El diseñador se inspira en los años sesenta para el próximo invierno. Modelos con pelo Shaggy, para mostrar sólo las piezas en las que la temporada irá enfocada, incluyendo chaquetas estampadas en negro y blanco y una prenda de doble faz de piel perfecta para llevar sobre un traje.
El estilo casual incluyó tres estilos de pantalones denim, tres patronajes diseñados para dar a cualquier usuario una forma de cadera estrecha y piernas lo más delgadas posibles. Los trajes de gala son limpios y modernos, con efectos ópticos en seda o terciopelo, las pajaritas pierden tamaño y los sneakers acentuan el poder casual de los estilismos.
La colección muestra perfectamente cómo sutilmente se pueden agregar cuadros y dibujos sobre un buen traje de sastrería, sobre todo en los trajes de lana gris, que inyectará vida a cualquier conjunto formal. Tom Ford realmente se ha superado a si mismo en esta temporada, los abrigos de doble botonadura con solapas amplias en pico son una declaración, los bolsillos delanteros son de gran tamaño y los hombros moderadamente acolchados, que dan a la prenda un apariencia masculina, dominante.
Cuando se usa mas de un traje se busca crear un aspecto clásico, que nunca pase de moda, Tom Ford consigue esta sensación, rematado muy bien en las prendas de piel, otra prenda en la que todo caballero debe invertir para la próxima campaña.
Será este un avance de lo que se verá en la próxima película de James Bond?.