Revista Cine
Director: Albert Lamorisse
"Le ballon rouge" la vi hace mucho tiempo en un contexto que no vale la pena reconstruir. De hecho, el mediometraje de Albert Lamorisse, que también es el creador de un famoso juego de mesa (es interesante eso de artistas doblemente famosos por otros aspectos, como por ejemplo el creador de la Mujer Maravilla, también inventor del detector de mentiras), es lo único rescatable de aquella no-experiencia. De repente me dio un ataque de nostalgia y acá me tienen comentando esta maravilla intemporal.
La gris cotidianidad iluminada por pequeños rayos de magia y fantasía, de vida al fin y al cabo. De miradas cándidas y sonrisas honestas. Un hecho extraño e improbable que refleja aquello que estamos perdiendo y que no podemos perder por nada del mundo. Un niño que camina al colegio se encuentra con un globo rojo atado en un poste de luz. Rápidamente, el niño se hace con él y no lo suelta más (en sentido figurado). El globo y el niño se hacen amigos... mejores amigos. Una amistad que en la casa del niño no se puede dar, tampoco en el colegio, quizás sólo en las calles, aunque ésta está llena de matones y envidiosos que ponen en peligro al globo y su amistad con el niño. El niño intenta proteger al globo de todo los males que lo rodean y que se lanzan como alimañas salvajes contra ellos. Es la injusticia. El mundo es injusto, el mundo es una mierda. El mundo destruye los lazos honestos que vamos creando. El globo es un símbolo, quizás. Símbolo de la inocencia, de la bondad, de todo aquello que se pierde a medida que uno va creciendo y ahogándose en la rutina de los otros. De todo aquello que pierde su color y su forma. A veces el mundo es más fuerte, a veces uno sale derrotado. Pero no todo está perdido: a veces, sin embargo, cientos de almas puras se elevan en el cielo...
Obra maestra. Una verdadera y preciosa maravilla.