Galardonado con los premios más prestigiosos de Francia —el Goncourt por El sol de los Scorta y el de los Libreros por El legado del rey Tsongor—, Laurent Gaudé se ha convertido en una de las voces más importantes de la literatura francesa contemporánea y en autor de una obra traducida y leída en el mundo entero. La puerta de los Infiernos, cuarta novela de Gaudé que publica Salamandra, recurre a la fuerza del mito para abordar el dolor y el desamparo que causa la pérdida de un ser querido. Después de una funesta reyerta callejera, Matteo, un joven taxista napolitano, ve con impotencia cómo su mundo se desmorona. Su hijo Pippo, de seis años, ha muerto. Su mujer está desolada, y él, una noche tras otra, movido por una pena honda y callada, recorre la ciudad sin rumbo, en su coche vacío. Así, en una de sus solitarias derivas, Matteo conoce a un pequeño grupo de personajes marginales que se reúnen de madrugada en torno a Garibaldo, el dueño de un minúsculo café, entre los que se cuentan una extraña mujer, un cura viejo y enfermo, y un estrafalario profesor que afirma no sólo que el infierno existe, sino que una de las puertas de entrada se halla en Nápoles. La desesperanza llevará entonces a Matteo a intentar cruzar el umbral entre los dos mundos para emprender un viaje en busca de consuelo y reparación. Con claras reminiscencias de tragedia griega, Laurent Gaudé vuelve a hacer gala de lenguaje de lirismo contenido, del que se sirve para sondear la grandeza y la fragilidad humanas en un vibrante retrato de un sur de Italia a la par moderno e intemporal.
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