Si algo nos han enseñado los cómics de Marvel es que Nueva York está a salvo de la mayoría de catástrofes naturales a las que se enfrentan muchas otras ciudades del mundo. Quizá por eso es el escenario predilecto para el desarrollo de los planes más disparatados de los supervillanos y los científicos locos, las invasiones extraterrestres y los ataques terroristas de todo tipo. Cuando la mente de un guionista diseña alguna de estas amenazas no falta el personaje que exclama algo así como: “La ciudad está construida sobre un lecho de roca sólida. No puede haber terremotos aquí”. Y, sin embargo, en octubre de 2012, la ciudad norteamericana fue azotada por el Huracán Sandy que causó inundaciones, apagones e importantes desperfectos por toda la ciudad.
A la perplejidad general por los efectos de la tormenta se sumó la artista Laurie Anderson cuando bajó al sótano de su apartamento en el Bajo Manhattan, la zona más afectada por las inundaciones, y se encontró gran parte de sus cosas flotando. Sintetizadores, libros, diversos escritos y material de todo tipo que había ido atesorando durante su carrera estaban perdidos para siempre. Ese sentimiento de pérdida recorre de principio a fin su último disco: “Landfall”.
Otra cosa que nunca falta en los cómics de Marvel son los cruces entre colecciones, las apariciones de un personaje en la serie de otro. En la música estas interacciones también son relativamente habituales pero había una que no se había llegado a dar nunca pese al deseo de David Harrington por conseguir que ese encuentro tuviera lugar. El líder del Kronos Quartet llevaba proponiendo a Laurie Anderson una colaboración desde que ambos se conocieron en 1989 pero la artista neoyorquina siempre se había negado. La razón era sencilla en apariencia: Laurie trabajaba construyendo entornos electrónicos para sus textos pero este trabajo siempre lo realizaba en estudio. No tenía ni idea de cómo orquestar una pieza con partituras y mucho menos aún de componer para un cuarteto de cuerda. Pese a ello, Harrington nunca dejó de insistir y cuando la artista publicó “Homeland” en 2010 creyó haber encontrado el argumento definitivo. Ese disco se cerraba con “Flow”, una composición para violín interpretada por la propia Laurie quien desdoblaba su instrumento en diferentes pistas para dar una sensación de conjunto. Nada más oírla, el violinista se puso en contacto con ella para decirle: “hey, Laurie, por fin lo has hecho. Has compuesto la pieza que siempre te estaba pidiendo para el Kronos Quartet”. Con su permiso, Harrington incorporó “Flow” al repertorio en directo del cuarteto llegando a ensayar con la propia artista en los prolegómenos de uno de los conciertos del grupo en la Universidad de Maryland. En palabras de David, aquel fue el germen de “Landfall”.
La primera versión de la colaboración entre Laurie Anderson y el Kronos Quartet se estrenó en 2013 con el título de “Scenes from my New Novel” y no estaba tan centrada en los efectos del Huracán Sandy como en la idea de pérdida en general. Incluía otros conceptos relacionados con la ésta como un recuento de especies animales extintas, sueños que apenas se recuerdan durante unos minutos tras despertar e incluso la sensación que queda tras subir a un karaoke y que se vaya la luz justo cuando empieza tu canción. En muchas reseñas del disco se habla de que el fallecimiento de Lou Reed (marido de Laurie, que murió en octubre de 2013) marcó también la creación de “Landfall” pero la propia artista desmiente esa posibilidad cuando afirma que Lou escuchó la obra en todas sus fases e incluso aportó muchas ideas que finalmente aparecen en el trabajo. El disco, de hecho, se grabó apenas unos meses después de la muerte del cantante aunque tuvieron que pasar cuatro años más para que fuera publicado, algo que sucedió a finales del pasado 2018.
Laurie Anderson hace las veces de narradora además de tocar el violín, los sintetizadores, percusiones y todo tipo de efectos electrónicos. El Kronos Quartet está integrado por David Harrington y John Sherba (violines), Hank Dutt (viola) y Sunny Yang (violonchelo).
El Kronos Quartet junto con Laurie Anderson en una actuación en directo.
“Landfall” consta de treinta pistas en su edición en CD. En ellas se alternan las partes interpretadas por el cuarteto (como el movimiento inicial cuyo inicio nos recuerda mucho al primero del “Cuarteto de Cuerda No.5” de Philip Glass) con otras piezas en las que es el violín eléctrico de la artista el principal protagonista como ocurre en la oscura “Wind Whistles Through the Dark City”. Magnífica nos parece “The Water Rises” en la que un ritmo electrónico sirve de soporte para una estremecedora partitura para cuarteto con el apoyo del piano de Laurie. Con “Our Street is a Black River comienzan las características narraciones de la artista acompañada apenas con unas notas de piano y algunas texturas electrónicas de fondo. El esquema del disco es más o menos ese con ligeras variaciones y a partir de ahí se suceden piezas llenas de dramatismo como “Darkness Falls”, curiosos textos narrativos por parte de Laurie Anderson (“Dreams”), experimentos electrónicos como “The Dark Side” y recreaciones de partes anteriores de la obra (“Built You a Mountain”). Entre nuestras partes favoritas, “The Electricity Goes Out and We Move to a Hotel”, esa especie de homenaje al “Purple Haze de Jimi Hendrix que es el final de “The Nineteen Stars of Heaven”, la breve pero contundente “Never What You Think it Will Be”, esa maravilla en la que es imposible no reconocer a la mejor Laurie que es “Riding Bicycles Through the Muddy Streets” o “We Head Out”, uno de los mejores momentos de todo el disco.
Muchos de los cortes del “Landfall” no tienen texto narrado pero sí lo tenían en forma de proyecciones en las representaciones en directo por lo que la experiencia de la escucha del CD queda algo coja en comparación. Precisamente gracias a los conciertos que ofrecieron para presentar el disco, Laurie Anderson y el Kronos Quartet, ganaron recientemente el Grammy a la mejor interpretación de cámara del año, reconocimiento más que merecido para ambos y que Laurie aún no había obtenido pese a sus dos nominaciones previas (el cuarteto acumulaba ya 11 nominaciones y un galardón). Es curioso que la colaboración entre estos artistas haya tardado tanto en producirse y más teniendo en cuenta que ambos por su cuenta han grabado con más de un artista en común e incluso han llegado a participar en una misma composición: “Forgetting” del disco “Songs from Liquid Days” de Philip Glass en el que Laurie era la letrista y el Kronos Quartet formaba parte de los intérpretes.
Creemos que “Landfall” fue uno de los mejores discos del pasado año 2018 y que también se encuentra entre los mejores de las respectivas discografías tanto de Laurie Anderson como del Kronos Quartet con lo que estamos hablando de uno de esos trabajos que hay que tener y que quizá no sea sino la primera de varias colaboraciones entre dos pilares fundamentales de la música norteamericana de las últimas décadas.