Hace un par de años me contactaron desde Criatures.cat para entrevistarme en casa, tras aproximadamente una hora y media de conversación grabada con la periodista y el camarógrafo, me comentan:
"Te tomas muy en serio esto de la maternidad, ¿no? Es que veo que te documentas y que te apasiona, casi como una carrera universitaria, como una profesión".Sonreí y comenté que claro, que me apasiona, que la maternidad es una manera de cambiar el mundo, que como madres nos llena tanto tender la mano, como nos llena que nos la tiendan y que así crecemos todas juntas como comunidad, aunque virtual :)
De esa hora y media de conversación, sólo se llegaron a emitir escasos 30 segundos y me ha sido imposible conseguir el resto de la grabación para compartirla con ustedes, aunque lo que comentaba esté expresado en mis artículos habituales publicados aquí en Amor Maternal...
En ese programa también entrevistaron a Armando Bastida, de El Mundo de Armandilio, que también escribe en Bebés y Más, y a Laura Gutman, quien habla acerca de la crianza natural, del colecho y de mantener la privacidad de la familia acerca de cómo nos organicemos a la hora de dormir.
Pueden ver el video aquí, Sam y yo aparecemos en el minuto 14:06
El programa está hablado principalmente en catalán, aunque mi intervención - al igual que la de Laura Gutman - están en castellano ;o)
Igualmente, les transcribo lo que comenta Laura Gutman:
Al fin y al cabo uno tiene que encontrar su manera más auténtica de vivir. Hay padres que les viene bien el colecho, y hay padres que no les viene tan bien. En el fondo, esta es una cuestión íntima, a mí me hace ruido que haya tanta discusión sobre este tema. Así como nadie anda discutiendo cómo hicimos el amor, que siempre andemos ventilando si dormimos con los bebés o no dormimos con los bebés… es un asunto de la intimidad de la familia. ¿Cómo dormimos? Si dormimos juntos, si dormimos separados, si dormimos en el suelo, si alguno se fue al cuarto del niño, si todos los niños duermen juntos, si el perro y el gato también están… si no… ¡Es un tema de la intimidad de la familia! [La manera] como dormimos es [algo] íntimo, y en verdad yo creo que la familia se sentiría mucho mejor si supieran que la manera en la que intentamos dormir en casa cuando hay niños pequeños lo vamos resolviendo de la manera en la que durmamos más y mejor.
Lo único que podemos decir es, "a ver, ¿cómo podemos dormir mejor todos?". Dormimos "así", pero entonces nadie tiene por qué enterarse, ni nosotros tenemos por qué ventilar cómo dormimos adentro de casa. Realmente es algo que tiene que volver a ser un tema íntimo.
Ahora, hay gente, y esto también es importante, que se aferra y se agarra a las banderas de ciertas ideologías, que si el colecho, o la crianza natural, y yo descreo de todas las ideologías.
En verdad no importa lo que hagamos, mientras lo hagamos de una manera auténtica, y que lo hagamos en concordancia con aquello que los niños nos pidan. Ahora, ¿salen muy mimados? En principio, si los padres han respondido a los pedidos de los niños, los niños simplemente están seguros, confían en que los padres les van a ofrecer aquello que ellos necesitan y luego seguirán sus vidas y serán unos niños más seguros de sí mismos.
Un niño, lo que a veces decimos "un niño muy mimado", a veces son interpretaciones de afuera, o a veces, sí puede suceder con estos niños consentidos es que en realidad parece que los padres les dan todo, pero en verdad les dan lo que les es más fácil dar, pero hay que ver si es lo que el niño pide.Aunque concuerdo con Laura Gutman en que la manera en que durmamos en familia es un asunto privado e íntimo, que cada familia se acomoda sobre la marcha de modo que todos duerman lo mejor posible, y que no tenemos por qué ir ventilando las intimidades de la familia, me siento dividida en este aspecto.
El año pasado les invité a participar en la iniciativa Amo Ser Tu Almohada, 10 razones para practicar el colecho, en la que una gran cantidad de blogs se sumó expresando y compartiendo la manera en la que duermen con la idea de normalizar el colecho. En lo que me siento dividida es en lo siguiente: sí, es cierto que nadie nos pregunta cómo hicimos/hacemos el amor, pero no me parece una analogía tan matemática.
En una sociedad en la que muchos de nosotros nos hallamos lamentablemente desconectados de nuestros instintos, al menos en principio, en la que la mayoría de nosotros los tiene bien enterrados bajo capas y capas de condicionamiento social, ¿no tendría más sentido compartir con otros padres nuestra forma de dormir? Pienso que aunque sea algo muy íntimo, en nuestras manos está salir del armario social y normalizar el tema del colecho.
Según comenta Carlos González en una de sus charlas, se hizo un estudio en el Reino Unido en el que los pediatras preguntaban a los padres de sus pacientes si colechaban. La mayoría respondió que no, luego cuando se les preguntó concretamente por esa semana, por esa noche anterior, y si los niños se habían pasado a la cama de los padres a medianoche, las cifras cambiaron considerablemente - creo que ustedes saben ya hacia dónde se inclinó la balanza, ¿o no?
¿Y qué podemos inferir de todo esto? A mi parecer, que aún muchos padres se "avergüenzan" de dormir con sus hijos, o al menos de admitirlo. Sí, habrá gente que nos critique, pero si no lo decimos, ¿cómo sabrán otros padres siquiera que es una opción - y sana además?
Así que les invito a comentarme qué piensan ustedes, ¿es necesario hablar de colecho? ¿fomentarlo? ¿normalizarlo? ¿expresarlo como una opción para que otros padres lo consideren a ver si a ellos les sirve también? ¿Tú cómo descubriste el colecho? ¿te lo recomendó alguien, leíste al respecto, o llegaste a él por puro ensayo y error?
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