Bonita planta... Su color, su olor, su textura. Nos encanta tenerla en casa... Pero, ¿sabéis que tienen muchísimas propiedades que nos pueden ayudar? Su efecto relajante es conocido desde la antigüedad, y si no puedes dormir, basta con poner un saquito de lavanda bajo la almohada para conciliar el sueño. También disminuye la tensión arterial, evita el mareo en los viajes y facilita las digestiones, ya que es capaz, con una simple infusión, de reducir estados de nerviosismo y ansiedad. Por otro lado, si se aplica de manera externa (aceite esencial de lavanda) tiene efectos anti-inflamatorios y calmantes del dolor. ¡¡Todo un lujo!!
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Nosotras de momento, seguimos admirando su color, su olor y su textura.