Las prendas artesanales de la próxima primavera pasan por Mackintosh, parkas de verano robustas, suéteres marineros, alpargatas de ante y gafas de sol de espejo. Los trajes con tweed de verano y rayas muy finas con textura de lino, y se suavizaron con telas de punto y camisetas a tono y corbatas.
La colección bebe de las referencias a la costa británica. Más bien, el equipo de diseño se inspiró en las costas escarpadas de Devon y Cornwall, para resaltar una paleta de colores que corría por la gama de aguamarina y verde azulado, a los grises inevitables que personifican un verano Inglés, un hecho no pasó desapercibido en el bostoniano Basmajian, que creció pasando sus vacaciones sobre Cape Cod.
Sin embargo, el cambio real en Gieves & Hawkes no reside en una predilección por el estilo marítimo, obviando peacoats impermeables y de tejidos Mackintosh sino un reconocimiento que el sector de la moda masculina británica formal, necesita algo más que un puñado de citas reales para retener su relevancia. De ahí la etiqueta mostró una estrategia de estilo de vida cada vez mayor, en el que abarcaba un todo, desde bolsos de cocodrilo con adornos, al ante en las alpargatas, este último trabajo sorprendentemente bien conjugado con la sastrería, independientemente de su informalidad.
No esperéis ver al próximo Rey Felipe VI en un estilo tan fresco y sartorial, eso sigue siendo un punto discutible. Sin embargo, satisfaciendo las colecciones formales todavía representan alrededor del 60 por ciento de la producción Gieves & Hawkes, y es aquí donde una presentación estática realmente hizo justicia a la ropa. Un típico traje de dos botones que normalmente pasa desapercibido en la pasarela reveló una fabricación brillante, de lana y seda (o "tweed urbano", como lo describió Basmajian) se asoció con una camisa de piqué de algodón y una corbata de seda de punto, demostrando que incluso lo clásico es capaz de ser actualizado mediante la agregación de textura.
Y tal vez ese es el secreto. El alboroto de la presentación de la firma nº1 de Savile Row, y el pedigrí de fabricación británica puede ser temas de conversación comerciales en la filosofía Gieves & Hawkes, pero el quid de la cuestión es que demuestra una amplitud y versatilidad en lo que hace. Después de todo, al igual que otras marcas de moda masculina británica con propietarios asiáticos y ambiciones globales, anda como alguna firma española..., el patrimonio actúa como un tema pero el producto debe ser internacional en la perspectiva de tener éxito. Así que resulta que un diseñador italiano-americano es la persona perfecta para esta marca en evolución, que es la búsqueda del estilo "Inglés internacional".