Si una caja nos gusta, una lata ni os contamos... Una de nosotras va recopilando todas las que consume en su casa para, una vez limpias, dejarlas en el mueble de los chismes reciclados del taller, a la espera de que surja alguna idea o inspiración... Y, si echa la vista atrás, es capaz de encontrar el origen de su afinidad hacia estos contenedores metálicos de alimentos; la afición de su abuelo por "las latillas", como él las llamaba... Adoraba las de conservas; chipirones en su tinta, mejillones en escabeche, langostillos, berberechos, calamares en salsa americana...-¡Vamos a tomarnos una latilla! decía, y esa era su forma favorita de convidarnos. Por eso, es ver una lata, del tipo que sea, y asociarlo a esas otras "latillas" que ya, por desgracia, no compartimos, pero que quedaron para siempre impregnadas de momentos de cariño. Nos encanta encontrar y recopilar formas diferentes de dar salida decorativa a estos versátiles recipientes, capaces incluso, de flotar...
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¿Tenéis alguna "latilla" flotadora por ahí?, ¿Y con qué uso?