Un traje para viajar en él, así lo llama el diseñador, pero no es sólo un eslogan, las capacidades y fortalezas del traje se mostraron en vivo en la galería Hauser y Wirth el último día de LCM. El empleo de un grupo de deportistas que llevaron trajes a medida, los gimnastas saltaron y se balancearon haciendo todo tipo de piruetas y ejercicios acrobáticos, demostrando la facilidad con que uno puede moverse en una prenda confeccionada para el día a día.
El atleta olímpico Max Whitlock llevó a cabo hazañas asombrosas, junto con el Centro Nacional de Artes del Circo. El grupo caminó sobre sus manos, de pie sobre los hombros del otro y rodaron sobre el suelo, terminando dentro de un hula hoop gigante. Y por cierto, ni una arruga en el traje.
Los británicos son conocidos en todo el mundo por su innovación, la utilización de tejidos de lana con una construcción flotante, reafirma la provocación que buscan los isleños. El resultado es un traje de una fila con un bonito corte, que hagas lo que hagas con él, permanecerá sin arrugas y así siempre nos presentaremos elegantes, cómodos y listos para la acción.
Es la adaptación del lujo y la sastrería con tejidos naturales, el traje azul marino es la pieza clave para el Otoño/Invierno 2015. A pesar de sus orígenes en lana, el traje sigue siendo ligero, rivalizando con los aspectos prácticos de la ropa, pero sin los pliegues. Combinándolo con una camiseta blanca y unas zapatillas deportivas se consigue un estilismo muy urbano, pero con una camisa blanca y unos buenos zapatos se puede ir perfectamente a la oficina.
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