Revista Cine
El es el más nombrado cuando de amor hablamos, el más representado para expresar sentimientos nobles y profundos.
Es el rey por excelencia, el que se encarga de que la sangre recorra cada milímetro de nuestro cuerpo y jamás deje de hacerlo… El es la vida misma..
A veces nos juega pasadas peligrosas, galopa sin darnos tiempo a pensar, nos sonroja, nos hace sudar, y hasta temblar.. Es la evidencia de que algo nos avergüenza, o de que algo nos gusta demasiado.
Quienes han sido padres, saben lo que se siente, que por cierto es casi inexplicable, al oír el latido de nuestros hijos estando en el vientre, en cada visita al obstetra. Ese latido de un ser tan chiquito, pero que con fuerza se hace escuchar como diciendo “¡aquí estoy! Y estoy vivo!”.
El corazón es sin dudas el órgano más “famoso” de nuestro cuerpo, el más explotado gráficamente, el más nombrado y por qué no, el más “usado” en nombre del amor.
A quién no le ha dejado un dulce sabor alguna vez, una carta con aunque más no sea un pequeño corazón, en algún rinconcito del papel..
Corazones pintados en pasacalles, en el suelo, en la arena.. Corazones representados en velas, medallas, cajitas, jabones, helados, bombones, decoraciones, manualidades…
Corazones dibujados en el rostro, en tatuajes, y en miles de lugares con distintas técnicas, tamaños y en distintos contextos..
El corazón es sin dudas muy importante para el ser humano, más allá de mantenernos vivos, se relaciona muy directamente con nuestras emociones.
Cuántas veces escuchamos (o dijimos, por qué no), “me duele en el corazón”, “te amo con todo mi corazón”, “lo doy de todo corazón”, "con una mano en el corazón"...
Siempre lo ponemos en el lugar más especial, el de la nobleza, el de los buenos sentimientos (a veces heridos), el de la entrega.. Protagonista también de engaños e ilusiones.
El corazón es indiscutiblemente el “emblema” del amor. De todo tipo de amores. Creo yo que debe ser el símbolo más usado para expresar este sentimiento. El corazón es el que nos despierta ese sentimiento de estar “enamorados” y nos hace vibrar de punta a punta.
Es el que se infla como un globo cuando nos damos cuenta de cuánto somos capaces de dar a otros.
Es el que estalla de alegría y brilla cuando nos sentimos verdaderamente felices..
Es el que se achicharra ante el dolor.. se lastima y hasta a veces se rompe en pedacitos.
El corazón es casi diría, la esencia misma del ser humano, es eso que entregamos cada día en cada cosa que hacemos quienes amamos realmente la vida.
Es maravilloso sentir con intensidad, el latido del corazón de la persona que amamos y descubrir desde ese latido que queremos estar a su lado para siempre, hasta que nuestros corazones dejen de latir… algún día.