Hace veinte años, el arquitecto Patrick Partouche deseaba edificar una casa alternativa económica para su familia en un terreno no desarrollado en una zona industrial al lado de una línea de tren. Con experiencia en edificios industriales, Partouche sabía que los materiales y diseños eran más alcanzables que los comparables para la construcción residencial.
ABRIL dos mil veinte
El arquitecto con sede en Lille (Francia) utilizó láminas de metal de la industria automotriz para crear una casa principal y la rodeó con dos enormes invernaderos agrícolas para acudir con el control del tiempo (asisten a calentar la casa en otoño, invierno y primavera; y se pueden abrir para ventilación a lo largo del verano).
En todos y cada invernadero puso un contenedor de envío apartado de veinte pies para emplear como habitaciones satélite: han servido como dormitorios para pequeños y ahora son oficinas / talleres.
El costo total de la construcción fue de MIL euros, quinientos para la casa principal y otros quinientos para los dos invernaderos y contenedores. Y todo para una casa de cuatrocientos cincuenta metros cuadrados (4 con ochocientos 43 pies cuadrados) que requiere poca calefacción y refleja el amor de Partouche por los materiales industriales.