Revista Cultura y Ocio
Año 1983, con una tierna democracia en España por aquella época, en nuestro país había gente que todavía vivía bajo estigmas del pasado no muy lejano, anclada en años anteriores, con miedos todavía y siguiendo con las procesiones y las doctrinas de la iglesia y pretendiendo que el país estuviera en estado de Cuaresma permanente. Pero afortunadamente los 80 tuvieron algo que les hizo diferentes, y no sólo por la movida madrileña, que mucho tuvo que ver, sino que había una evolución cultural, musical, artística... que iba mucho más rápida que la de la sociedad, y sobre todo había transgresión, que venía sin duda provocada por la liberación después de tantos años de opresión.
En Baracaldo (Vizcaya) surge un grupo de punk-rock femenino llamado Las Vulpes, que eran 4 chicas con edades entre los 17 y 21 años, cuyos nombres eran: ·Loles Vázquez "Anarkoma Zorrita"- Guitarra·Mamen "Evelyn Zorrita" - Voz·Begoña "Ruth Zorrita" - Bajo·Lupe Vázquez "Pigüy Zorrita" - Batería Sólo sacaron una canción titulada "Me gusta ser una zorra", ya que después de la que se lió, y se formó una tremenda... se disolvieron.
En el programa musical Caja de Ritmos de TVE de Carlos Tena, el grupo se presentó tocando su tema, provocando un escándalo de tal dimensión que desencadenó (como se ve en la foto de arriba) una querella de la Fiscalía General Del Estado contra la canción. Las Vulpes también dieron su opinión: "Nos gusta ser como somos y pensamos que a nadie debe escandalizar que digamos que nos masturbamos, porque eso es natural, eso lo hace todo el mundo. Es más fuerte poner películas violentas u obligar a niños a seguir determinado tipo de religión". Un episodio de censura dictatorial en época democarática, cuya Constitución garantiza el derecho a la libertad de expresión, pero claro, todos los factores estaban en su contra, 4 chicas jóvenes (el machismo era enorme todavía), una letra transgesora, y un programa que hizo que su tema se viera en todas las casas... bomba de relojería. Todo esto, acabó con un programa musical, y enterró a un grupo de cuatro jóvenes cuyo estilo punk que bebía de gente como Sex Pistols y The Clash les auguraba un gran futuro... o no... pero eso ya nunca lo sabremos. Os dejo con el mítico tema y se lo dedico a Johnny Dibud, mi gran amigo valenciano, que en un momento de locura fantástica cantó y disfrutó este tema en Bilbao el viernes pasado, totalmente desbocado.