Un tomo más de esta autora que reseño. Y es que hace obras tan simpáticas y sencillas que en momentos tan liados como en los que estoy, siempre apetece algo de su estilo para desconectar un rato.Algo a decir antes de empezar es que se trata de un tomo único que está formado por una única historia, no es un recopilatorio de oneshots, que no sé por qué pensaba que iba a serlo antes de empezar a leerlo. He hecho recuento y en realidad la cosa está más o menos pareja. Ivrea nos ha traído hasta la fecha cinco tomos recopilatorios, tres tomos de historia única y una única serie "extensa" con la friolera de dos tomos. Desde luego, no es una autora que se prodiga en desarrollos complejos. Si tenéis curiosidad por sus obras licenciadas, podéis echarle un ojo aquí. Argumento
Mirai Nakagase es delegada de su clase y la alumna que ayuda y es admirada por todo el mundo en el instituto, algo que la llena de orgullo y satisfacción. Su único problema es que parece tener un imán para hombres inútiles: su padre fue despedido, su hermano es un nini y no hay chico que se interese en ella que valga la pena. Pero el peor está aún por llegar.
Un día, su tutor le pide que vaya a casa de Riku Tenma, un chico de su clase que sólo ha ido el primer día y, desde entonces, no ha vuelto por el instituto. Al decir las palabras mágicas de "eres la única en quien puedo confiar", Mirai acepta el reto gustosa. Pero la cosa será más difícil de lo que pensaba porque el chico es todo un hikikomori, una persona que se encierra en casa y abandona la vida social. La chica no piensa darse por vencida tan fácilmente y le dice que hará lo que sea para ayudarle a superar sus problemas y así consigue arrastrarle al instituto. Lo que no se esperaba es que éste la defienda de unos gamberros manejando una escoba con gran destreza ¿Por qué un chico tan habilidoso en el kendo se acabó convirtiendo en un hikikomori?
ReseñaLas historias de esta autora siempre tienen un estilo muy similar variando en determinados detalles que las hacen diferenciarse entre sí. Salvo la espantosa Durmiendo entre lobos, se caracteriza por enfoques dulces y simpáticos con algún momento en que te toca el corazoncito. Bueno, pues esto es lo que tenéis aquí, ni más ni menos. El punto especial de esta obra es tener de protagonista a un chico hikikomori que es muy bueno en kendo. La trama tiene un toque de misterio por saber por qué un chico así acabó sin querer salir de su habitación. La respuesta a la pregunta puede convencer más o menos pero la resolución no hay duda de que peca de facilona para la complejidad del tema. Personalmente, creo que el tema hikikomori no está bien aprovechado. Además, me choca y no me parece muy congruente el problema que le lleva a encerrarse, aunque es cierto que no conozco demasiado este fenómeno. Sin entrar en spoilers, se trata de un asunto familiar, así que encerrado no se aleja de aquello que le genera la ansiedad, sino todo lo contrario. Tenía entendido que el encierro siempre era desencadenado por la presión social en un país tan exigente como Japón y, para huir de esa sociedad, se quedan en su burbuja hogareña y segura. Pero ya digo, esto podría ser así tal como sale en la serie porque tampoco conozco el fenómeno a fondo ni las causas que lo original y, aunque no sea lo común, puede ser realista.Sea como sea, lo cierto es que el tema hikikomori sólo sirve de punto de partida de la trama porque pronto se olvida y Tenma deja de tener problemas para salir de casa. No hay duda de que le podría haber sacado mucho más partido centrándose en ello en lugar de en el kendo. No obstante, también resulta interesante que toque este deporte tradicional, acercando un poco la obra al género spokon. De aquí podría haber tirado para realizar una serie más extensa.La mayor baza de este tomo es su protagonista femenina. Mirai es fuerte y decidida. No se deja amedrentar y siempre está dispuesta a ayudar. Es de las protagonistas más espabiladas e interesantes que ha hecho Nana Shiiba. Una pena que los roles de género sigan tan marcados en Japón que una chica así, que tampoco tiene nada excesivamente rompedor, sea calificada por la propia autora de "marimacho". En cuanto al chico, Tenma, pues ya os imaginaréis que su carácter es tímido, asustadizo y apocado, al menos al principio. Tiene una buena evolución aunque quizás demasiado rápida, claro que eso se debe a la longitud limitada del tomo único.La relación entre ambos es muy mona y, sobre todo, me parece que es muy positiva, tanto para ella como para él. Por parte de Tenma es evidente que Mirai le supone un enorme apoyo y le da el empuje que necesitaba para avanzar. Por parte de ella, gracias a él acaba aceptando mejor a su padre y hermano y viéndoles sus puntos fuertes, aunque creo que esto se debería haber tratado algo más. De todos modos, lamentablemente me ha faltado más sentimiento entre ambos y los momentos románticos no me han conseguido emocionar. Creo que funcionaban mejor como amigos que como pareja aunque a la larga pudiese saltar la chispa.De secundarios no hay mucho que decir. El único destacable es Motoi Kajitani, un gamberro que se empieza a interesar en Mirai aunque está claro que nunca tiene posibilidades como parte de un triángulo amoroso. Aparte acaba apareciendo la familia de ambos pero los de ella no aportan gran cosa y los de él tienen más relevancia al final, así que no puedo añadir nada sin entrar en destripes importantes.En definitiva, un shojo sencillo que tiene dos elementos poco comunes de base: la problemática de los hikikomori y el kendo. Es entretenido, tiene buenos puntos cómicos que te sacarán la sonrisa y personajes interesantes. Para lo corto que es, en realidad toca muchos temas como los ya dichos o los de familia y, quizás por ello, al final no profundiza bien en ninguno, algo que se habría resuelto sumando al menos un tomo más. También decir que la parte romántica es la más floja y que, por esto mismo, puede ser un tomo perfecto para leer algo de shojo si os apetece una historia de instituto no centrada en el romance.