzburg, ya sea en Ciudad Juárez, en Madrid o en Barcelona. Con un estilo entre la novela negra y la sátira política, con muchísima acción, giros imprevistos y sorpresas para el lector, que no puede dejar de leer ni un momento, acompañamos a Aníbal por el corazón y el lado oculto, el más oscuro no solo de la policía o los narcotraficantes mexicanos, sino también de los empresarios madrileños o las ONG españolas. Aníbal se verá obligado a denunciar la verdad que se oculta tras los huesos que aparecen en el desierto. Porque detrás de las desgracias, las injusticias, las muertes y el dolor siempre hay alguien que gana, siempre hay alguien interesado en que todo siga igual, alguien dispuesto a todo con tal de que nada cambie. Con intriga, humor, sátira, crítica, cinismo, con un ritmo ágil, un estilo adictivo y un lenguaje mordaz, el autor nos engancha desde la primera hasta la última página. Nos hace reír, llorar y, por encima de todo, sufrir y temer una y otra vez por la vida de Aníbal, a quien es imposible no cogerle cariño desde la primera línea. Porque es uno de nosotros, es normal, cercano, humano. Es un fracasado, alguien que no ha tenido suerte en la vida, y sin embargo es alguien que a pesar de estar quedándose cada vez más solo está dispuesto a luchar y a llegar hasta el final. Es un libro duro, violento, cruel, pero, al mismo tiempo, y para mí eso es lo más valioso de esta obra, también es un libro que nos hace, aunque sea a base de golpes, de violaciones, de disparos, de muertes, de lágrimas, de dolor, de injusticias, quitarnos la venda de los ojos, ver la realidad de otro modo y, por encima de todo, intentar comprenderla. Las vírgenes del desierto fascina y nos hace pensar y reflexionar a partes iguales. Sobre quiénes son las víctimas y quiénes los verdugos, sobre quién controla el mundo y maneja nuestras vidas, sobre quiénes son los débiles y quiénes los poderosos, los fuertes. Y, por encima de todo, esta obra nos hace reflexionar sobre por qué ocurren todas estas cosas. Sobre por qué el dinero, el poder, la política, las finanzas o la ambición sin límites dominan un mundo globalizado y, al mismo tiempo, la vida de alguien tan insignificante y tan inolvidable como Aníbal Morand.La ilustración, recién colocada en nuestro dormitorio.