Estas plataformas ganaron millones de usuarios en todo el mundo en 2010 y se preparan para un fuerte crecimiento este año. Quizá por ello, Google y Amazon se sienten atraídas por este negocio. La primera lanzó a finales del pasado año una oferta de compra de 6.000 millones de dólares por el líder Groupon (que la rechazó) y Amazon ha invertido hace unas semanas 175 millones en LivingSocial, el segundo sitio de compra colectiva más importante. Esta compañía adquirió, además, este mismo mes de enero el 51% de la española LetsBonus, en busca de una mayor expansión.
LivingSocial tiene 17 millones de suscriptores, está presente en 170 mercados y prevé obtener unos ingresos superiores a 500 millones de dólares en 2011. Groupon, que compró en España CityDeal y es su máximo rival, está presente en 40 países y factura más de 50 millones de dólares al mes. LetsBonus, pionera en España (se creó en septiembre de 2009), tiene dos millones de suscriptores solo en nuestro país. Y Groupalia, creada hace ocho meses, tiene, por su parte, más de cinco millones de usuarios, está presente en seis países (España, Italia, Brasil, México, Argentina y Chile) y en 2010 facturó 8 millones de dólares. “Prevemos elevar esta cifra hasta los 200 millones este año”, asegura Joaquín Engel, su consejero delegado.
La idea de la compra colectiva no es pese a todo nada nueva. Es más, está presente desde los orígenes del comercio electrónico, tal y como recuerda Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa. “Lo que pasa es que carecía de un ecosistema social en el que difundirse adecuadamente y de un volumen de usuarios que le proporcionase una escala suficiente y la hiciese rentable”.
Más que una moda
Con todo, el comercio online social está de moda, pero verlo solo como una moda “sería absurdo”, continúa Dans. Este experto explica que en una sociedad hiperconectada, que un grupo de personas se ponga de acuerdo para adquirir un producto o servicio y logren, gracias a la consolidación de su poder de compra, unas condiciones más ventajosas “es algo que ofrece ventajas a todos los niveles: para quien compra, para quien vende, y para quien intermedia en la transacción, que ofrece un servicio de verdadero valor añadido y lo comisiona adecuadamente. Es evidente que estos modelos definen una nueva arquitectura de canal y están aquí para quedarse”.
Lo mismo opina el fundador y presidente ejecutivo de LetsBonus, Miguel Vicente, quien niega rotundamente que este negocio sea una moda pasajera. “Muy al contrario. Lo que ofrece es un nuevo canal de publicidad con crecimientos, en nuestro caso, del 40% en ingresos y en suscriptores mensuales”.
Vicente está convencido de que este negocio será cada vez más fuerte “por la capacidad que tenemos de llegar a miles de clientes nuevos cada día, y eso hace que los comercios, a los que abrimos un canal nuevo de publicidad y ventas sin grandes inversiones, estén encantados con nosotros”. Pero no solo los comercios o pymes locales están contentas, el fundador de LetsBonus también habla de satisfacción del cliente final: “De cada dos ventas que hacemos una viene de un cliente nuevo, la otra es de un cliente antiguo”.
En este tipo de plataformas normalmente el usuario se suscribe gratuitamente, introduce su correo electrónico y selecciona una o varias ciudades de las que quiera recibir ofertas. Como resumen algunos expertos, estos sitios son un éxito porque aprovechan el poder de las redes sociales, el deseo de la gente de encontrar ofertas interesantes por la red y la dificultad de los pequeños comercios para encontrar clientes.
Y esta expansión no ha pasado inadvertida para los inversores. Groupon, consciente de su valor, ya se está reuniéndose con bancos para planificar una OPV que posiblemente tenga lugar este año. La compañía, tras rechazar a Google, ha completado una ronda de financiación de 950 millones de dólares a través de firmas de capital riesgo, valorándose en 4.750 millones, si bien podría llegar a 15.000 millones. En este punto, la pregunta es ¿por qué Groupon era tan interesante para Google? “Siendo Google una empresa potentísima, con una alta valoración, una capacidad de innovación brutal y un modelo de negocio exitoso, es una compañía casi monoproducto y con una carencia enorme en un ámbito que no ha podido desarrollar con éxito: la parte social. Google se encuentra con un agujero cuando aspectos como nuestro consumo se determina mediante esquemas sociales, y aquí Groupon le encajaría bien”, indica Dans.
Fuente: cincodias